夜空の下の夢 - My Hero Academia

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-Es el segundo celular que te compro, ¿qué manía tienes de perder las cosas?- reprendió el dueño de la agencia, se encontraba disgustado porque su empleada más joven volvía a hacer de las suyas- Como sea, esta vez no olvides registrarme.

-Muchas gracias Enji-sama, diría que es un sol pero la comparación sería errónea ya que usted es más frío que un témpano de hielo- esquivó fácilmente una llama que había sido lanzada en su dirección- ¡que mala puntería tiene!- se burló mientras tomaba asiento en la silla que le correspondía a su jefe.

La verdad es que Kurumi decidió deshacerse de su aparato en un tonto impulso, pensaba en que no quería leer una y otra vez ese montón de mensajes marcados con el visto. Por suerte creó un respaldo de todos sus archivos y ahora podía trasladarlo a su nuevo teléfono.

-Colmas tanto la paciencia que cualquier héroe se volvería un villano con facilidad.

-¡Anotado a la lista de frases de cariño que me usted dedica!- no mantuvo por mucho tiempo su risa ya que otra vez la insoportable tos había llegado, en cuestión de segundos manchó el escritorio del pelirrojo- como lo s-siento, enseguida lo limpiaré- cubría su boca avergonzada por lo que había hecho.

-Deja eso, más bien debemos conseguirte ropa, después de que te atienda el doctor que mandé a llamar iremos por algo en el centro- estaba al lado de ella limpiando su mano con un pañuelo y ahora su rostro- ¿cómo va la cosa esa en la que estás trabajando?

-Me falta una pieza importante, por más que la busco no logro encontrarla- agachó su mirada algo desanimada- solo eso y brindar de mi energía al Cyber Gamma Knife.

-Te ayudaré a buscar, lo importante es realizar esa cirugía lo más pronto posible- unos papeles que aún estaban limpios fueron tomados y ordenados en otro lugar por él mismo- sigo pensando que deberías decirle a Eraser Head y a Present Mic lo que te está pasando.

-Endeavor-sama, el médico llegó- su asistente había tocado la puerta y esperaba afuera el permiso del héroe para entrar.

Aquella jovencita pensaba en que contarles eso los haría sentir tristes, no quería eso. Se prometió a sí misma solo darles felicidad porque eso es lo que les han brindado sus tutores, tomó su colgante y lo miraba con una sonrisa triste antes de besarlo.

Deseaba desde el fondo de su corazón que un tren lo atropellara, se sentía muy mal como para seguir con el último patrullaje de la semana. Tamaki solo se conformaba con mirar las estrellas desde el suelo donde se encontraba tendido, esperaba a Fat Gum para que le diera instrucciones acerca de los lugares que recorrerían juntos.

-¡Hey Suneater, te traje takoyaki!- el héroe profesional había llegado con su amplia sonrisa de siempre- ¿Hm? ¿Me has escuchado?- tomó una de las bolsas de comida que tenía y se la colocó en el pecho del azabache.

-A-Ah, Fat Gum. No te escuché llegar, lo siento- como podía recogió las cosas para luego levantarse- ¿y-ya vamos a patrullar?

-Algo así, aunque tenemos compañía- se hizo a un lado dejando ver a dos mujeres que estaban detrás- hoy trabajaremos con la agencia de Ryūkyū.

-¡Hola Amajiki! Quiero decir, Suneater- Nejire fue hasta donde estaba su compañero- espero que hagamos un gran equipo. Me parece curiosa esta coincidencia, ¿a ti no? ¿Ya probaste el té de jazmin que venden en una tienda cercana? ¡Es fantástico!- ladeó su cabeza mientras colocaba un dedo bajo sus labios- Te ves espantoso, ¿no dormiste bien? Seguro estás pensando demasiado sobre algún tema- dejaba sin palabras a su receptor que retrocedía unos pasos conforme ella avanzaba con cada pregunta que hacía.