Se busca chino

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Pov Miguel

—Oye pinche chino, sube para que hables con...—miré la habitación que estaba vacía, no había nadie, ni el robot adorable—, ¿Qué pedo? —me acerqué mirando unas computadoras raras y metales—. Chale— murmuré viendo que no había ni una notita del más bajo—. Según mamá Cass debería estar aquí abajo, verga—susurré mirando que estaba abierta la entrada—, ¡chino!, si te vas a ir, al menos cierra cabrón, un día te van a robar—murmuré dispuesto a bajar la ¿Puerta? del garaje, pronto vi una explosión que me hizo sentir un escalofrío, debía encontrar a ese chino antes de que algo malo le pasara y en consecuencia a la señorita Cass.

Salí corriendo, mandando un mensaje a mi amigo "distrae a mamá Cass, debo encontrar al chino", tal vez no debería importarme, tal vez no debería entrometerme, pero algo me hacía imposible ignorarlo, tal vez sea algo en el más bajo o evitar ver llorar a la única persona que ha sido cálida conmigo, no lo sabía.

Aunque no iba a perder tiempo en pensarlo, debía encontrar al chino mamón, si algo le pasaba no soportaría ver a la señorita Cass llorar otra vez, y si no era nada grave yo mismo le iba a meter un putazo por pendejo.

Terminé en el centro de la ciudad donde había nuevamente los chicos de disfraces de colores peleando con un robot más grande.

—Debes irte de aquí, está zona no es segura —miré al pequeño robot volador —. ¡Minimax se encargará de patear retaguardias, por la seguridad!

Eso me hizo soltar una risita, pero no podía detenerme.

—Necesito encontrar a alguien —dije nervioso y ver que contra mi venia el chico de armadura morada—, ¡Ah!, puta madre, dolió un chingo —miré a quien estaba en mis brazos—, ¿Oye estás bien?

—Debes irte —su voz me resultó un poco familiar pero lo ignoré— Debes irte, no es seguro estar aquí —antes de siguiera poder decir algo una gran explosión se hizo presente causando que me sintiera aturdido mientras abrazaba a quién tenía en mis brazos en un reflejo, aunque todo fue mucho peor cuando se disipo el humo, una chica estaba muerta frente a mí—. Maldición —la voz del chico me hizo verlo, se veía cansado y a nada de desmayarse. 

—Hiro—susurré el nombre del chino y todo se volvió negro.

Fin pov Miguel

Por Hiro
Me giré con sorpresa mirando quién era el joven y reconocer al moreno menor, además, eso no era todo, había dicho mi nombre, ¿Me había reconocido? imposible, además de eso ahora tenía el problema mucho más grande con la persona que estaba bajo la armadura de metal y circuitos.

—Hiro, ¿Qué haremos? —la voz de Honey me hizo salir de mis pensamientos y ver a Miguel.

—No tengo idea...no ahora —susurré por el transmisor y cargar a Miguel, vaya que pesaba—. Ya se me ocurrirá algo chicos, los veo en mi casa en veinte, tengo otra situación—miré a los amigos quienes asintieron, yo me adelantaría y ellos se encargarían de lo que acababa de suceder—. Vamos amigo, hay que llevarlo— dije subiendo a Miguel a Baymax y volar rumbo a casa encerrándonos en el garaje—. Rápido—repetía bajo con nerviosismo quitándome mi armadura y la de Baymax y guardarlo en cajas para esconderlas.

—Hiro, necesitas asistencia médica—la voz de mí amigo me hizo ver al moreno—. Él se encuentra bien, sólo tuvo un desmayo a causa de la impresión, despertará en unos minutos o puedo despertarlo ahora.

—No Baymax, ahora necesito que me ayudes, necesito una buena excusa no sólo para tía Cass, sino también para Miguel—murmure viendo al mexicano acostado en el suelo "joder, hasta así se ve bien"—si alguien pregunta, fuimos a comprar materiales ¿de acuerdo?

Miré a mi amigo quien sólo parpadeo, estaba de mi lado, demonios, ahora debía mantener a salvo a tía Cass, no podía permitir que hubiese más gente inocente lastimada, ya eran dos muertes, ¿A qué se refería?, no quería pensar en eso, pero era necesario, ahora mis trabajos debían pasar a segundo plano, tenía una prioridad mucho más grande.

—Verga mi cabeza —volví mi vista al moreno quien despertaba—, ¿Qué pasó?

—Te desmayaste—murmuré simple mientras Baymax lo escaneaba—, no tienes nada grave, pero fuiste un imbécil al salir, ¿Por qué saliste? y específicamente fuiste hacia las explosiones— mi voz ahora era de enojo, debía evitar otro accidente.

—¡Pues a buscarte pinche chino!—miré sus ojos y quedarme así un rato, eran chocolate, eran profundos y sentía que me perdía en ellos, ¡Control Hamada, Control!—, ¿Dónde estabas?, fui a las explosiones para evitar que algo te pasara pendejo, si algo te pasa la señorita Cass volverá a llorar, no te diré irresponsable porque no puedo decirlo yo, pero por Dios, se cuidadoso—giré a ver a mis amigos quien ahora nos veían.

—¿Te esperamos en el auto o vamos a hablar aquí?— la voz nerviosa de Wasabi me indicaba que debíamos movernos.

—Hiro, hay que irnos—la voz de Gogo me hizo volver mi vista a Miguel.

Su rostro estaba enojado, pero a pesar de eso había algo que no sabía que era.

—Andando —murmuré levantándome y tomar las cajas donde estaban mi traje y el de Baymax —, Miguel, puedes quedarte el tiempo que gustes—dije serio caminando al auto.

—Ni madres cabrón —sentí como la caja de fue al suelo y me arrastraba dentro—. No vas a salir a ninguna parte hasta que hables con tu tía.

—¿Qué te sucede?, déjame en paz, maldita sea tengo cosas que hacer—intenté zafarme de su agarre, maldito, sí que era fuerte—. Hablaré con ella, en otro momento, ahora suéltame, ¡Miguel!

—Ahora te jodes, vas a hacer esto y luego te vas a donde tus patitas quieran —antes de darle cuenta ya estábamos llegando a las escaleras.

Maldición

Fin pov Hiro

Mientras sucedía esa cómica escena entre ambos menores, el resto del equipo se quedó en silencio apreciando todo

—¿Se dan cuenta que es la única persona que ya logrado domar a Hiro?—la voz confundida y asombrada de Wasabi resonó mientras los otros asentían.

—Llevemos esto, Fred, quédate a esperar a Hiro, los vemos ahí—ahora la coreana tomó el mando, debían hacer algo rápido y un mexicano no lo había permitido con la rapidez que querían.

¡Que no soy chino! (Higuel)Where stories live. Discover now