Barrera baja

1.7K 267 15
                                    

—Regresé— entré a la cafetería mirando a Miguel—, ¿No deberías estar en la escuela?—murmuré curioso.

—Bueno, tuve un evento en la mañana, así que se puede decir que por hoy invertí mi turno, ¿y tú? no has venido a dormir chino, ahora quiero que vayas a dormir—miré con gracia su intento de verse serio, pero por favor, ¡trae el mandil rosa!

—Claro señora Nesbitt —sonreí burlón y ver sus mejillas rojas, en eso me sentí nervioso—, ¿dónde... dónde está la tía Cass? —murmuré intentando ignorar mis nervios.

—Está haciendo una entrevista de trabajo a la vacante..., pero se veía un poco nerviosa— su voz me alarmó, así que básicamente le aventé mi mochila a Miguel y subí a ver a mi tía, realmente no logré pasar de la entrada, sentí que mi mundo giró por completo, quería vomitar, no sabía si me iba a desmayar, seguro sí, Baymax estaba en la base, me arrepentía de no haberlo traído conmigo, debí haberlo traído.

—¿Ta-Tadashi? —susurré bajito y ver que mi tía me miraba, su expresión, no sabía cómo tomarla, como descifrarla.

El chico se dio vuelta, quería llorar ahí mismo, no, no era mi hermano, pero al verlo de alguna forma mi cerebro creía que era él, el chico se levantó y se acercó a mí, era casi igual que mi hermano, a excepción de su mirada, era como Marco con Miguel.

—Soy Kyle, Kyke Takachiho —su voz no era igual a la de Tadashi, eso me dio algo de felicidad—, un gusto —estreché su mano, no sabía que sucedía, mi cerebro no funcionaba como debía.

—El ocupará la vacante de cocinero—la voz de mi tía me sacó de mis pensamientos y me separé —. ¿Todo bien Hiro?

Claro que no, había una persona idéntica a mi hermano, era un golpe muy bajo para un momento sensible, ¡hace apenas unas horas había llorado!

—SÍ, sólo vine por unas hojas, debo volver al trabajo, un gusto—murmuré corriendo a mi cuarto y tomar ropa, unos papeles y recordar que mi mochila se la dejé a Miguel—. Mierda...—susurré para mí y correr abajo—. Miguel, mi mochila.

—Al lado de la mía—respondió sin mirarme, fui donde dijo tomándola, saliendo corriendo hacia arriba y guardar mis cosas, necesitaba alejarme.

—Chicos, los veo en la base, no tarden—mandé mi mensaje de voz y correr, no me sentía bien.

....
—Déjame ver si entendí, ¿hay un chico en tu casa, que va a trabajar como cocinero, que es exactamente igual a Tadashi?—la voz de Fred me resultaba incluso molesta, no debía remarcar los hechos.

—Si, salvo por su mirada, Tadashi tenía la mirada dulce, él la tiene seria, pero supongo que si en algún momento la suaviza podré ver a mi hermano y ¡ahhhhhhg!— azoté mi cabeza contra la mesa, sí, lo admito había dolido demasiado, pero era lo que menos sentía ahora.

—¿Hiro?, en la escala del uno al diez, ¿Cómo calificarías tu dolor?— la voz de Baymax me hizo ver de nuevo al frente.

—¿Físico o emocional?—suspiré levantándome y quitarme mi sudadera, amarrándola a mi cintura, no sabía que pensar ahora.

—¿Hiro, estás bien?—sí, fue de las preguntas más estúpidas del día.

—No estoy seguro..., estoy confundido y no sé, siento pánico—murmuré volviendo a sentarme y ver a Honey buscando apoyo—. ¿Volvemos al tema inicial?, necesito olvidarme ahora del tal Kyle.

Mis amigos no dijeron nada, supongo que hablaban con sólo verse, luego imágenes aparecieron mostrando todo.

—Bien, hasta ahora tenemos esto de información, no es mucha, pero ya tenemos por dónde empezar —Gogo empezó a hablar, quería terminar con esto rápido.

Fin pov Hiro

....

—A chinga, a chinga—un azabache se encontraba buscando su sudadera roja, no hacía frío, pero recordaba haberla dejado junto a su mochila—madres..., ¿la habré dejado en la universidad? según yo si la traje—el menor hablaba consigo mismo mientras buscaba la sudadera roja típica de él.

—¡Migueeeeeeeeel!— el mexicano mayor entró mirando a su mejor amigo— ¿Y ahora tú?—preguntó viendo a su amigo que buscaba un poco desesperado su sudadera.

—No encuentro mi sudadera, según yo si la traje, pero no está— el mexicano hacía puchero intentando recordar.

—Ya estás muy grandecito para perder una sudadera, no mames...—antes de terminar el mexicano mayor se quedó un poco congelado al ver al chino mayor—, no mames, ¿desde cuándo hay otro chino? —murmuró bajo para su amigo.

—Es Kyle, trabaja aquí, está a cargo de la cocina ¿Y dónde está mi sudadera?—habló un irritado moreno buscando.

—¿Pasa algo Miguel?—la señorita Cass se hizo presente, una mirada preocupada acompañaba a la mayor. Había notado la aura desesperada del moreno.

—El niño perdió su sudadera —habló con simpleza Marco mientras el mencionado hacía puchero.

—¿Una roja con gorro?—preguntó el asiático mayor, un mexicano sonrió emocionado y con ojos brillantes.

—¡Si, esa mera!, ¿Dónde está? —preguntó un emocionado mexicano, tal vez la dejo en otro lado y no se había dado cuenta por lo despistado y pendejo que es.

—¿No es la que se llevó Hiro puesta?—la cara del mexicano cambió totalmente a confundido, avergonzado y emputado.

Mientras que Marco evitaba reírse, Kyle no entendía y la señorita Cass se emocionaba.

—¡Puto chino pendejo!—habló enojado cruzándose de brazos—, al menos pídela para la otra cabrón.

—¡JAJAJA! y el wey decía que no estaba celoso—la risa escandalosa de Marco hizo que el brillo en los ojos de la mujer mayor se hiciera más notorio, la confusión en el rostro del asiático aumentó y mientras el enojo del mexicano había desaparecido siendo remplazado por un sonrojo y nervios—, Ay Miguel, tal vez tú no quieres novia, pero hay un chino que ya te quiere amarrar— de nuevo la risa del mexicano mayor puso más nervioso al más joven .

Debía ser una equivocación, él no podía gustarle al chino ¿o sí?.

¡Que no soy chino! (Higuel)Where stories live. Discover now