J u n t o s d e n u e v o

917 46 0
                                    

ALEX
A veces creo que lo mejor sería estar muerta, rendirme, todo estaría en paz. No más peleas, no más muertes, no más dolor.

Mierda. Así estábamos, hechos una mierda.
Muerte. Nuestra fiel compañera.
Hambre. Demasiada, deberíamos comernos entre nosotros, ¿qué buen chiste, no?.
Miedo. Si, lo tenía.

Cansados, deshidratados, nos confundirían con un caminante por nuestro andar. Íbamos por la autopista, con caminantes lo suficientemente lejos de nosotros para no hacernos nada ya que debido a nuestra desnutrición no teníamos fuerzas para acabar con ellos, descansábamos en cualquier lugar "seguro" que encontráramos. Necesitaba comer, hidratarme y dormir, joder pedía más que Judith.
Había pasado demasiado, murió gente que no debía morir, Beth, Bob, Tyreese. Encontramos a un cura que no era tan bueno como parecía, un chico llamado Noah; amigo de Beth. Eugene resultó ser un maldito mentiroso, no sabía la cura para esto y solo lo dijo por protección. Bastardo, idiota.

Era de noche y me tocaba la guardia junto con el pelirrojo.
—Hey.—levanté las cejas para que continuará diciendo lo que sea que fuera a decirme—¿Siempre eres así de malhumorada?.—volteé a verlo incrédula.
—La vez que nos conocimos casi dejas que nos maten los caminantes, golpeaste a Glenn, nos abandonaste, luego te llevas a Glenn y a Maggie a Washington para una cura que ni siquiera existía; cosa que yo ya te había advertido, tuviste el descaro de decir que me llevarías también, sabiendo que era por mi padre y Carol que nos deteníamos a no seguirlos. ¿Cómo pretendes que actúe como si nada?.—bufé.
—Lo sabía, no me equivoqué.—dijo.
—¿De que hablas?.—pregunté confundida.
—Eres una buena persona.—el volteó y todo volvió al silencio.

—Soñé con mi madre.—la voz de Carl me desconcentro de mis pensamientos, hace tiempo que ya no me hablaba de su madre, lo dijo de una manera fría—La extraño mucho.—tomé su mano y la acaricie—Me hablaba y me decía que estaba orgullosa de mi, eso me hizo pensar en que había roto la promesa que le hice.
—No te tortures, todos hemos cambiado porque necesitábamos hacerlo, ella seguro estaría orgullosa de ti.—y le sonreí, eso pareció bastarle a mini Grimes para que se quedara un poco mas tranquilo.

Nos detuvimos a descansar un rato, lo necesitábamos, ya llevábamos varias semanas andando, o meses. Sinceramente había perdido ella noción de...todo.
—¿Qué haces?.—me preguntó Carl, se oía débil y cansado.
Yo negué con la cabeza—Ya no puedo, lo siento.—me miró mal—Déjenme aquí.
—¿Que estás diciendo?. Debemos seguir, somos sobrevivientes, no nos damos por vencidos.
—Yo ya no, ya me di por vencida.—le dije cansada.
—No voy a dejarte.—habló molesto—Vamos, estamos juntos en esto, ¿o no?—me tendió su mano. Esa era una promesa que habíamos hecho por aquellos tiempos en la prision, sin opciones le di mi mano y seguimos con los demás.

Venia aún lado de Carl, Maggie venia cerca de nosotros y se veía peor que los demás.
—Toma.—Carl le extendió una cajita a ella.
—¿Qué es?.—preguntó curiosa, pero sin mucho ánimo.
—Creo que hace música.—le respondió él—Lo encontré cuando fuimos a buscar algo de agua.—le explicaba.
—Gracias, Carl.—le dijo ella tratando de sonreír y mini Grimes se alejó.
—¿Quieres hablar?.—le pregunté yo, me sonrió débilmente y negó, yo asentí entendiendo su dolor.

—Diles que fui a buscar agua.—le dijo Daryl a Abraham y se perdió por el bosque.
—Diles que lo acompañe.—le dije yo y me aleje antes de que pudiera decir algo.
Caminaba por el bosque tratando de evadir el camino si puso para no caerme, lo vi sentado entre los árboles, estaba apagando un cigarro en su mano cuando llegue yo y lo arrojé al suelo—¿Quieres parar con esto?. No fue tu culpa. No te tortures de esa manera y deja de fingir que nada te duele.—estaba enojada y me dolía verlo así, la última vez que se puso así fue cuando Merle había muerto—Sigo aquí, por si no lo habías notado.—el no decía nada, solo miraba a la nada. Mi pecho me dolía, y de pronto me pregunté si el se pondría igual cuando yo muriera o si le importaría. Se levantó y me pasó si brazo por mis hombros caminando hacia la carretera, de nuevo.
Nos reunimos con los demás y Rick le extendió un cartel que decía: "De un amigo" con varias botellas de agua.
—Quizá es una trampa.—dijo papá.
—Quiero pensar que es de un amigo.—sugirió Eugene. Todos lo miraron mal, aún estábamos enfadado con él.
—¿Y si les pusieron algo?.—preguntó Michonne.
—¿Que haces?.—le dijo Abraham.
—Control de calidad.—apenas Eugene iba a dar un trago el pelirrojo arrojó la botella al suelo.
Empezaron a caer gotas de agua, la felicidad en los rostros de mi grupo era notable; por lo menos en la mayoría, el sentir el agua solo significaba una cosa, seguíamos vivos y sinceramente ya no sabía si eso era bueno o malo. Lamentable la suerte no estaba de nuestro lado, esto no solo era una lluvia era una tormenta.
—Hay una cabaña, síganme.—dijo papá.
Después de que la revisarán y se asegurarán de que podríamos pasar la noche, todos entramos. Carl y yo caímos rendidos junto con Judith y no supe nada más hasta el día siguiente.

Me desperté y vi a Maggie con papá, los saludé y luego ella salió junto con Sasha; ella sufría mucho y no era para menos, su novio había muerto de una forma cruel y no se había recuperado del todo cuando Tyresse también murió.
—Deberías dormir.—le dije a papá sentándome a su lado.
—A veces pienso que si no pude cuidarla a ella no podré hacer lo mismo contigo.—nunca teníamos este tipo de charlas y no sabía que responderle. Solo comencé a frotar mis manos de manera nerviosa.
—Estoy aquí gracias ti.—el sólo movía la cabeza en forma de asentimiento, luego se paró y fue a recostarse.

Después de un rato Maggie y Sasha volvieron con un sujeto bastante atractivo a mi parecer y todos se pusieron alerta.
—Oigan, él es Aarón.—todo el mundo le apuntó con sus armas.
—Hola.—dijo él amablemente.
—Dice que tiene un grupo, le quitamos su mochila, sus armas y lo revisamos.—dijo Maggie.
—De hecho no es un grupo es una comunidad.—corrigió él.
Todos lo mirábamos con cierta desconfianza, después de lo de Terminus no podíamos solo creerle y ya.
—Quiere hacernos una audiencia para ver si podemos integrarnos.—habló Sasha.
—Ojalá hubiera otra forma de decirlo, pero si es verdad.—siguió él—Sasha pásale mi mochila a Rick, en el cierre de enfrente hay un sobre con fotos.—Rick comenzó a verlas, sin quitarle la mirada de encima—La primera foto que les quería mostrar es el muro que nos protege, es lo más importante para nosotros, bueno lo segundo, lo primero son las personas, hay...—no termino de hablar cuando Rick golpeó su cara haciendo que se desmayara.
—Para que nos entendamos.—le dijo Michonne enojada—Esa mirada no significaba "ataquémoslo" significaba "confío en lo que dice".—él la ignoró.
—Revísala.—me dijo Rick refiriéndose a la mochila pero no había nada que diera indicios de algo malo.
—Jamás había visto algo así.—le dije dándole una pistola algo extraña.
—Es una pistola de bengalas.—me explicó.
Al poco rato el hombre despertó.
—¿Cuanta gente hay allá afuera?.—le preguntó Rick—Había esto en tu mochila.—y le mostró el arma.
—¿Eso importa?.
—Si. Si importa.
—8, 32, 444. No importa lo que te diga no vas a confiar en mi.
—¿Y cómo confiaría en alguien que sonríe después de recibir un puñetazo en la cara?.
—¿Que tal en alguien que les deja algo de agua?.—nos mirábamos unos a otros.
—¿Cuanto tiempo has estado siguiéndonos?.—Rick comenzaba a desesperarse.
—Lo suficiente para saber que son buenas personas, que por más hambre que hayan pasado no se atacaron los unos a los otros, que siguen siendo humanos.—dijo Aarón.
—¿Cuantas personas hay allá afuera?.
—Una.—río un poco—Lo ves sabía que no confiarías en mi. Si no creen en lo que les digo ni con las fotografías, los llevaré a la comunidad.—dijo decidido.
—No cabremos todos en el auto que tú y tu único compañero traen.
—Vinimos en autos separados, si encontrábamos un grupo no querríamos dejar fuera a nadie.
—Iré a revisar.—habló Michonne.
—No, eso es lo que quiere.—le dijo Rick deteniéndola.
—Escucha, tú ya tomaste una decisión y estás seguro de eso, pero yo no—ya no habría forma de convencer a Michonne, cuando algo se le metía en la cabeza lo hacía.
—Yo tampoco.—habló Maggie.
—Entonces yo iré a revisar.—dijo Glenn.
—Bien.—dijo no tan convencido Rick—¿Abraham?.
—Si, iré con ellos.
—¿Rosita?.
—De acuerdo.
—Si no llegan en una hora iremos a buscarlos, tal vez eso es lo que quieran.—miro mal a Aarón por enésima vez—Michonne lo miró mal y salieron—Si nos quedamos todos aquí seremos presa fácil.
—Iré a checar por los alrededores.—habló papá mientras salía—Vamos, Alex.
Y entonces todos salimos dejando al pobre Aarón con Rick.

TWD-Carl Grimes.Where stories live. Discover now