Algo decidido metí la nota a mi bolsillo delantero y cerré mi casillero llamado la atención de quienes pasaban casualmente por ahí. A pasos rápidos me dirigí hasta las escaleras cerca de donde estaba y comencé a subir.

Las manos me sudaban, mi respiración había comenzado a agitarse y yo solamente podía escuchar los latidos de mi corazón golpear violentamente mi pecho. Y se preguntarán porque. Simplemente porque algo importante en mi vida estaba apunto de irse, tal vez quedarse, pero lo dudaba bastante.

Respire hondo y con mi temblorosa mano giré la perilla de la gran puerta que se abrió a mis ojos casi al instante. Los rayos del sol me golpearon directamente al rostro cegándome por un momento. Camine algo tímido y busqué con la mirada a Jaehyun pero no veía a nadie cerca.

—¿Ja-jaehyun?— llame su nombre algo nervioso.

—Vaya que eres alguien fácil de convencer— el pelirrojo aplaudió a medida que salía de su escondite— ¿Enserio esperabas a Jaehyun?— pregunto con maldad.

—Debe ser una broma— murmuré— No tengo tiempo para esto, será mejor que me vaya.

Resignado a seguir en ese ambiente que solo me hacía daño giré sobre mis talones para poder salir de una vez por todas de ahí. No dejaría que nadie me humillara de nuevo, menos ese odioso chico. Pero al ver dos chicos grandes en altura bloquear la puerta frene en seco.

Esto está un poco raro...

¿No te parece un poco infantil?— pregunté a medida que me daba la vuelta— Taeyong, deja este juego de niños y déjame salir.

—No, no lo haremos— dijo otra voz— Primero nos aseguraremos que entiendas algo.

Era Mark.

—Y-yo...— trague saliva— Seguro quieren que me aleje de Jaehyun y quiero que sepa-

—Tranquilo, no tienes porque estar asustado— rió Taeyong asustándome un poco— Solo vamos a conversar.

Pero no dije nada, lo único que pude hacer fue encogerme de hombros y mirar al suelo.

—Tu puedes seguir apegado a Jaehyun lo que quieras, no te obligaré a que te alejes— de nuevo hablo— El problema aquí es que, él es quien no quiere estar contigo.

Lentamente mi mirada fue a dar al pelirrojo mientras un dolor se instalaba en mi pecho. Tenía que ser mentira, ¿cierto?

—Desde que éramos unos niños, después de defenderte aquel día que jugábamos en la calle— ahora Mark era quien hablaba— El nos dijo que solo se acercó por... ¿lastima?— río cruelmente.

—Y es cierto, Mark y yo fuimos los que estuvieron a su lado siempre. El nos contaba todo pero al momento de hablar de ti, el simplemente sentía asco. Nos decía que lo hacía porque sus padres lo habían criado bien y tenía que ser amable con todos.

—Paren...

—Pobre de él, tuvo que lidiar contigo todos estos años— el canadiense volvió a reír.

—Es cierto— Taeyong se acercó a mi rascando su mentón algo dudoso—¿Hasta cuando vas a dejar que los demás solucionen tus problemas? El mundo está cansado de personas como tú, llena de miserias.

(∂ + m) ψ = 0 • [JaeDo]Where stories live. Discover now