XIII ☆ El pasado y el amor ☆

Start from the beginning
                                    

Hice una pausa tan larga que Ray consideró que era momento de contestar:

—Mi mamá me dice lo mismo siempre y mi papá la secunda. Nunca he considerado tomar otro camino, la verdad, yo ya me hice a la idea de la situación y simplemente no me apetece renunciar a mi deber, pero sé que tengo la opción. ¿Por qué la pregunta?

Suspiré con pesadez; habíamos caminado por seis calles lejos de la casa y en la siguiente esquina debíamos girar para dar la vuelta por el otro lado y regresar, pero preferí halar a Ray para seguir derecho pues no quería dejar mis ganas de desahogarme a medias.

Ya había obtenido la respuesta de Ray, solo era llana curiosidad sobre cómo tenía él el concepto de la vida que ahora llevaríamos juntos; aun así, quise contarle todo porque no quería guardarme nada sobre mi pasado.

—¿Listo para escuchar sobre mi fracaso amoroso? —dije medio en mofa, aunque se oía un deje triste en mis palabras. Ray asintió, tomando con su otra mano la mía que rodeaba su codo.

—Lo que quieras contarme, todo se queda entre nosotros.

Retiré un par de cabellos de mi cara y sonreí con nostalgia al pensar en Andrew. Suspiré y comencé a hablar:

—Estuve en colegios presenciales desde los once años, antes de eso mi papá temía que me expusiera con otros niños. Sin embargo, cuando iba a empezar preparatoria empezó a dudar de seguirme dejando ir a colegio real porque según él "ya estaba tomando mucha confianza con varias amigas y podía soltar mi secreto en cualquier momento". A mí me gustaba el colegio por interactuar con otras personas, odiaba el encierro en mi casa de antes cuando estudiaba con maestra particular. Si bien sí tenía amigas, no tenía ninguna íntima como para siquiera considerar decirles mi secreto, pero papá no me creía. Nunca lo hizo, de hecho, me cambió dos veces de colegio por evitar que formara lazos fuertes, sin embargo, con la preparatoria estaba más reacio porque decía que estaba en una edad inestable y que ahora todo se podría complicar. Finalmente, tras mucha discusión con mamá, se acordó que seguiría en colegio, pero en uno nuevo, no en el que ya llevaba dos años.

»En el nuevo lugar conocí a muchas personas, pero en especial a un chico, Andrew. —La sonrisa se me expandió—. Inteligente como ningún otro, de voz dulce, hijo menor de una casa de seis mujeres, ojos verdes y piel canela. Al principio no me gustó mucho, pero teníamos muchas clases en común y de vez en cuando hablábamos fuera de ellas. Un día me retó a una partida de ajedrez y como yo no sabía jugar, él me enseñó lo básico. Sabes que aprendo muy rápido y al tercer día ya no me podía vencer ni en una sola partida.

»Él estaba maravillado conmigo por mi manera de vencerlo y me lo decía con frecuencia, que yo era grandiosa, que era bonita, que era brillante, que iba a jugar ajedrez conmigo por el resto de su vida así le ganara en cada maldita vez. —Solté una risita alegre, de añoranza—. Le dije todo a mi madre porque siempre he sido muy unida a ella; cada día que algo bonito pasaba llegaba emocionada a contarle, le decía lo mucho que me gustaba Andrew, le hablaba de cómo me hacía sentir y ella me sonreía enternecida con todo. También le contaba a mi papá aunque menos efusivamente, a él solo le decía que me gustaba y que saldría con él y siempre me dio permiso sin mostrar gran interés.

»Por primera vez empecé a ver apetecible la idea de decirle a mis padres que quería una vida normal, no una de bruja comprometida, pero no se los dije de inmediato, yo solo disfrutaba de ese romance tierno de los dieciséis. —Mi tono bajó y asimismo mi humor—. Decidí contarle sobre mi naturaleza a Andrew sin consultarle a mis padres, quería que él lo supiera todo y luego llevarlo a casa, que los conociera, que se hiciera a una idea de algo serio y largo conmigo. Ser bruja no me evitó armarme mil ilusiones románticas en ese entonces.

Karma de Estrellas  •TERMINADA•Where stories live. Discover now