Objetivo

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Comencé a caminar hacia mi antigua casa, firme y con una expresión dura, nada me pararía, nada impediría que cumpla mi objetivo, absolutamente nada me causaría miedo.

No pasó ni media hora antes de que el ejército completo del Imperio estuviera detrás de mi cabeza.

—¡Si no se detiene tendremos que usar la fuerza!

...

—¡No haga esto más difícil para todos!

...

—¡DETÉNGASE!

Continúe caminando hasta mi destino, nada me detendría.

—¡Es suficiente!¡Ataquen!

Al oír aquella orden inmediatamente levanté un muro de tierra que detuvo a las más de cien flechas que iban dirigidas hacia mi.

"¿Qué vamos a hacer ahora?"

—Te diré lo que no haré; huir.

Me voltié pero seguí caminando hacia atrás, observé la cantidad de "soldados" que había en ese lugar.

—¡Creí que era un lugar pacífico, pero es una mentira!¡Me hicieron creer que eran puros, me hicieron creer que eran buenos!

—¡Así es, lo somos!

—¡No es así!¡Querían eliminarme solo por qué creen que soy el maldito oráculo!

Una rabia salió de mi interior e inundó mi mente, me sentía engañada, sentía que me habían pintado un cuento de hadas falso, en donde todo era hermoso, todo era fantástico...

—¡No queremos lastimarte!

Ahora el ejército me rodeaba.

Comencé a girar, primero despacio y luego cada vez más rápido, un aro de fuego comenzó a arder a mi alrededor. Las llamas eran tan grandes y espesas que no se podía ver del otro lado.

—¡VENGAN POR MI SI TIENEN EL VALOR DE ENFRENTARME!

En ese momento el aparente jefe de ese rústico ejército cruzó corriendo el muro de llamas. Me observó y comenzó a hacer extraños movimientos con sus manos, la tierra debajo de mi comenzó a temblar, y se hizo una pequeña grieta debajo de mis pies que repentinamente creció lo suficiente como para que yo me cayera dentro, luego se selló rápidamente. Pero ninguno de esos trucos puede derrotarme. Pateé tan fuerte la tierra bajo mis pies que provoque un gran temblor, lo suficientemente fuerte como para derrumbar el sello que tapaba la grieta. Volví a patear el suelo y creció una fina montaña que me elevó hacia arriba.

—¿En serio crees que uno de tus estúpidos trucos podrá detenerme?

Localicé el árbol más cercano y le extendí mi mano, el árbol me regaló dos de sus ramas, luego atraje dos piedras hacia mi, se pegaron a mi Palma como si fuera un imán, le di los ingredientes a Gloria, que me devolvió un increíble arco con una flecha puesta.

Apunte mi hermosa arma hacia el cuello de mi oponente y la clave en el medio de su garganta, comenzó a ahogarse con su propia sangre hasta que finalmente calló. El muro de llamas lo arrojó fuera del círculo.

—¡Es una maldita asesina!.—Oí, pero no hice caso—.¡Se los dije, ella es un peligro para nuestro mundo!

Las llamas comenzaron a bajar lentamente y yo tenía el arco listo para disparar. En ese momento me di cuenta que había otra flecha en el arco que no había visto antes, y la seguiría habiendo siempre, eran infinitas.

Todos me miraban sin hacer nada

El viento comenzó a rodearme elevándome por encima de los demás.

Comencé a escuchar el ruido de las flechas disparadas, pero ninguna podía atravesar el muro gris que el viento formó alrededor mío.

Baje rápidamente al suelo, preparé mi arco y comencé a disparar a todos en todas partes.

Estaba totalmente ciega, estaba asesinando sin culpa, sin miedo, sin vergüenza. Estaba totalmente en llamas, ya no se distinguía mi cuerpo, todas las flechas salían disparadas prendidas fuego, muchas se propagaban por el cuerpo de su víctima.

Cada ves estaban mas cerca de mi, tiré el arco y comencé a usar mis habilidades, estaba totalmente pérdida, no entendía como, pero muchos hombres salían volando, otros terminaban en llamas, otros ensangrentados y otros salían corrían asustados.

Levantaba el suelo, provocaba huracanes y tornados, prendí fuego todo el lugar.

Tanto descontrol estaba haciéndome marear, ya no había nadie de pie ante mi. Comencé a caminar por la carretera esquivando los cuerpos, sin sentir ni siquiera asco, seguí mi camino hasta llegar a la puerta de entrada a mi hogar.

El jardín ya no estaba en llamas, se veía diferente, como si estuviera muerto y abandonado. Lo atravesé y entré en la casa, había un espejo de cristales en frente de la entrada, no pude evitar mirar a través de el, el desastre en el que me había convertido.

Estaba manchada de sangre, tenía los ojos candados, el cuerpo lleno de heridas, aún estaba incrustada la punta de una flecha en mi tobillo y mi cabello estaba apagado, opaco, triste, nunca lo había visto así... Sentía mi cuerpo débil, mis pies comenzaron a relajarse, mis piernas a temblar, mis ojos a cerrarse, hasta que finalmente sentí el frío del suelo.





Eternal Fire [Completa/En Corrección]Where stories live. Discover now