A continuación, les revelaremos el nombre de los criminales capturados, empezando por un hombre de 35 años identificado como Tsukimori Meguro, seguido por...

La puerta de la habitación abriéndose bruscamente tomó desprevenido al azabache.

-¿Tsu-tsukimori?- Kurumi había colocado una mano en la pantalla y miraba fijamente los rasgos del criminal que habían presentado. Pudo comprobar que se trataba de un familiar al detallar que sus ojos tenían el mismo aro amarillo, cosa que caracterizaba a su línea sucesoria desde generaciones- Tío Meguro- su voz empezó a quebrarse y todo rastro de su personalidad radiante desaparecía.

-Kurumi-san, ¿qué s-sucede?- la tomó por los hombros pero ella no quitaba la mirada de la pantalla- ¿Q-Qué te puso tan mal?- puso una de sus manos en su mejilla- Cielos, estás tan fría.

Temblaba demasiado y las lágrimas se hicieron presentes, sin dudarlo se aferró a Tamaki para hallar consuelo. No se creía que uno de los criminales que había capturado la noche anterior era su tío más cercano, pero lo que era más difícil de creer para ella es que estuviera vivo después de la masacre que había sufrido toda su familia donde muy pocos sobrevivieron.

El chico no sabía que hacer, solo podía acariciar la espalda de la pelimagenta cuyo rostro estaba enterrado en su pecho. Poco a poco sentía como se humedecía su camisa, aunque esa era la menor de sus preocupaciones, para sorpresa de ambos, él decidió tomarla entre sus brazos y cargarla hasta la cama. Pensaba recostarla pero ella no quería soltarse por nada del mundo, haciendo el máximo esfuerzo dejó atrás la timidez y le hizo compañía.

-Así que el hombre que pasaron en las noticias es tu tío paterno- preguntó mientras asimilaba lo que ella le había logrado contarle entre sollozos- ¿no sabías que andaba en malos pasos?

-No sabía ni siquiera que estaba vivo- con ayuda de la manga de su uniforme pudo secar algunas lágrimas que seguían saliendo.

-Todo estará bien- puso un mechón detrás de la oreja de Kurumi, por primera vez estaba manteniendo el contacto visual con ella- entonces tú formas parte de la familia de héroes que sufrió un atentado hace 10 años- vio como había asentido ante lo que él afirmó hace unos instantes.

-A-Aún me cuesta hablar de esto pero- colocó su mano sobre la de Tamaki- puedo confiar en que no divulgarás mi secreto, así que te contaré- tomó aire para infundirse de valor- todo ocurrió en una noche donde todos nos disponíamos a dormir, a mi me costaba conciliar el sueño por lo que decidí ir a buscar a mi...- una vez más respiró profundamente para poder decir aquella palabra que se le hacía difícil pronunciar- mi p-papá, para que pudiera leerme un cuento. Justo cuando lo encontré, noté que él se encontraba angustiado mirando a un lugar fijo, no se había percatado de mi presencia. Después observé que había un hombre al que nunca había visto en mi casa, me preocupé así que fui por mi mamá para avisarle, no la encontré y luego un estruendo se hizo presente, ese hombre estaba peleando contra mis familiares y destrozando mi hogar.

Nuevamente las lágrimas salieron y Kurumi empezó a gimotear, su amigo volvió a abrazarla.

-A-Amajiki-senpai, ese hombre asesinó a la mayoría de ellos. Lo peor de todo no fue eso, el motivo por el que nos atacó fue que buscaba quitarnos a cada uno nuestro Don para poder experimentar. Unos murieron durante el experimento, otros lograron escapar y yo estuve encerrada junto con otros sobrevivientes bajo la vigilancia de unos villanos que le ayudaban- de manera involuntaria tomó una parte de la camisa del pelinegro y la sujetaba con fuerza.

-¿C-Cómo lograste salir de ahí?- interrogó con algo de timidez, trataba de no incomodarla.

-Mi tío, ese que viste en las noticias, me ayudó a escapar. Se sacrificó para que pudiera salir con vida y vi como lo habían atrapado los villanos- mordió su labio inferior para contener las ganas de llorar otra vez, recordar esa parte había sido muy doloroso- pensé que había muerto, le lloré por mucho tiempo creyendo que lo perdí para siempre.

-L-Lamento que hayas tenido que ver como fue privado de libertad.

"Lo que más me duele es que yo se la privé al capturarlo. Justamente yo, a la que él le ayudó a conseguir su libertad" pensó, obviamente esa parte no se la iba a contar. Suficiente tenía con que su ahora jefe sepa de ese secreto, que es aún más grande que el que estaba contando. Se encontraba en un gran dilema porque sabía de sobra que él estaba cometiendo un crimen.

-Me has contado de tu tío, pero ¿qué pasó con tus padres?- como era de esperarse no recibió respuesta- No quieres hablar de eso, ¿cierto?- le sonrió con gentileza- No pasa nada.

Cerró los ojos por un momento para acurrucarse contra él, se sentía muy cómoda y su acompañante era muy suave. No duró mucho en esa posición ya que cayó en cuenta que ambos se encontraban en su cama y abrazados, al instante su cara se puso totalmente roja.



La puerta principal estaba siendo abierta, Aizawa como todos los días venía a visitar a Kurumi para cenar con ella antes de irse a patrullar, Present Mic llegaría más tarde de lo habitual. Se quitaba sus zapatos tranquilamente en la entrada cuando de repente escuchó un grito desde la habitación de la joven.

Sin pensarlo dos veces, activó su Don y se apresuró a la habitación derribando la puerta de una patada.

-¡KURUMI! ¿ESTÁS...- la escena que tenía delante lo dejó frío-... bien?

La menor estaba en su cama, tenía el cabello despeinado y los botones de su chaqueta gris estaban desabrochados. Sumado a eso, con las manos extendidas y el estudiante de tercer año en el suelo, todo parecía indicar que había sido empujado por ella.

-Amajiki- el aura de la habitación se estaba poniendo oscura y el héroe profesional tenía una mirada aterradora- ¿qué le hacías a la mocosa?- empezó a tronar sus dedos dejándose llevar por la película que se había montado en su imaginación.

-N-N-No es lo que u-usted cree pro-profesor- se incorporó como pudo en el suelo y buscó refugio detrás de la chica, esfuerzo que fue inútil ya que Aizawa logró capturarlo con su bufanda.

-¡Entonces empieza a explicar que ocurre aquí!- sintió como estaba siendo jalado del brazo.

-Shota, ¡suelta a Amajiki-senpai por favor, él no me hizo nada!- intentó apartarlo del chico pero el mayor era más fuerte y no parecía tener intenciones de liberarlo.

-Hello my family! Ya vine con las com...- dejó caer las bolsas en el suelo- ¡¿qué haces Shota?!

-¡Micchan, ayúdame! 

En esa habitación todo se había vuelto un alboroto por culpa de un malentendido, dejando a tres personas discutiendo y un pobre adolescente que solo quería que lo tragara la tierra. Vaya manera de finalizar el día.

夜空の下の夢 - My Hero AcademiaWhere stories live. Discover now