Eternal Fire [Completa/En Corrección]

No habrá piedad

Había pasado un buen rato desde que Luna se fue, todos estábamos preocupados por lo que ocurriría, yo no podía parar de morderme las uñas.

—Tranquila Mía, todo saldrá bien.—Khris había estado todo el día intentando tranquilizarme—.

—Ojalá que si, pero no puedo evitar sentirme angustiada.

—Lo sé, yo siento tanta presión que me duele el estómago.

—Si necesitas ir al baño, sal de la cueva por favor.

—Si, quizá lo haga.

Los demás improvisaban juegos, hacían comida, contaban historias y algunos chistes.

—Siento que hay algo que no estamos viendo, algo esta sucediendo mientras nosotros estamos aquí esperando.

—¿Algo como qué?—me preguntó Khris—.

—No lo sé, pero es algo muy malo.

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Rodwell

—¿Pudiste sanarlo Salomé?¿Está funcionando?

—¿Qué dice?—preguntó Lina impaciente—.

—Dice que Damian y Chimuelo sanarán, pero Aurora ya no tiene esperanzas. Está muerta.

—No puedo creerlo, hemos llegando tarde, muy tarde.

—Creí que solo estaban presos, no que los mataban de hambre. ¡Son unos malditos hijos de perra!¡Los mataré, los mataremos a todos!¡No habrá piedad!

—No habrá piedad, te lo aseguro.

De repente ambas mujeres escucharon un fuerte golpe fuera de la cueva.

—Rápido Lina, llévate al rey y a Chimuelo, lejos, llevatelos.

—¿Pero tú, qué harás?

—Distraere a quién sea que esté ahí afuera.

Lina salió por la fisura, mirando ambos lados, se fue a gran velocidad cargando al rey sobre sus hombros, Rodwell la siguió detrás y se dirigió directo al la zona en donde estaba el Ta-Te-Ti.

Vio a Luna, la hermana de Aurora, parada en la entrada.

—¡Me asustaste!¿Qué haces aquí?

Luna cambió rápidamente de expresión, sonrió con malicia.

—Veo que has intentado rescatar a mi hermana, fue una mala idea.

—¿De qué estás hablando Luna?

Con su vista panorámica, Rodwell logró ver qué varios Guardas de los Crecens salían de detrás de rocas y árboles.

—¿Qué está sucediendo?—aun no podía creerlo—.

—¿Que sucede? Sucede que tendremos que matarte a ti, a tu dulce Mía y a la maldita niña heredera.

Los hombres rápidamente reducieron a Rodwell, la tenían atada de pies y manos.

_¡¿Por qué haces esto?!—preguntó desesperada.

—¡¿Qué por qué hago esto?!¿A caso sabes lo que se siente ser la segunda? Saber que jamás te pertenecerá el trono, que tu propia sobrina tiene más derecho a él que tu misma, siendo una de las hijas de la suprema reina.—gritó furiosa, con resentimiento—. ¡Encima de todo eso, tener que renunciar a los lujos de ser parte de la familia real, para ir a esconderme con los malditos humanos como una rata!