La no cita que sí es cita

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Pov Miguel
Suspiré abrazando la sudadera que tenía el aroma de mi chinito, me sentía realmente feliz, había pasado un increíble día con él, con mamá Cass y con mi mejor amigo, mi familia de aquí, había sido realmente un buen día.

Aunque en el camino de regreso miré a mi chino abrazar a Marco, no sabía que sucedía, por su parte Marco no quiso contarme, ahora yo ocuparía el papel de vieja chismosa.

—Marco, respeto tu privacidad pero reitero mi autoridad como tu mejor amigo entrando de todos modos —grité abriendo la puerta y ver, lo más raro para mí, algo que nunca esperé ver, pero es que nadie se prepara para ver a su mejor amigo, el alegre y desmadroso, en el suelo de su habitación llorando y abrazándose—, que pedo..., Marco, dime ¿Qué vergas te pasa? —me  acerqué rápido a abrazarlo, era mi mejor amigo, claro que estaría ahí para lo que el necesitara, para todo.

—Nada..a, de verdad nada —eso me recordaba tanto a Hiro que me hizo enojar, la diferencia era que yo había crecido y conocía a Marco como él me conocía a mí.

—Chingas a tu madre si crees que te voy a dejar así, dime qué vergas paso, ¿A quién mato?—escuche su risa y eso me calmó un poco, seguía el mismo Marco ahí—, ¿Entonces?

—Me rechazaron, pero descuida, sólo un bote más de helado y ¡Marco de la Cruz regresa y más diva y vergas que nunca!, pero por ahora estoy fuera de servicio, la máquina de pendejadas no funciona hasta nuevo aviso —sonreí levemente, negando, él seguía diciendo todo eso a pesar de que se sentía tan mal.

—¿Quién fue?—tenía mis sospechas que era el chino con cara de odio al mundo, pero necesitaba que escucharlo de mi amigo, necesitaba saber que pasaba.

—No es importante wey—negué sentándome a su lado, ¡Claro que era importante si hacía llorar a mi hermano!

—Nelson, dime quién fue, si importa —di caricias en su cabello, lo conocía, mi amigo realmente estaba sufriendo, le dolía muchísimo, y no iba a dejarlo así.

—Kyle—en primera era algo fuerte, dijo su nombre en vez de "el apodo", segunda volvió a estallar en lágrimas, no mames qué le iba a dar una madriza a ese wey o ayudar a Marco a hacerle un amarre, cualquiera de las dos—, pero, estoy bien, en serio, sólo un poco más, todo va a estar bien..., todos van a estar bien—de acuerdo, me había perdido mucho ¿Todos? ¿Quiénes todos?, ¿Había algo más además del cocinero?

—¿Qué otra cosa sucede además de Kyle? —murmuré atento, había algo más que lastimada a mi amigo, algo que realmente lo estaba lastimando—, ¿Marco?

—Nada, todos van a estar bien, sé que sí, lo prometieron—no estaba entendiendo nada, sentí el peso de mi amigo en mi hombro, se había quedado dormido por las lágrimas, pero ¿Quiénes eran todos? ¿De qué estaba hablando?

Recosté a Marco cubriéndolo, era tan raro y de alguna manera algo en mi pecho dolía, ver el rostro de mi hermano de siempre, así de ¿cansado?, sus ojos hinchados y rojos por el llanto, su nariz también estaba roja, se habían quedado las marcas de lágrimas, no entendía que pasaba, que le pasaba.

Fuera lo que fuese lo iba a descubrir, había algo aparte del chino, e iba a descubrir que era.

....
Sentí mi celular vibrar, ¿ya era de día?, respondí adormilado escuchando la voz más bonita del mundo, de mi chino que al parecer estaba igual de dormido que yo, supongo que mamá Cass lo hizo hablarme.

—¿Pasamos por ustedes a las nueve? —su voz adormilada fue lo único que necesite para que mi día empezará bien.

—Claro, los veremos abajo —sonreí y escuchar un "listo tía Cass, dijo que sí" y luego que colgaron, era realmente adorable.

¡Que no soy chino! (Higuel)Where stories live. Discover now