CAPÍTULO 54.

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Eva.

Hoy nuestras familias se habían puesto de acuerdo e íbamos a cenar en su casa. Se acordó que cada mes se haría  una cena en cada casa y así volver a los viejos tiempos. 

Hoy tocaba en su casa y mamá, como siempre, hizo sus famosos rollitos de canela para el postre.

Mientras iba en el coche fui pensado en todo lo que había pasado durante estas semanas. La relación con Abraham había mejorado hasta el punto de estar cenando con su familia. Ya no había rencores, no había malas miradas, no había nada que provocara un mal rollo. Ahora nos veíamos de vez en cuando. Solíamos hablar de cosas del futuro, no queríamos tocar el pasado, sabíamos que si hablábamos de él, estallaría otra granada y esa destruiría todo, no dejaría nada. Y yo no estaba dispuesta a dejar que eso ocurriera, no ahora.

Estaba claro que esto solo llegaría a ser una bonita amistad. No estabamos hechos para ser algo más. Hace tiempo deberíamos haber sabido esto, nos hubieramos ahorrado muchos momentos. Y es que a veces crees que tienes al amor de tu vida a tu lado porque te ha dado tanto, pero en realidad no lo es. Sólo hay que darse cuenta de las cosas y yo ahora lo estoy viendo todo muy claro. Pensé en él como algo más y me equivoqué. Yo no estaba preparada para estar en una relación y él no estaba preparado para estar conmigo, estaba muy rota, y él no podía ser ese pegamento que yo necesitaba. Era obvio que esto no iba a funcionar de esa manera, tal vez de otra sí, pero de esa no.

Y ahora que esto había quedado bastante claro para los dos, cada uno podía seguir su vida. Él estaba con Martina, y la verdad es que la chica era demasiado adorable. Estas semanas me había dado el gusto de conocerla mejor. Había descubierto que teníamos muchísimas cosas en común, que ambas eramos capaces de hacer cualquier cosa, que nos gustaba la misma música y que por mucho que nos digan que no, siempre va a ser un sí . Martina y yo podriamos, incluso, ser amigas o al menos buenas conocidas. Y la verdad es que no me importaría tener a alguien como ella en mi vida.

En realidad la cena estaba siendo bastante divertida y vergonzosa. Nuestros padres se habían puesto de acuerdo para avergonzarnos hoy. No dejaban de contar todos y cada uno de nuestros momentos más ridículos, desde nuestra famosa acampada donde acabamos llorando porque decidieron que era divertido asustar a unos críos que dormían solos en el jardín hasta nuestra boda. Y sí, al parecer, aún recordaban eso.

- Yo también jugaba a casarme – rió- Siempre me casaba con el mismo chico, tuve cerca de quince bodas. Hacíamos nuestros propios anillos con plastilina.

- Ellos utilizaron un lazo rojo- dijo mamá- Eva estuvo muchísimo tiempo con el lazo puesto, no quería quitárselo ni para ducharse. Al final lo acabó guardando en su caja.

- Sí- respondió su madre- Le tomaron cariño al lazo, Abraham lo perdió y casi le da algo. Estuvo semanaa buscándolo y míralo, se lo tatuó.

- Así que ese es el significado de tu tatuaje- dijo Martina- siempre te he preguntado por él y ahora me han resuelto eso que tu nunca quisiste.

- Tampoco era tan importante, es un tatuaje más- dijo él sin más. Justo antes de que todo se liara, no dijo eso, según él ese era el tatuaje más importante que tenía sobre su cuerpo,decía que los demás solo eran adornos, pero que este era un recuerdo. Y justo ahora lo he comprendido, siempre ha sido solo eso, un recuerdo. Estaba ahí, te recordaba una situación que viviste, pero como ahora se ve, no tiene porque importar. Es algo que ha dejado bastante claro.

- No, la verdad es que no lo es- contesté- eran cosas de niños, ya eso no importa. - Ahora se notaba un poco la tensión en el aire y era normal, esto había sido un poco raro. Pero con la llegada del postre todo volvió a la normalidad.

El resto de la noche fue más tranquilo, nadie comentó nada fuera de lugar y se empezó a relajar el ambiente.

- Las viejas costumbres siempre están ahí – dijo Abraham haciendo refencia  a nuestros padres.-Hacía tiempo que no los veía a todos reunidos bebiendo su amado vino. Ese que una vez desapareció magicamente de un despacho- río.

- ¿ Ese que un niño cogió y guardó en mi habitación?- le pregunté, acusandole. Por su culpa me castigaron sin piscina y en verano eso era un drama.

- Ya eso no lo recuerdo.

- Tú solo recuerdas lo que te interesa.

- Cierto.

Al final la cena no fue un desastre total, hubo un momento delicado, pero se resolvió. Y estuvo bastante bien.

La vuelta a casa fue más agotadora, a pesar de vivir cerca, ir en coche por la noche me cansaba mucho y más cuando apenas había dormido el día anterior. Así que fue llegar a casa y me tiré, literalmente, sobre la cama. Como de costumbre, metí la mano bajo la almohada y había algo, lo saqué y era un sobre que tenía mi nombre escrito.

Lo abrí y solo tenía una tarjeta en su interior.

" El juego ha empezado. Ha llegado tu turno, cariño. Diviertete o no. Todo se sabrá" 

¿Qué era esto? Esta letra no era de nadie que conociera. Era una letra bonita, hecha con una pluma. Tenía algo que me daba mala espina, era raro.

Y era tan raro que hasta me quitó el sueño. 

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Volví, tarde, pero volví. Echaba de menos escribir y echaba de menos a Eva y a Abraham. Pero  no era el momento, ahora sí. 

He estado mucho tiempo sin saber nada de ellos,  incluso he olvidado parte de la historia, pero como dije, no quería dejarla así y por ello he decidido continuarla.

Ahora han cambiado muchas cosas en mi vida y por esa razón tal vez Eva sea un poco diferente, pero prometo que será mucho mejor que antes. 

Ya solo tengo que dar las gracias a todos por leerla y por entenderme.

Muchísimas gracias y espero que os guste. 

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⏰ Last updated: Aug 22, 2021 ⏰

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The Eva's ProblemWhere stories live. Discover now