Hermanos

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—Daniel... ¿Qué haces aquí?

—¿Te conozco? Yo no recuerdo haberte visto antes...

No puede ser él.

—Espera, ¿Quién eres?

—Daniel... Ya te lo dije, Soy Aeria, 21 años y no sé que más decirte.

—¿Aeria?

—Aire.

¿Podría ser que exista alguien tan parecido?

—Tengo una pregunta para ti;¿Tienes hermanos?

—De hecho si, raro lo que preguntas, tengo un hermano humano.

¿Humano?

—Te pareces mucho a un humano que conozco, y tienes el mismo nombre. Pero tú estas aquí, y él esta allá.

Al escuchar eso su rostro cambió de expresión, como si arriba en su cabeza, se hubiese encendido una lamparita imaginaria

—Un momento ¿¡Mia!? ¿Me recuerdas?

—No lo sé, no lo recuerdo.

—Me viste dos veces en tu vida, bueno esta es la tercera, y las dos anteriores nunca hablamos, es normal que no me recuerdes.

—¿Quién eres?

—Soy el hermano gemelo de Daniel.

¿Hermano?

—Pero...¿Por qué tienen el mismo nombre?

—Pues yo solía llamarme Cris, pero cuando me trajeron aquí decidí cambiar mi nombre.

¿Esto en realidad está pasando?

—Dios mío, eres completamente idéntico.

Corrí a él y lo abracé tan fuerte como pude, no era Daniel, pero de alguna manera era como estar con él, de hecho olía igual, con un poco más de naturaleza de por medio.

—¿Extrañas a Daniel no?

—Muchísimo.

—¿Pero qué haces tú aquí? ¿Y como conseguiste el Hada? ¿Dónde está Daniel?

—Todo pasó muy rápido, ¿Hace cuánto tiempo que te has convertido?

—Siempre fui Ferrer, por eso nunca me has visto, y si lo hiciste, pensaste que era Daniel.

—Eres idéntico.

—Lo sé, recuerdo que me divertía mucho hablando contigo y fingiendo que era él.—dijo con una sonrisa—.Hace cinco años que no voy a verlo.

Yo no podía creerlo, no sabía, o al menos no me había dado cuenta que Daniel tenía un hermano.

Caminamos juntos hacia la salida, mientras charlábamos. Me pedía que le cuente cosas sobre Daniel, hace cinco años que no veía a su hermano gemelo.

Escuché una rama romperse cerca nuestro.

—¿Escuchaste eso Mia?

—Shh...

Calló, comencé a observar a nuestro al rededor, vi a un muchacho, pero fingí no verlo para darle la oportunidad de atacar. Salió de su escondite con una lanza y le provocó una herida en la pierna a Daniel, grité y rápidamente tomé la lanza, la volteé y se la lancé directo al pecho, observé como caía detrás de los arbustos de nuevo.

—Daniel ¿Estas bien?

—¡Duele, carajo, duele mucho!

—Shh, no grites, podrías atraer más.

Pasé su brazo por detrás de mi cabeza y apoyé su peso en mí, era demasiado pesado para cargarlo hasta la salida.

Rubí, necesito ayuda, tengo que cargar con alguien hasta la salida y es demasiado pesado, luego te explico, ayúdame.

A la orden.

Luego de unos minutos llegó un precioso ser a nuestro rescate, era un bello, blanco y fascinante unicornio.

—Nunca antes había visto un unicornio aquí Mia...

—No hables.

El unicornio se acercó y pasó su cabeza debajo de Daniel, con un poco de esfuerzo logré subirlo, luego me esperó, subí y comenzó a trotar.

—Pequeño, eres increíble.—que dije al bello animal acariciando su pelaje—.

Gracias rubí.

Por nada Madamme.

Llegamos a la salida luego de una media hora, me di cuenta que estuve casi dos días dentro del bosque, pero todo paso tan rápido que no pude notarlo.

Al verme Su Majestad hizo sonar la trompeta provisional, hecha con un crustáceo gigante color coral.

—¡Mia Ávalos ha ganado! ¡Te tenía muchísima Fe!—dijo su majestad azul—.

—Sir.—dije haciendo una reverencia—.

—¡Es hora de la celebración!

_¡No! No quiero celebrar nada, no quiero celebrar la absurda muerte de esos Ferrers, no quiero celebrar haber estado dos días sin darme cuenta dentro de ese estúpido bosque, no quiero celebrar haber estado a punto de morir, sólo quiero irme a casa.

_Lo que tu quieras...—dijo sin comprender, casi con preocupación—.tranquila, son solo costumbres, te adaptarás.

—Si adaptarse a Baj Terra es pelear entre nosotros, matarnos, competir, entonces no quirro adaptarme, creí que aquí había Paz, pero sólo hay guerra.

Su Majestad marecía muy sorprendido por lo que dije, se quedó helado, yo simplemente me límite a intentar bajar del unicornio, pero este se negó y siguió caminando hacia mi casa.

—Mia... Donde estamos... que esta sucediendo...

—Aún estás en un unicornio, no deberías hablar estando en un unicornio.- Dije con una sonrisa-.

Luego de un largo camino lleno de quejas de dolor, paré en la puerta de mi hogar.

Rubí, ven un segundo a la entrada.

Voy.

Rubí llegó a la puerta de entrada y me observó un instante.

¿Quién es el muchacho?

—Daniel.

—¿Daniel? ¿ESE Daniel?

—No... Es una larga historia, necesito que hagas con él lo mismo que hiciste con Damir para que pueda entrar.

—Entiendo, bien.

Rubí los rodeó tal como a Damir y los lleno de brillos zanahoria, que le permitían entrar a Daniel... ¿Y al unicornio?

—El unicornio no es nuestro.

El se quiere quedar contigo, con nosotros. Por cierto, se llama Sophie, y es hembra.

—Oh, hola Sophie, gracias por tu ayuda.

El unicornio relincho cual caballo...

—Hay que entrar, tengo que curarlo.

—¿Qué le ha sucedido?

—Le clavaron una lanza en la pierna y la pérdida de sangre lo dejó inconsciente.

Pero debías asesinar a los contrincantes, no rescatarlos.

—El no es un contrincante Rubí. Es el hermano de Daniel.

Eternal Fire [Completa/En Corrección]Where stories live. Discover now