02: Ten cuidado con lo que deseas

355 32 8
                                    

Comencé a abrir los ojos, llenos de lagañas y sensibles a la luz. Cuándo mi vista se estabilizó lo único que llegué a apreciar fue el rostro de Daniel, horrorizado.

-¿Dani?

-¡No te acerques! Por dios Mía, ¿Qué te sucedió?

Su piel estaba pálida, sus ojos abiertos de par en par me permitieron ver el reflejo de una gran fogata detrás de mi.

-¡Fuego!¡Fuego!¡Dani debemos irnos, todo está en llamas!

Pero al voltear, todo está bien, no había ningún rastro de incendio.

-¡Que diablos esta sucediendo!¡¿Es una broma?!¡Mía, esto no es divertido!

-¡¿De que hablas?!¡No entiendo que te sucede!¡¿A caso volviste a ingerir sustancias?!

-¿¡En donde está la maldita cámara!?

Estaba histérico, sus gritos podían llegar a atraer animales no deseados.

-¡Daniel!¡Debes tranquilizarte ahora mismo!

Su rostro paso de refrejar miedo a expresar admiración.

-Es tan... Hermoso y horrible.

Me miraba de arriba a abajo. En mi confusión aún no podía entender lo que sucedía.

-¿Qué es lo que sucede Daniel?

Se fue corriendo a mi mochila y sacó un pedazo de lámina, esas láminas de aluminio fino en las que te puedes ver reflejado. La desenrollo y abrió ante mí.

-¡Dios mío!¡Me quemo!¡DANI ME QUEMO!

Corrí desesperada hasta un pequeño caudal y me arroje sin pensarlo. Apenas mi cuerpo tocó el agua, sentí un horrible cosquilleo que se intensificó hasta volverse insoportable, me estaba ardiendo, me ardía como si me hubiera bañado en ácido.

Comencé a gritar desesperadamente, pateando y soltando manotazos hacia todas partes intentaba librarme de ese ardor sin éxito hasta que ya no tuve fuerzas.

Justo cuándo me había rendido sentí unos brazos rodeando mi cuerpo para sacarme del agua y dejarme en el suelo. El dolor agonizante comenzaba a ceder, pero me sentía demaciado débil aún. No podía hablar ni moverme, solo veía un borroso cielo repleto de borrosos árboles.

A medida que mi vista fue aclarando, mi cuerpo fue recuperando su sentir.

-No puedo entender, no encuentro una mísera explicación lógica a lo que esta sucediendo, voy a volverme loco, terminaré en un maldito hospital psiquiátrico, nadie va a creerme. ¡Volvi a caer! No recuerdo haberme drogado, no es posible.

No podía verlo, ni girar la cabeza, pero parecía estar perdido y desesperado.

-¡No debi confiar en ese maldito vendedor!¡Me dijo que eran inofensivas!

Estuve algunos minutos escuchando a Daniel delirar, hasta que me sentí con la fuerza suficiente para mover el brazo. Lo levanté y pude notar graves quemaduras. Enorme fue mi sorpresa al ver que poco a poco se iban cerrando y curando por si solas.

-Daniel...

-¡Mía!¡Estas viva!¡Estaba intentando imaginar una vida sin ti y no lo lograba!

-Mira mi piel, Dani.

Sus ojos se abrieron con sorpresa al notar lo mismo que yo.

-No vas a creerme, pero eso no es lo peor.

Dani extendió en frente de mi una nueva lámina que sacó del rollo que abrazaba con fuerza.

_¡Pero que mierd...!

Esa fue mi reacción ante lo que estaba viendo, una mujer hermosa.
Mi cabello, el cuál era negro azabache, ahora parecía una cascada de fuego, una catarata de lava. Mis ojos verdes, que ahora eran rojos, lograron hacer una excelente combinación con mi cabello. Mis labios parecían irritados. Mi piel parecía arder, como la barriga de un dragón cuando esta a punto de lanzar su deslumbrante llamarada, brillaba. Pero no podía dejar de pensar en mi yo anterior, en esa chica de ojos verdes, pelo negro y piel blanca. Ahora mis pómulos están mucho más definidos, mi rostro redondo e infantil desapareció.

-No puedo creerlo...

-¡Las personas no cambian de apariencia física de un día para el otro Mia!

-No.-dije mirándolo con cara de "Entiendo menos que tú".

-¡¿Cómo es posible?!

-No lo sé... no logro entender.

-¡Tiene que ser una especie de don paranormal!

-Que idioteces dices Daniel.

-¡Estuviste en llamas hasta hace un rato!

-Por eso tengo quemaduras.

-No es así, las quemaduras te las hiciste cuándo te tiraste al agua.

-Esto es imposible...

-Tienes razón Mia, yo creo que comimos sin querer algún hongo de esos raros. Te advertí que los de colores no se comían.

-Yo no comí ningún hongo raro. Dani, no quiero creer que nos drogaste, ¡Te dije que no me metas en tus cosas!

-¡Como piensas que sería capaz de hacer algo así!¡No te daría ni aunque me pidieras!

-Debemos irnos de aquí, ya mismo.

-Mía, estás... otra vez...

Levanté la lámina para poder ver mi reflejo y noté cómo mi pelo comenzaba a encender, mi piel parecía resistir, me sentía cada vez mejor.

-¿No te duele?

Mis ojos se llenaron de lagrimas, en ese momento, no sabía siquiera si mis lágrimas seguian siendo de agua.

-No. Daniel, ¿Que hare ahora? Soy un monstruo, el gobierno me encerrará o matará, ¿Me usarán como entrenamiento?¡No puedo hacer unq vida normal luciendo así!

-Debemos hacerte estudios, ir con un profesional.

-No sé que tan buena idea sea esa.

-¿No puedes apagarte de alguna forma?¡No podemos llamar al helicóptero contigo así!

-¡No lo sé!

-Inténtalo, mentalizate, desea, no sé, ¡Haz algo!

-¡Ya no me grites!

Me senté e intenté relajarme, me concentré lo más que pude, deseé y deseé con todas mis fuerzas volver a la normalidad.

-Mia, esta funcionando. Sigue así, sigue.

Mi fuego se extinguió despacio hasta desaparecer por completo, pero mi cabello y ojos no volvieron a su color natural. Daniel y yo nos quedamos observando la lámina en donde me reflejaba hasta que nos volvimos a dormir, abrazados por la luz de la luna y sus estrellas.

__________________________________
.🌻🌻🌻.

-Mia, Mia despierta, llegó el helicóptero.

Abrí los ojos y el sol volvió a reinar sobre nosotros, dándole vida al amazonas nuevamente, devolviendo la paz a mi sistema.

-Vámonos.

Eternal Fire [Completa/En Corrección]Where stories live. Discover now