¿Qué esperar cuando estás esperando? ❁ [Bangtan boys]

❁ Capítulo 39: Él es mi luz

HoSeok

Mis ojos estaban fijos en los cuneros, donde se hallaba mi bebé junto a otros cinco bebés más, que no conocía, pero lo más probable es que también hayan nacido durante la tarde. El padre de TaeHyung se hallaba alejado de mí, pero de reojo podía verlo tomando fotos a HyungSeok y sonriendo de vez en cuando. Mi hijo estaba durmiendo, pero se removía de vez en cuando, como si estuviera buscando una posición más cómoda.

Yo solo sonreí cuando HyungSeok se removió, por quizás, quinta vez en todo ese rato y nuevamente otra foto fue tomada.

NamJoon pareció enamorarse apenas nos dieron el permiso de ver a HyungSeok y yo también lo hice, pues apenas lo vi mi corazón comenzó a latir con fuerza. Mi hijo era precioso, era la personita más preciosa que había visto y tenía ese "algo" que enamora a cualquiera. No sabía si era propio de todos los bebés encantar a los adultos, lo único que sabía era que mi hijo me encantaba, me había atrapado desde el primer momento en que lo tuve en brazos.

- No me canso de verlo. - susurró NamJoon, llamando mi atención de inmediato.

Lo miré sin pensarlo dos veces y él lo único que hacía era mirar a su nieto con los mismos ojos que miraba a TaeHyung, esos ojos llenos de amor y admiración.

- Cuando TaeHyung nació, yo no lo pude cargar hasta un día después. El parto también se había adelantado y yo me encontraba en el extranjero para cuando Haneul dio a luz a nuestro hijo. - comenzó a narrar. - recuerdo que tuve tanto miedo al verlo en los brazos de mi esposa. Estaba temeroso de hacerle daño, de no ser lo suficiente para mi hijo y sobre todo, me sentía culpable por no haber estado para él desde el primer momento. - estuve totalmente de acuerdo con NamJoon, pues definitivamente eso era algo que sentía en este preciso momento; me sentía nervioso, ansioso, algo temeroso de fallarle a HyungSeok y por sobre todo, de fallarle a TaeHyung. No éramos tan diferentes después de todo. - Cuando Haneul murió yo no supe qué hacer, tenía un hijo de ocho años al que solo veía en ciertas fechas y el cual no conocía para nada... Fue en ese momento que volví a sentir el temor, el nerviosismo y la culpa de la primera vez, y aunque no lo creas, hoy volví a sentirlo de nuevo, después de tanto tiempo volvía a sentir temor, no solo de fallarle a mi hijo, sino de perderlo. Sé que me entiendes, HoSeok. - y solo en ese momento se atrevió a verme. - porque tú también eres padre y estoy seguro de que de ahora en adelante harás hasta lo imposible para quitar las lágrimas del rostro de mi nieto. No importa cuánto pase o cuántos hijos tengas, solamente tendrás un HyungSeok a lo largo de tu vida, al igual que un solo temor, que será perderlo.

Y por primera vez en todo el tiempo que conocí al señor Kim, sentí que estábamos en la misma sintonía.

No dudé ningún segundo en acercarme y darle un fuerte abrazo, mientras este me decía que no podía haber escogido mejor persona que yo para confiarle la seguridad de su hijo y nieto.

Una vez que nos separamos volvimos a ver a HyungSeok, quien ahora se había movido, nuevamente, para seguir durmiendo.

Mi padre llegó poco tiempo después, dándome la noticia de que ya habían trasladado a TaeHyung a una habitación y que lo más probable es que se llevarán a HyungSeok para allá. Yo solo pude sonreír y abrazar a mi padre, me encontraba algo sentimental, por lo que este me comprendió y correspondió. Después de eso fue tiempo de presentarle oficialmente a su primer y único nieto, por el momento. Papá también se enamoró de HyungSeok apenas lo vio.

Ahora éramos tres hombres que miraban una cuna fijamente y admiraban al bebé que parecía buscar algo o a alguien en quien refugiarse.

[❁]

Ya entrada la noche, HyungSeok fue trasladado a la habitación de TaeHyung, al igual que se me permitió el pase a esta misma. Mi padre había insistido en que él se encargaría de vigilar a Tae toda la noche, pero me negué, pues yo quería estar junto a mi familia en todo momento.

Ya estaba acostumbrado a dormir en mi centro de trabajo, lo había hecho muchas veces desde antes de graduarme, por lo que no había problema por pasar la noche junto a mi esposo. Sí, eso es lo que había pensado anoche antes de quedarme dormido en el pequeño sofá de la habitación de TaeHyung.

- ¡Oh dios! - prácticamente grité al colocarme de pie y hacer algunos ejercicios de estiramiento. Mi espalda dolía y sentía que no había dormido nada.

- ¿Dónde está HyungSeok? - y la voz, algo ronca y cansada, de TaeHyung no era algo que me esperara.

Rápidamente me dirigí hacia mi esposo, tomando su mano entre las mías y besándola. TaeHyung había despertado.

- Cariño, despertaste. - dije más que emocionado.

- Quiero ver a HyungSeok... - en esta ocasión me lo ordenó y por primera vez me sentía feliz de recibir y acatar sus órdenes.

Me dirigí hacia HyungSeok, quien no se encontraba muy lejos de donde se hallaba TaeHyung y con mucho cuidado lo tome en brazos, sintiendo de inmediato como se removía. Estaba seguro que iba a empezar a llorar y así estaba por hacerlo, sino fuera por TaeHyung, quien le hizo un espacio para tenerlo junto a su pecho.

- Aquí estoy, mi amor. - susurró, a lo que HyungSeok simplemente se calmó. Me asombré, pues aunque muchas veces escuché que los bebés se calmaban con tan solo escuchar la voz y los latidos de su madre no había sido testigo de esto... hasta el momento. - Es tan precioso... - volvió a hablar mi esposo, acariciando la mejilla de nuestro bebé.

Me agaché, para estar a la altura de mi esposo e hijo, apoyándome en la camilla para verlos mejor.

- ¿Sabes algo? - me preguntó, manteniendo su vista fija en nuestro bebé. - Desde muy pequeño, mi madre me dijo que en algún momento de mi vida iba a encontrar a una persona que hiciera de mi vida una aventura, que me entregaría luz o se convertiría en mi guía en los momentos más oscuros de mi vida... - Tae me miró y rio. - pensé que esa persona eras tú, pero cuando vi a HyungSeok supe de inmediato que me había equivocado. Él es mi luz, HoSeok, él es ese brillo que mi vida necesitaba, HyungSeok le está dando sentido a mi vida... me está sumergiendo en una desconocida y sorprendente aventura.

No pude evitar llorar, y colocándome de pie, le di un beso en la cabeza a mi esposo, para luego hacer lo mismo con HyungSeok.

- Ustedes son mi luz, TaeHyung, tú y HyungSeok complementan mi vida, y de ahora en adelante, mi día a día.

TaeHyung sonrió y estirando sus labios, me pidió un beso... un beso que le di.

Uno nunca sabe qué esperar en estas circunstancias, yo jamás esperé pasar por un gran susto como el que me llevé con TaeHyung, pero tampoco esperé ni mucho menos creí ser tan feliz como lo era en estos momento mientras veía a mi hijo en brazos de TaeHyung. Definitivamente hay muchas cosas que uno nunca espera, pero que llegan a sorprenderlo. Y así es la paternidad, a decir verdad, un día piensas que estás completo, que tienes todo lo que quieres, pero al día siguiente estás tan feliz de ver a tu hijo que sientes que tú corazón saldrá de tu pecho.

¿Quién cree que este es el final?

Les juro que este capítulo iba a ser subido a las tres de la tarde, pero Wattpad se puso medio loco y no me permitía publicar el capítulo, so aquí nos encontramos.

Imagen en multimedia:
https://pin.it/7fzMlpv