Un cuento más

35 7 0
                                    

Mia y Daniel estaban paralizados frente al portal desconocido, observaban como ese zapato de mujer pisaba el suelo para ser acompañado por un cuerpo femenino y reconocible para mía; Madamme Rodwell. Rubí había estado a punto de saltarle encima cuando Mia gritó para evitarlo.

_¿Quién es ella?.-preguntó Daniel-.

_Yo la conozco pero ¿Qué hace aquí?

Antes de que Madamme Rodwell pueda responder, del portal salió un hombre grande y rubio, con una imponente armadura, era él, estaba segura, era el hombre que había entrado al departamento de Daniel ese mismo día.

_¡¿Qué hace él aqui?!.-cuestionó Mia enfurecida, se sentía traicionada ¿Por qué Madamme Rodwell traía a este hombre a la casa cuándo por fin estaban en paz?.

_Espera, Mia, no es lo que parece, Lauren....-no alcanzó a decir mucho por qué dos grandes columnas de tierra se elevaron separándolos de los intrusos.

_Mia vete, ¡vete ya!.-le gritó Rian que estaba en la puerta con la mano dirigida hacia las columnas-.

Mia ya estaba dando lentos pasos hacia atrás cuando las columnas se quebraron para luego derrumbarse, sin columnas se podía ver a Madamme Rodwell y a Laurion hablar entre ellos mientras se sujetaban las manos.

_¡Esperen!.-dijo Rodwell.- no vinimos a hacerles daño ni a molestarlos, necesitábamos estar aquí y que nos escuchen.

_¿Qué hace aquí con él?.-preguntó Rian mientras se acerba a la mujer-.

_Rian, pequeño, yo nunca te haría daño, ni a ti ni a ninguno de ustedes, confía en mí.

_¿Que tiene que hacer el aquí?

_Sé que no lo conocieron en la mejor situación pero no es una mal Ferrer, quiere remendar lo que pasó hoy, y yo tengo cosas que hablar con Mia.-dijo lanzándole una mirada-.a parte no habría podido venir sin él, solo los guardias de Baj Terra saben abrir portales.

_¿Y como sabían donde estábamos?.-preguntó Dani-.vinimos aquí precisamente para que nadie pueda encontrarnos.

_Ros me dio esto el día que te fuiste de Baj Terra, el dia que todos se fueron.- dijo levantando una pequeña perla blanca que brillaba más de lo que brillaría una simple perla-. Es una perla mensajera.-aclaró al notar que Mia y Daniel no sabían de que estaba hablando-.

_¿Cómo funciona?.-preguntó Dani asombrado-.

_Luego te mostraré pequeño, sin ningún problema.-respondió Rodwell-.pero ahora hay asuntos más importantes que atender.

Rian se hizo a un lado de la puerta dejando el camino libre con una reverencia para hacerles saber que podían entrar.

_No sabía que era tu casa.- se quejó Dani, aunque realmente nadie le haya prestado atención-.

_¿En dónde está Ros?.-preguntó Laurion-.

_En esa habitación.-le señalé-.

Él caminó hasta la habitación y golpeó la puerta.

_Mia, tenemos que hablar.-me dijo en voz baja mirando a Daniel y a Rian.- a solas.

_De acuerdo, vamos a mi habitación.

Al llegar Rodwell se sentó en la cama y yo me senté junto a ella, me miraba ansiosa, nerviosa, tenía algo importante que decirme y lo noté.

_Mia, necesitaba hablar contigo por qué tengo algo que decirte, sé que esto es inoportuno y que quizá debí habértelo dicho antes pero....realmente no podía hacerlo, lo siento.

_¿Qué es lo que quiere decirme?

_¿Tu recuerdas tu niñez?

_No... no la recuerdo.-¿Por qué me preguntaba algo así?¿Sabía algo sobre mí?.- pero ¿Por qué quiere saberlo?

_Hace ya varios años, una niña flama iba a mi biblioteca a jugar conmigo y leer.

_¿De qué demonios habla?

_Los padres de esa niña, eran los reyes de Baj Terra.

¿Ella sabía sobre mi pasado?¿Acaso ella lo supo todo este tiempo y jamás me ha dicho nada?

_¿Yo era esa niña?

Rodwell asistió ya con lágrimas en los ojos.

_Lo siento tanto niña, te juro que no te dije nada sólo por tu propio bien, ellos te habrían hecho daño no saben que eres ella, cuando te vi llegar, no podía creerlo, había escuchado rumores sobre que una nueva flama y cuando te vi en mi biblioteca no pude decir nada, sabía que eras tu pero no podía hablarlo, no podía decírtelo ¿Y si se enteraban? Te hubieran matado.

_No es posible, es mentira, yo no nací con poderes, me los dio Dios una noche en el amazonas.

_Dios jamás le ha regalado dones a ningún humano.

_Pero yo nunca los tuve...

_Despertaron en un momento de necesidad, nunca los habías necesitado, estaban dormidos.

_¿Cómo puede usted asegurar lo que me está diciendo? ¡¿Por qué está tan segura de que yo soy yo?!

_Yo era muy cercana a tus padres, el día que tu madre desapareció todo cambió, tu padre salió a buscarla y nunca regresó, poco tiempo después los Crecens llegaron diciendo que eran los nuevos monarcas, que Dios los había enviado, que Aurora y Esteban habían renunciado al trono.

¿Aurora? ¿Esteban? Esos eran los nombres de mis padres. Comencé a llorar, es aún más doloroso saber esto, es más doloroso saber.

_¿Y qué sucedió conmigo?

_Antes de ir a buscar a tu madre, Esteban me pidió que cuidara de ti, tu no comprendías lo que estaba pasando, lo hice, viviste conmigo hasta que los Crecens llegaron, sentía que había algo malo con ellos, no confiaba, ellos irrumpieron en mi casa de forma muy violenta, preguntando por ti, por suerte del susto te escondiste, en ese momento entendí que no podía dejarte en sus manos, te oculté y cuando tuve la oportunidad con ayuda de Ros te llevé al mundo humano, tú tenías casi dieciséis años.

_¿Por qué no recuerdo nada?¿Ros sabía todo esto y jamás me lo dijo?

_No podíamos simplemente dejarte en el mundo humano con todos tus recuerdos, cuando te pregunten de dónde eres, quién eres, tú ibas a decir que eras la princesa de Baj Terra, no podíamos permitirlo. No culpes a Ros, hablar una cosa así, no es algo fácil, a mi me costó mucho tomar la decisión de venir aquí a decirte todo esto, ambos tratamos de protegerte.

Aunque sabía que todo tenía sentido, algo dentro de mí se negaba a aceptarlo, borraron mi vida y me dejaron a la deriva...

_Pudieron haberme dejado en la puerta de una iglesia, de un orfanato, podrían haberme dejado en frente a una estación de policía, ¿Por qué me dejaron en un río?

_No te dejamos en un Río, te dejamos en la puerta de la iglesia de Luján. ¿Tu despertaste en el Río? Quizá llegaste ahí por tu propia cuenta y te desmayaste.

No podía procesar todo esto, no quería hacerlo, me negaba. Comencé a sentir una fuerte presión en la cabeza, mi vista se nubló hasta quedarse completamente en negro.







Eternal Fire [Completa/En Corrección]Where stories live. Discover now