Ferrer

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—¿Baj Terra?

—Si, bueno, nosotros somos Ferrers. Esperábamos con ansías tu llegada Mía.—dijo el del traje Gris—.

—Se confundieron de persona.

—¿Ah sí? Pues yo no lo creo, Flamita.—dijo el traje Café—.

_¿Flamita?

—Si, eres una flama, una raza en extinción, sólo hay 3 Flamas, y una está irremediablemente pérdida.—respondió, noté que Ros los miraba con resentimiento—.

—¿Qué es flama?

—¿No es obvio preciosa? Una flama son los seres fuego, tú... ¿Eres una mujer fuego verdad?—preguntó el de azul—.

Después de lo que me había ocurrido en el amazonas, sabía que probablemnte era así, pero no quería decirles, pensaba que no me devolverían a casa si lo hacía.

_No, se han confundido.

_Pues entonces tendremos que llevarnos a ese tan Daniel hasta que aparezca la chica que estaba con él cuando los vimos en el amazonas, podemos divertirnos con humano un rato.—dijo sonriendo el de verde—.

Recuerdo que me enfade mucho ¿Acaso amenazaban con torturar a Dani? Comencé a sentir un calor emanante de mi pecho y mis ojos se volvieron violentos, llenos de ira, noté que mi corazón latía con fuerza, mis manos y brazos estaban preparándose para algo que yo nunca habría hecho antes; Atacar.

—Tranquila Preciosa, sólo era para demostrar que eras una flama.—aclaró el azul—.

Para ese momento, me di cuenta que hablaban como si fueran uno solo.

—¿Y si no lo era?

—Era obvio que lo eras, ¿Cuántos humanos tontos normales tienen ojos color fuego?—respondió—.

—No los llame así.

—Son seres inútiles que lo único que hacen es destruir la creación, la tierra, la naturaleza, son egoístas, engreídos, malvados, destructores, Aquí en Baj Terra los aborrecemos.—dijo el café—.

—Pues yo no lo veo así.

—Usted no ve, señorita.—me respondió ya sin paciencia—.

Le lancé la peor mirada que era capaz de adquirir, una que representaba que sería capaz de matarlo si tuviera la oportunidad.

—Señorita Mia, déjeme acompañarla a conocer nuestro pueblo.

Al voltear veo que hablaba Ros, el hombre fortachón que me llevo allí.

—Tu me trajiste...

—Oh no me mire así señorita, sólo seguí órdenes.—dijo queriendo culpar a los tres chiflados—.

No quería discutir con él, parecía buena gente, aparte ya no quería estar ahí, necesitaba aire fresco.

—Esta bien, vámonos.

Callé con tal de salir de ese lugar, aunque al verlo noté que en realidad era hermoso, parecía el interior de un castillo, pero sus paredes eran de piedras avejentadas rodeadas de enredaderas llenas de hermosas flores. Creí que se trataba de un salón principal, el lugar donde yacía desmayada era similar a un trono con forma de cama, éste estaba en la cima de unas escaleras lujosas. Supuse que yo debía ser importante en ese lugar, pero; ¿Por qué?

—Lo és señorita.

—¿Qué?

—Lo és.

Eso no me tranquilizó, ¿Podía oír lo que pensaba? Yo y mi privacidad cerebral ésperabamos que no sea así.

—Bueno, vamos señorita.

Cruzamos una enorme puerta en forma de pico, del otro lado había una enorme plaza principal techada, llena de flores.

Seres increíbles y hermosos estaban por todas partes.

—¿Le sorprende señorita? Ellos son Witos, seres agua.

La plaza estaba llena de esos seres, casi transparentes, su cabeza parecía una gota de agua, su delicada imagen era preciosa, su fina cara, la cuál se transparentaba con lo que tenía detrás, era hermosa, lo único que no entendía, era la ubicación de sus órganos.

—No tienen órganos, sólo sangre, corazón y cerebro, todo lo demás es agua, de hecho; su sangre es agua.
 
Luego de eso noté que el en verdad oía mis pensamientos, pero estaba tan impresionada que no me importó.

—Increíble.

—Usted tampoco los tiene Señorita.

—¿Qué?

—Use la lógica, si los tuviera la lava que tiene como sangre ya los habría extinguido, su sangre es lava y sólo tiene un corazón y un cerebro, los cuales aún no se sabe, como siguen ahí.

—Genial. No sabía que aquí había lugar para la lógica.

—Deje de sorprenderse, recién empezamos este viaje y aún no ha visto a las demás razas.

—¿Por qué estos seres viven aquí?
¿Por qué existen?

—La pregunta aquí es por que dios creó a los humanos, estoy seguro que lo hizo para darnos más trabajo.

—¿Por qué lo dices? ¿Creen en dios?

—Por supuesto, él es el creador. Bueno como decía, bajo la tierra existen dos facetas de nosotros; los Minerales y los Elementos, cada faceta tiene sus propias razas, seguramente las íras descubriendo tú sola pero si quieres saber más, deberías acompañarme.

Me parecía algo fascinante y me moría por saber más.

—Por supuesto que quiero.

Eternal Fire [Completa/En Corrección]Where stories live. Discover now