S i n e s p e r a n z a

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ALEX
—¿Qué es lo que quieren?.—preguntaba la desconocida voz.
—Una oportunidad.—le respondió Rick con el arma en la mano.
—Es mucho pedir, en estos días.
—Lo sé.
—¿No hay ningún infectado?.—preguntó el hombre de bata.
—Había uno, ya no está con nosotros.—dijo Rick mordiendo su mejilla por dentro como lo hacía cuando le molestaba o le dolía algo, era algo que había notado en él.
—Bien les haré unas pruebas de sangre para asegurarme.—abrí mis ojos, ¿agujas?. Jamás, abra la puerta me voy.
Papá me empujo hacia el elevador y con su mirada basto para hacerme saber que tendría que hacer lo que él me dijera. Él sabía cuanto odiaba las agujas.
—Bienvenidos a la sala 5.—dijo el doctor Edwin Jenner.
—¿Dónde están los demás médicos y el personal?.—pregunto Rick muy sorprendido de no ver a nadie más, en realidad creo que todos lo estaban.
—No queda nadie sólo yo.—todos miraron a Rick.

Luego de hacernos las pruebas y casi desmayarme fingí que tenía hambre para que no se dieran cuenta que le temo a las inyecciones, el doc nos llevo a su cocina. Era genial había vino y un montón de cosa deliciosas.
—En Italia y Francia acostumbran a beber vino en la cena. Incluso los niños.—decía Dale mientras le servía vino a Carl.
—Bueno pues cuando Carl vaya tomará, mientras no.—dijo Lori quitándole la copa.
—Oh vamos, solo un poco.—le dijo su marido. Carl bebió un poco.
—Iugh.—dijo e hizo una cara rara.
—Ese es mi chico.—dijo Lori. Yo tomé la copa y bebí un poco.
—No está mal.—dije pasando la lengua por mis labios. Todos rieron.
—Dame eso.—dijo papá arrebatando la copa de mi mano.
—Yo también quiero.—dijo Glenn animadamente.
—Tu no.—dijeron al unísono.
—Oh no, toma quiero ver cuán roja se pone tu cara.—le decía papá mientras le pasaba una copa.
Hicimos un brindis por el doctor.
—Entones, ¿cuando nos dirás qué pasó con los otros, Jenner?.—preguntó Shane.
—No creo que tengamos que hablar de eso ahora.—dijo calmado Grimes.
—A eso vinimos. A buscar respuestas. Una cura. Fue tu idea hermano.—comenzaba a alterarse.
—Muchos se fueron, otros ni siquiera se atrevieron a salir. Hubo una hora de suicidios.—dijo Jenner con un tono triste.
—Diablos, si que eres un aguafiestas amigo.—le dijo Glenn a Shane.

—Bien, hay habitaciones para todos. Hay una sala de videojuegos. Les gustará.—se dirigió a nosotros—Pero no conecten nada.—Carl asintió. Cielos, amigo no seas tan amable—Tampoco gasten mucha agua caliente.
—Oyeron, agua caliente.—dijo Glenn sonriendo. Me gustaba su sonrisa. Era una linda sonrisa.

Carl, Shopia y yo estábamos haciendo dibujos.
—Mira mamá.—le dijo mini Grimes a Lori. Ella se acercó a ver lo que hacíamos.
—Que bonito. Igual el tuyo Sophia. Muéstrame el tuyo Alex.—su cara tuvo un cambio drástico al ver el mío—Es hora de dormir de acuerdo.—y toco mi mejilla, me levanté y fui con Carol.
—Cariño, ve con Carol, voy en un momento.—le dijo su madre a mini Grimes.
—La primera noche que podremos dormir de verdad.—dijo Carol entusiasmada.

Rick y Lori tomaron una habitación. Carol y Sophia en otra. Dale y Glenn otra. Papá y Shane otra. T-Dog con Jakie, Andrea sola; aún seguía mal por lo de Amy y Carl y yo en otra
—Alex.—me llamó Carl.
—¿Qué?.
—¿Crees que haya cura para esto?.
—No lo sé Carl, duérmete.
—Pero no tengo sueño.—se quejó.
—Pero yo si.—y me di la vuelta.

—Alex despierta.—me sacudía la mano de Lori.
—Cinco minutos más.
—Tu padre se enfadará.
—A mi papá no le importa, Lori.—le dije.
—El desayuno ya está listo.—y mis ojos se abrieron automáticamente.
—Bieeen.—le dije y sonrío satisfecha.

—Papá tiene resaca.—me susurró Carl—Fue lo que me dijo mamá.—volteamos a ver a Rick.
—Si, papá solía estar igual antes.—le dije en voz baja—Todo el tiempo, de hecho—y soltó una pequeña risa nasal—Creó que tu papá no es el único.—le dije mientras que Glenn se quejaba.
—Nunca dejen que vuelva a tomar.—
—Doc, no quiero ser impertinente pero vinimos por respuestas.—le dijo Dale a Jenner.

—Reproduce el TS19 Vai.—habló Edwin a su máquina.
Después de mostrarnos el proceso de cómo se convierte una persona normal a un caminante, dijo—Todo lo que una persona fue o iba a ser, no sirve de nada.
Mire a el reloj de la pared y noté que iba hacia atrás. Dale me miró, al parecer también se dio cuenta.
—¿Por que ese reloj va en retroceso?.—le pregunté intrigada, a lo que me miró extraño.
—Los generadores se quedarán sin combustible cuando llegue a cero.—me respondió.
—No entiendo.—le dije haciendo una mueca.
—Habrá una descontaminación del lugar.
—¿A que se refiere?.—le insistí.
—Vai, ¿qué pasa cuando se agote la energía y haya descontaminación del lugar?.—preguntó Rick al ver que Jenner no contestaba.
—Todo lo que hay desaparecerá, será rápido y sin dolor.—decía la máquina.
Mierda, mierda, mierda.
—El aire se prende fuego.—dijo Jenner como si nada.
—¡Tomen sus cosas!. ¡Nos vamos!.—gritaba Rick—¡Abre la puerta!.
—Te lo dije, una vez que las puertas se cierran no hay marcha atrás.
—Hijo de perra. Mentiroso.—le gritaba papá tratando de golpearlo.
—A un lado.—dijo Shane apuntándole a Jenner.
—¿Papá?.—le dije casi en un susurro.
—Saldremos de aquí. Ve por tus cosas.—me dijo.
—¡Protegimos al mundo de cosas terribles!. Enfermedades como el ébola. ¡Aquí hay cosas que no deben salir!. No habrá dolor, es el fin de la tristeza, del arrepentimiento, de todo.—dijo Jenner.

Papá, Shane y T- Dog trataban de romper las puertas. Rick trataba de convencer al doctor. Yo estaba con Lori, Carol, Sophia y Carl asimilando lo que acababa de decir.
—Esas puertas pueden resistir lo que sea.—habló Jenner.
—¡Pero tu cabeza no!.—dijo papá lanzándose contra él, pero por enésima ocasión Rick lo detuvo.
—No puedes hacernos esto.—decía Carol entre sollozos.

Quedaban sólo cuatro minutos cuando se dignó a abrir las puertas, todos salimos corriendo excepto Jakie, decidió quedarse. Me le quedé viendo algo consternada. ¿Cómo es que decidía acabar con su vida y ya?—Ve cariño.—me dijo con lágrimas por sus mejillas.
—¡Vámonos Alex!.—mi papá tomo mi mano y su ballesta.
Salimos protegiéndonos detrás de los autos. Justo Dale y Andrea alcanzaron a salir, porque la muy loca se quería quedar y Dale la convenció a último minuto. El edificio explotó dejándonos sin esperanza de una cura para la humanidad.

TWD-Carl Grimes.Where stories live. Discover now