❁ Capítulo 37: Comprometido

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YoonGi

Prácticamente me resbalé y aparecí en el suelo, no tan lejos de la habitación donde se encontraba mi esposo e hija, pero en mi desesperación, parecía estar miles de kilómetros lejos de ellos. Me levanté como pude y limpié mi sudor de la frente con la manga de mi "refinado" traje, según mi manager.

Había viajado durante horas para llegar hasta el aeropuerto de Seúl y había tenido que esperar otra media hora para llegar a la clínica donde se estaba atendiendo mi esposo. Realmente fue una tortura y aunque viajamos en un avión privado, eso no quitaba lo exhausto que me encontraba y lo ansioso que me sentía por conocer a mi hija, especialmente desde que mi madre llamó para decirme que la bebé era muy linda y que se parecía a mí. Tuve que colgar, pero todo fue porque sus palabras me pusieron más ansioso y lo único que quería era llegar a como dé lugar.

Y aquí estaba, delante de la puerta que me separaba de JiMin y mi hija. Realmente me sentía nervioso, hasta podía decir que toda la ansiedad había desaparecido y sido reemplazada por el nerviosismo.

Respiré hondo y giré la perilla de la puerta, para luego abrirla y empujarla.

Siempre pensé que el momento más hermoso de toda mi vida fue cuando conocí a JiMin por primera vez, estaba seguro de que conocerlo fue el mayor regalo que pude recibir, pero estaba totalmente equivocado, porque el momento más hermoso de mi vida lo estaba viviendo ahora mismo: al ver a mi esposo con mi hija en brazos.

Cerré la puerta con lentitud una vez que entré y me quedé de pie, embelesado por tan bella imagen. JiMin no se percató de mi presencia y no lo culpaba, pues con ese angelito que traía en brazos yo tampoco me percataría de nadie más.

Caminé a paso lento hasta llegar a mi novio y solamente cuando estuve a cinco pasos de reunirme con ellos, JiMin levantó la mirada.

— Llegaste... — susurró.

— Llegué...— afirmé, viendo desde lejos a mi pequeña princesa. Sí se parecía a mí, pero definitivamente tenía algunos rasgos de JiMin y eso era maravilloso. Me acerqué cuando sentí que no era suficiente con verla y JiMin me hizo un espacio en la cama, tratando de no despertar a nuestra hija en el proceso. — Lo hiciste bien, cariño. — volví a susurrar. No quería gritar ni levantar la voz, pues mi hija estaba durmiendo y no había mejor espectáculo que este.

— Te perdiste su nacimiento. — JiMin me miró, por no decir que me estaba regañando, pero al final solo sonrio y se apoyó en mi hombro. — Todavía no tiene nombre, tuve que hacerme el fuerte para no convencerme de que el nombre de tu madre era el correcto para nuestra hija.

Reí y JiMin también lo hizo, acto que fastidió a nuestra hija, pues se removió incomoda y frunció su ceño.

Shh~ — JiMin comenzó a moverla lentamente, por lo que la bebé se calmó y pareció volver a caer en el mundo de los sueños. — Tu madre dice que se parece a ti cada vez que se enoja, llora o incluso cuando hace popo.

— ¿Qué? ¿Por qué cuando hace popo? — esto ya no me causaba gracia.

— Porque ella fue quien le cambió de pañal por la noche y me dijo que colocaba la misma cara que tú cada vez que llorabas. Ustedes tienen más cosas en común de lo que piensas.

— ¿Dónde está mi madre? Le pienso prohibir las visitas a mi hija y que ni-

— Ya cálmate, señor gruñón. Ella se ha ido por un cambio de ropa y me aseguró que estaría aquí por la tarde, para pasar nuevamente la noche conmigo.

— Aún no sabes cuándo les darán de alta. — pregunté, esta vez acariciando la mejilla de mi bebé y viendo cómo, efectivamente, fruncia su ceño. Sí se parecía a mí.

¿Qué esperar cuando estás esperando? ❁ [Bangtan boys]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt