Lobo salvaje

Capítulo 6

15 años después.

BIANCA

Hoy es mi cumpleaños, cumplo 20 para ser exactos. A estas alturas no sabía si era correcto celebrarlo o estaba equivocaba, tampoco tenía mucha elección. A pesar de que hacía 20 años que habían fallecido mis verdaderos padres, debía celebrar el maravilloso hecho de haber nacido. Todos los años me preguntaba lo mismo; me rallaba la cabeza sobre que hubiese pasado si estarían vivos, si yo debería estar igual de muerta. Quizá ya era hora de hacer "zorrón y cuenta nueva", como decía Raquel Corcoles, mi ilustradora favorita. Aunque de verdad, la única pregunta no que no me molestaba hacerme era, ¿quién soy realmente?. 

Había investigado sobre mi familia, sabía que eran cazadores, era consciente de que habían muerto por protegerme y que si Karen y Bob hubiesen llegado a tiempo aún estaría vivos. Pero necesitaba tener algo físico, y lo único que había conseguido era aferrarme a lo que hubiera sido mi casa. Sí, la encontré hace unos años cuando revisaba los papeles de mi padre en busca de mas respuestas. No tuve nada mejor que hacer que encontrarla y rebuscar entre todo lo que pude que aún no estuviera destruido por el moho y la humedad. 

Tal vez estuviese siendo una exagerada, cualquier otra persona no hubiese querido rebuscar en el pasado y conformarse con lo que ya tenía. Me encantaba mi familia, pero era por estas fechas cuando más melancólica y nostálgica me ponía. Mi madre tan solo intentaba que me sintiese cómoda y por algún especial motivo lo único que hacía era ponerme más nerviosa todavía, no quería preocuparles. 

Estaba terminando de colocarme el vestido blanco, ya casi estaba lista aunque en mi opinión el vestido no me quedaba muy bien por mi piel pálida y rosada, pero mi madre había insistido mucho y la fiesta ya mismo iba a comenzar. 

Mi hermano iba a presentar a Cassandra, su compañera de vida que recién acaba de transformarse y que formaba parte del clan. Había hablado con ella más de una vez en el instituto pero no habíamos sido muy amigas hasta ahora, además de que también iban a anunciar que próximamente iban a tener un cachorro, a pesar de insistir que era demasiado joven para ser tía. Mi padre hacía tiempo que le había cedido el puesto de Alfa y según estaba bien visto en nuestra cultura, ya iba siendo hora que llegara el futuro heredero del clan. 

Termine de colocarme las sandalias planas que me había regalado mi madre hace poco y que combinaban a perfección con el vestido que dejaba ver parte de mi espalda. Los invitados ya iban llegando, por lo que decidí bajar.

Ya había varias personas por el gran salón comiendo varios canapés y tomando bebidas que les iban sirviendo. La gente no paraba de sonreírme y felicitarme, otro motivo por el que este día me incomodaba tanto. 

De repente llamaron a la puerta y fui yo a abrir.

Eran miembros de la manada Betula,  la familia del alfa de aquella manada. Salude a los padres de Dante, el mejor amigo de Dereck y a su hermana Ariel. Dante fue el último en entrar y me tendió una pequeña bolsa adornada con un elegante lazo. "Felicidades" me susurró al oído y me la tendió. La abrí y contenía una fina pulsera con mi inicial. 

  — Gracias— le conteste mientras me la ponía, me quedaba perfecta.   

Dante era muy atractivo, siempre había sentido simpatía por él. Ahora llevaba una camisa ajustada y unos pantalones sujetados por un cinturón. Mi madre se acerco con simpatía a saludarles, no pude evitar sonrojarme detestaba hacerlo. 

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