The Eva's Problem

2. Parque de atracciones.

Vimos a las chicas a lo lejos y nos acerquemos a ellas

- ¿ por dónde empezamos ?- preguntó Bea .

- La montaña rusa- dijo Natalie emocionada.

-Yo os espero en el puesto de algodón de azúcar. Ya sabéis, mi lugar preferido. - dije.

- ¿ te da miedo la montaña ? -  me preguntó en un tono burlón.

- no- menti.

-si- dijeron todas a la vez.

- ¿ si o no?-  me volvió a preguntar.

-  no - volví a mentir.

- Si, le aterra todo que le pueda causar algo de emoción. Le da miedo las altura, ir a gran velocidad, las motos... - dijo la que supuestamente era mi mejor amiga- Aún nos sorprende que se haya montado en tu moto.

-¿Algo más que decirle? No sé  tal vez mi talla de zapato o algo- dije molesta. - Si me necesitáis me llamáis. Yo me voy a un lugar donde no tenga miedo.

Me di la vuelta y me dirigí a mi querido puesto de algodón de azúcar.

-¡ Hey  Eva! ¿ Y esa cara?- me preguntó  el chico del puesto de algodón de azúcar, Logan.

- Nada, estoy bien, ¿ y tú ? ¿ Qué tal?

-Ahora que estás  tú  aquí mejor. ¿No está  contigo Zac?

-No, he venido con unas amigas.

-Bueno mejor, así puedo ligar contigo sin que tu novio me moleste.

- ¡ Pero si eres gay ! - reí

-Bueno, eso no significa que no pueda intentar sacarte una sonrisa. Además, eso no lo sabe tu novio.... y ya sabes, me encanta molestarle.

-Logan, te tengo vigilado. Creo que al final acabarás quitando el novio.

Logan era un chico que me hacía reír en cualquier momento. Por eso se convirtió en mi mejor amigo el día que ocurrió aquello. Yo lo único que pensaba era encerrarme y no hacer nada más y él  me hizo darme cuenta de varias cosas. Gracias a él  soy la persona en la que me he convertido.

- Solo necesitaba mi algodón de azúcar. ¿ A qué  hora terminas  tu turno ?- le pregunté.

-Hoy a las 22:00h.

-  Entonces llamo a Zac. No tengo ganas de estar aquí.

Llamé  a Zac, pero al parecer, era más importante acabar la partida de la play .

-¿ Viene ?-preguntó. Negué con la cabeza. - Si quieres le digo a mi jefe que ha surgido una emergencia y nos vamos.

- No hace falta, llamaré  a un taxi.

-¿Segura?

-  Si, no te preocupes. Adiós pequeño unicornio.

-Adiós princesa.

Sali  del parque y fui a la parada de los taxis. Todos se encontraban ocupados y no me quedaba más remedio que esperar.

Alguien me tocó el hombro y allí estaba él  de nuevo.

-¿ Qué haces aquí tan sola ?- preguntó Abraham.

- Nada.

-¿ Estás enfadada?

- Abraham, ¿me quieres dejar en paz?

-¿ Qué te pasa mariposa ? - No sabía como Abraham aún se acordaba de ese estúpido mote que me puso de pequeña. Un recuerdo vino a mi cabeza. Me llamó así por primera vez cuando en el colegio nos preguntaron que queríamos ser de mayor y yo dije que quería ser una mariposa, quería ser libre y bonitas igual que ellas.

- Nada- le respondí

-¿ Vamos a tu casa ?

-No me voy a volver a montar en esa moto contigo.

- Pues tus amigas se han ido ya. No se como piensas volver.

Los taxi se habían ido todos y casi el parque estaba vacío.
Sin decirle nada, me puse a andar en dirección a casa. Iba a tener que andar más de 1h, pero me daba igual. Puede que parezca una niña cabezona y tonta. Pero es que ya estaba cansada de todo.
Iba  andando y escuché  una moto ponerse al lado mía.

- Sube- dijo Abraham.

-No.

- ¿Segura ?

- Si.

Aceleró y yo segui  mi camino. Un coche pitó  y bajó  la ventanilla.

-Hola guapa, ¿ te llevó  a algún lado ?- dijo el conductor.

- No.

-Venga, sube- el tío seguía insitiendo.

-No.

Yo seguía andando y el coche iba a mi lado. ¿ En que momento dije que no me subiría en esa moto ?

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