8

7.9K 390 2
                                    

- ¿ Pretendes que haga como que nada de esto ha pasado y que siga con mi vida ?- le dije. Después todo eso, no me podía quedar callada.

-  Si - dijo.

-¿ Y cómo voy a hacer eso ? ¿Como olvido todo esto? 

-No tienes que olvidarlo, solo haz como que nunca a pasado. - ni que eso fuese fácil. 

- ¿ Hago como que no estás con la cara llena de morados y que no te puedes ni mover ?

- Es lo mejor para ti.

-  ¿ Para mi ? - asintió- ¿ Y para ti qué ? ¿ No tengo qué preocuparme por ti ?

- No tienes que preocuparte por mi. Yo cuido de mi mismo. - dijo indiferente. 

- Me parece muy fuerte todo... 

-  Esto no es una pelea de instituto. Es algo más gordo que eso y no voy a dejar que te involucres. 

-  Abraham- lo llamó Nick-  ella está metida desde que tú has decidido llevarla ahí. 

- Aún puede salir, no lo está del todo. Es mejor así.

-  Deja de decidir sobre mi-dije cansada de esta situación -  Y si yo quiero entrar en lo que sea que estés metido.

- No dejare que lo hagas.

-  Pues me ayudará Nick.- le respondí.

- Yo no haré nada. - dijo levantado los brazos. Estaba claro que iba a apoyar a su amigo, en vez de a mí.

-  No entiendes que no puedo dejar que te hagan algo.- dijo muy serio.

- Y tú no entiendes que tampoco puedo dejar que hagan algo peor aún.

-Yo ya estoy jodido. Ya nadie me puede salvar. -dijo como si nada.

- Abraham...

- No mariposa, ya no...

-Sabes, puede que tengas razón. Puede que sea demasiado tarde para salvarte. Pero eso solo lo decides tu.

-  Yo no...- intentó defenderse.

- No, callate. - dije ya cabreada - Dejame terminar. Ahora me doy cuenta de todo. Túno quieres cambiar eso. Quieres que te maten o algo parecido. Quieres que te digamos que no lo hagas solo para después no sentirte tan mal. Dirás que te lo hemos dicho, pero nunca nos escucharás.  ¿Sabes algo? Yo no voy a jugar. Tendré que aguantar verte por casa, pero no quiero que volvamos a hablar ni nada. Ya paso de todo. Y ahora si sois tan amables, me decís donde hay una parada de autobús. - Abraham se puso en pie a mi lado. He de reconocer que me dio algo de miedo.

- Mariposa.- me llamó

-¿ Qué qui... -  Y me besó. Y no se por qué no me aparté. Yo solo sentía que debía estar ahí.

-  Quédate. - me pidió.

Nick se fue y yo aún no había dicho nada. Me quedé muda literalmente. No se por qué Abraham me había besado ¡ y que beso! 

-¿ Por qué lo has hecho ?- pregunté cuando fui capaz de articular unas palabras. 

- ¿ El qué?

- Abraham, sabes a qué me refiero.

- No, no lo sé Dímelo tu .- me pidió. 

- Sí lo sabes.

-  Tal vez. Sólo tienes que decirlo.

-Abraham .-dije. 

- Dime mariposa.

-  Me has besado.

- Y tú no te has apartado.

-  Tú has empezado.

- Y tú lo has continuado .

-Yo no soy como todas. 

 -Nadie ha dicho que seas así. Tu eres diferente. No te quiero solo para divertirme- justo al decir eso me vino a la mente lo que querían los hombre esos. 

- ¿ Era yo ? - le pregunté.

- ¿ El qué ?- preguntó sin entender nada. 

 -Lo de la diversión, ¿era yo?- A Abraham se le tenso la mandíbula y asintió.

-  No te va a pasar nada, lo sabes, ¿no?

-Lo sé- dije no tan segura.

- Miarame - dijo en tono cariñoso. Lo miré- mientras estés con nosotros no te pasará nada. No voy a dejar que te toquen.

- Yo... 

-Tú...

- Estoy confundida. Mi cabeza está en muchos lugares y momentos. Estoy intentando entender esto.

-  Intentaré explicártelo todo con muy pocos detalles. 

-  No sólo estoy confundida en esto, también en lo del beso.¿ Qué somos nosotros? - le pregunte.

- Pues somos seres humanos, más concretamente personas. - rió.

- ¿ En serio ? Creía que éramos piedras. Gracias por la aclaración. - le dije con ironía.

-Venga ya enserio,¿ tú qué quieres que seamos?

- No lo sé.- le dije sinceramente-   No se trata de lo que yo quiera, se trata de lo que ambos queremos. -Entró Nick en la habitación y dejemos la conversación.

- Ya está aquí la pizza - dijo alegremente. - Oh, ¿ Interrumpo algo?

- No, no interrumpes nada.- dije.

-  Sí, si interrumpes. - dijo Abraham 

- Pues me voy.- dijo Nick. 

- No tienes  por qué irte. Es tú casa.

 - Podrías...- empezó a decir Abraham.

-  Abraham para.-le dije un poco borde . Y paró, no volvió a hablar en toda la tarde. Se había enfadado o algo. Me daba igual, es bastante grande para saber responder bien

The Eva's ProblemWhere stories live. Discover now