Adulto, pero no responsable

2.1K 315 53
                                    

El mexicano menor se encontraba incómodo mirando a otro lado de la casa, realmente no quería estar ahí, pero fue por una promesa a su jefa de permanecer ahí hasta que ya no los necesitaran, mientras tanto el moreno mayor aguantaba las ganas de reírse del pobre chico que era regañado por su tía.

—Hiro, sé que eres mayor de edad, pero no puedes ser tan irresponsable, ¿Cómo puedo estar segura de que realmente estabas en casa de Fred con tus amigos y no con alguien más o en otro lugar? ya no eres un niño—la mirada del más bajo de todos estaba baja.

—No tengo por qué mentir a donde voy, Baymax estuvo todo el tiempo conmigo, él puede decirte, si no confías en mis palabras —ahora una actitud un poco altanera se presentaba.

Era en ese momento donde los dos mexicanos se miraron, si ellos decían una pendejada como esa ya no tendrían dientes por el golpe que mamá Elena o Luisa, les hubiese metido por maleducados.

—No se trata de eso Hiro, entiende, nuevamente hay peligro, ahora más que nunca, que sé que eres una persona conocida, que tus proyectos son conocidos y codiciados, me preocupa mucho más—la mirada de la castaña se apagó un poco—. Hiro, eres lo único que me queda, no quiero que algo te pase.

—No me va a suceder nada, se cuidarme solo, además de que mi trabajo está totalmente separado de mi vida personal, eso incluye el no ponerte en riesgo, si es que lo hay—había mucha tensión, eso no se podía negar, ambos morenos no sabían que hacer, habían prometido estar ahí, ahora se arrepentían y mucho.

—Tadashi estaría muy decepcionado de ti, Hiro —ahí en ese momento se esperaba lo peor.

Pov Hiro

¿Alguna vez han sentido como su mundo se viene abajo con sólo unas palabras?, bueno eso justamente acababa de pasar, quería llorar, ¡claro que sí!, maldita sea, claro que quería, todo el tiempo.

Cada nueva acción que tomaba siempre terminaba en arrepentimiento, día tras día.

—Lo siento por decepcionarte a ti también —susurre calmó, no iba a llorar en frente de ambos morenos, no iba a hacerlo en frente de tía Cass y agradecía que Baymax había subido a recargarse hace un rato o ya habría perdido mis estribos con su voz —. Lo lamentó, disfruten el desayuno—murmuré levantándome como si no sucediera nada—. Tengo proyectos que terminar— sonreí amable y caminé al garaje a hacer lo dicho.

Cada paso que daba era horrible, pero vamos, ya sabía que decepcionaría a Tadashi, a mi tía, lo sabía ¿Por qué repetirme lo que ya sé?

Me arrepentía de tanto, si hubiese decidido antes que quería hacer de mi vida, si hubiese creado otro proyecto, si tan sólo no hubiera entrado a la Universidad, cualquiera de alguna de esas opciones, si hubiese cambiado una, sólo una, mi hermano seguiría vivo, de forma indirecta yo era causante de la muerte de mi hermano y lo sabía.

—Protocolo de seguridad —susurré para mi intentando distraerme, pero la voz de mi tía Cass resonaba, era lo único que estaba en mi cabeza—. Por favor, sólo un momento, sólo un momento no pienses—apreté con fuerza mi cabeza, mi cuerpo temblaba, no tendría otro ataque, no podía tenerlo, no debería ser así de débil—, sólo un poco, un poco —susurré para mí intentando detener mis lágrimas, esto iba a ser difícil, demasiado .

Fin pov Hiro

Mientras tanto el ambiente en la parte de arriba no fue mejor, ambos mexicanos consolaban a la mayor, intentando que dejara de llorar.

—Hablé sin pensar, no debí decir eso, ni siquiera sé porque lo dije—la castaña mayor se aferraba al mayor de los mexicanos, quien daba suaves caricias en su espalda para intentar calmar a castaña.

—Tranquila, él debe saber que no es verdad, se veía tranquilo, ambos necesitaban un respiro, sin importar que, usted tenía derecho a regañarlo, más con lo que pasó anoche, claro que usted estaba preocupada—ahora un nervioso Miguel intentaba sonar calmo para la mayor, pero es que ¿Qué sabía el de consolar gente?, sencillo, ¡nada!—, cuando ambos estén más tranquilos, hablarán con calma, todo se solucionará, usted dice sus razones de preocupación, él deberá poner de su parte y entender que usted lo necesita.

Las lágrimas y sollozos de la castaña fueron disminuyendo, mirando a ambos chicos.

—¿Eso creen? —habló esperanzada la mayor mirándolos, como si fuera una niña pequeña con la promesa de que sus padres la llevarían a la feria en su cumpleaños.

En ese momento sólo les recorrió un pensamiento a ambos, si Hiro Hamada lastimaba a su ahora mamá Cass, si iban a golpearlo.

—Lo prometemos—murmuraron a unísono y ver a la mayor más tranquila.

—Debe desayunar, yo le llevaré esto al chino —Miguel se separó mirando al gigante malvavisco— ¿A dónde vas?

—Iré a ver a Hiro, tengo un recordatorio de la Universidad—habló el grandulón causando ternura al moreno.

—¿Puedes llevarle esto, malvavisco? —sonrió dándole el plato y que el robot se fuera, para el mexicano sólo era un Michelín más gordo, regresó al lado de los otros y desayunar, aunque aún seguía el tenso ambiente, no era tan pesado como en un inicio.

A pesar de eso, quedó una duda en la cabeza del menor ¿Quién era Tadashi?

¡Que no soy chino! (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora