Capítulo 1

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Año 1998.

Narrador omnisciente.

Tan solo se escucho el llanto de un bebe. La sala de espera estaba completamente vacía, sin presencia de alguien exceptuando al señor Morgan, un padre primerizo desde hace unos minutos. Una enfermera de unos cuarenta años entro en la sala. Llevaba una bata blanca y su pelo rubio estaba recogido en un moño perfecto.

— Ya puede pasar.— le dijo ella con una gran sonrisa en el rostro.— el bebe es muy hermoso y tanto ella como la madre están bien.

Él tan solo asintió con una orgullosa sonrisa, y siguió a la enfermera. Esta lo condujo hasta una sala blanca en la que había una cama, en ella se encontraba su mujer amamantando a un bebe.

Su hija.

La madre al terminar de darle alimento, la coloco en manos de su marido. Este observo detenidamente cada gesto que realizaba el bebe, siempre con una sonrisa en su rostro.

Cuando le dieron el alta a la madre y le comunicaron que podían marcharse a su casa, recogieron sus cosas y se fueron a su casa en su gran coche negro.

Él iba delante conduciendo por el bosque mientras la madre iba detrás con la pequeña, ya durmiendo en una sillita rosada que le habían comprado meses atrás. De repente algo o más bien alguien, pasó de largo por la carretera en frente de su coche a una velocidad inhumana.

El señor Morgan, paro el coche y saco una pistola que llevaba de repuesto siempre dentro del chaleco como buen cazador que era. Mientras le pedía a su mujer que se tranquilizara y que no iba a pasar nada salió del coche. Busco con la mirada al demente vampiro, o eso pensaba que era pero no se espero que el chupasangre estuviera detrás de él, y este lo lanzo contra un árbol. El señor Morgan se levanto rápidamente pero se dio cuenta de que la pistola que había sacado anteriormente no estaba en sus manos.

— Pero que es lo que veo...— dijo aquella sanguijuela— la comida sabe defenderse— comentó apuntando con la mirada a la dirección en la que se encontraba el arma, muy lejos de su dueño y antes de que el cazador pudiera hacer algo el vampiro ya estaba bebiendo de su sangre.

Su mujer al percatarse de ello fue a ayudar a su marido, aunque ya era un poco tarde para él, y este cayo inerte al suelo. La señora Morgan, al haber tenido a su hija en recientes horas, apenas pudo defenderse a pesar de su preparación y ágiles movimientos, desafortunadamente tuvo el mismo final que su marido.

La pequeña de repente se puso a llorar, por lo que le vampiro fue a por su último tentempié, aunque más bien era el postre. Pero antes de que consiguiera su propósito, un grupo de hombres lobo ya transformados, le detuvieron y gruñendo enseñando aquellos temibles colmillos, consiguieron que aquel depredador dejara en paz a la niña, ya huérfana y se marcho corriendo.

Dos enormes lobos lo persiguieron hasta que lo atraparon y le cortaron la cabeza con sus feroces dientes, como castigo por lo que había hecho.

Cuando ya no quedaba ninguna amenaza, se transformaron de nuevo en humanos. Los licántropos que se encontraban presentes, no eran ni más ni menos que el alfa del clan Lythrum,  su luna y el beta, que habían ido a cazar algún que otro animal salvaje cuando olisquearon algo metálico... sangre humana y fueron a ver que ocurría.

La luna, o como mejor dicho se llamaba, Karen, se dirigió hacia el coche. Miró a través de la puerta que había abierto el depredador  y tomo a la pequeña, la cual no dejaba de llorar en sus brazos. Cuando ya la tenía, pudo observar que tan solo tendría unas horas de vida y su instinto maternal le decía que la protegiera y así lo hizo. Mandó una mirada significativa a su marido. El alfa miro a la criatura que acababa de parar de llorar y ya dormía tranquila en los brazos de su mujer, y asintió con aprobación.

¡Ya esta aquí el primer capítulo! De momento apenas he hecho cambios, los encontraran más adelante. 

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