A l e x a n d r i a

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ALEX
—Él no nos está mintiendo Rick, está diciendo la verdad. Quién no esté de acuerdo que hable.—propuso Michonne.
—No lo sé, hombre. Este lugar apesta a mierda de caballo.—habló papá. Él y Rick se habían vuelto muy unidos así que lo que dijera papá es lo que se determinaba para que Rick tomará una decisión.
Después de convencer a Rick todos partimos camino hacia Alexandria, llegamos bastante alertas a cualquier cosa, las puertas se abrieron y entramos.
—Deben dejar sus armas.—habló un sujeto—Si quieren quedarse deben hacerlo.—al parecer le dábamos miedo por su tono de voz.
—Aun no estamos seguros si queremos quedarnos.—habló Rick con tono autoritario.
—Déjalos, Nicholas.—dijo Aarón, con su novio herido; si era gay que tristeza—Deja que hablen con Deanna.
—¿Quién es Deanna?.—preguntó Abraham.
—Ella les explicará todo sobre este lugar y les aclarará sus dudas. Deberías ir tu primero, Rick.—la atención de Rick se desvió hacia un gruñido de caminante que se escuchó mientras la puerta se cerraba.
—Sasha.—habló Rick, ella volteó y le disparó al caminante justo en medio de la frente, ellos se voltearon a ver, definitivamente nos tenían miedo—Por suerte estamos aquí.—dijo nuestro líder con un tono de superioridad.

—¿Podemos escoger la que queramos?.—pregunté asombrada mientras veía las casas de Alexandria.
—Si.—dijo Aarón viéndome—Yo escogería aquella es...más bonita.
Entramos a una casa mientras grababan a los demás; era algo que se hacía cuando llegabas aquí, según esta gente. Te preguntaban sobre tu pasado y esas cosas, según me dijo Aarón.
Había agua, muebles, electricidad, portarretratos, ropa limpia. Nunca imagine tener una casa así, ni siquiera antes de esto. Me sentía tan extraña. Me duché y estuve ahí como por media hora, se sentía tan bien estar aseada. Alguien tocó a mi puerta, era Carl, se veía bastante bien sin sangre seca y sudor por todos lados.
—Nunca había tenido una de estas.—dije emocionada refiriéndome a la bata de baño que traía puesta, él soltó una pequeña risa—Dame un segundo y salgo.
—Bien.

—Oye Rick, ¿donde está...wooow.—casi olvidaba su atractivo rostro detrás de toda esa barba—Te ves...diferente.—él solo río—Cómo sea, ¿dónde está Carl?.
—Fue a revisar la otra casa junto con Carol.—le agradecí y me fui de ahí.

—¿Qué te parece?.—le pregunté a Carol quien inspeccionaba el lugar con cautela.
—No lo sé...—me dijo dudosa, no confiaba nada en ellos, la conocía—Carl está en el piso de arriba. Me alejé de ahí y subí.
—No te veía así de limpia desde la prisión.—dijo Carl.
—Ya se.—le dije riendo—¿Que encontraste?.
—Hay varias historietas.
—Bien, porque nos hacen falta.

Decidimos que todos nos quedaríamos en la misma casa; por lo menos esta noche. Aún no nos confiábamos al cien de estas personas, nos quitaron las armas y juntos nos sentíamos más seguros.
Tocaron la puerta y todos nos pusimos alertas.
—Hola...woow.—dijo Deanna—No sabía lo que había detrás de eso.—y Rick soltó un bufido seguro fastidiado de que todos le dijéramos algo similar por haberse afeitado—Solo quería venir a ver cómo estaban pero veo que se quedarán todos juntos.
—Nadie no lo prohibió.
—Muy inteligente. Son una familia, eso fue lo que tú dijiste.—prosiguió ella, después de dar un discurso más se fue.

CARL
Nos acomodamos en el piso y en los sillones, no podíamos confiar en esta gente aún. Tenía los ojos cerrados pero no podía dormir, todo esto era bastante extraño para mi, sentí que Alex volteó; porque estaba de espaldas a mi. Abrí mis ojos y ella los cerró enseguida.
—Ya te vi, Alex.—le dije y abrió un ojo primero y luego otro, sonreí—¿Qué pasa?.
—No sé, no puedo dormir, todo está tan callado y tan en calma...como si nada de lo de allá afuera existiera.
—Me siento igual.—le dije dándole la razón—Esta gente no sabe nada de lo qué hay allá afuera.—ella me asintió. Nos observábamos fijamente a los ojos, sin decir nada. No sé en qué momento pasó ni cómo fue pero me gustaba Alex, era bastante bonita; no había conocido a muchas chicas pero ella era especial para mi y sé que yo también lo soy para ella, no me lo dice pero sus acciones lo demuestran. Siempre se preocupa por el grupo, a su manera.
—Carl...— me perdí en mis pensamientos hasta que la mano de Alex pasó por mi cara y reaccioné—¿En que estabas pensando?.—me preguntó curiosa y yo me puse nervioso.
—Eh...en esto, que no quiero acostumbrarme a la tranquilidad de este lugar.
—Si, mejor intentemos descansar.—me lo dijo algo nerviosa también.
—Si.—dije titubeante—Descasa.—y como era costumbre no recibí repuesta.

Al día siguiente el grupo salió a explorar el lugar.
—Vamos a dar una vuelta por ahí.—le dije a Alex.
—No quiero salir a "dar una vuelta por ahí".—me dijo.
—Vamos, no seas amargada.—recibí una mirada asesina de su parte y Judith soltó un ruido extraño—Ves ella también está de acuerdo.
—Ella se ríe de lo ridículo que eres.—me dijo y volteé los ojos.

—Chicos.—nos llamó papá—¿Quieren ir con Ron a su casa?. Es hijo de Jessie.—ella era una mujer rubia bastante alegre—Tiene tu edad, Alex.—ella se tensó al escuchar esas palabras.

—Pueden encontrarme aquí siempre, después de clases.—nos decía Ron Anderson.
—¿Tienen clases?.—pregunté sorprendido.
—Si, bueno es en un garage.—lo decía pero volteaba a ver a Alex—Supongo que ustedes también irán.—Alex y yo solo nos volteamos a ver, pasamos de tener nada a tenerlo todo.
—Chicos, ellos son Alex y Carl.—nos presentó con otros dos chicos. Y yo no podía dejar de ver a la chica que se encontraba con ellos—Podemos jugar videojuegos y...—se calló al ver nuestras caras—Oh, lo siento voy muy rápido. Es normal, Enid tardo tres semanas en decir algo; ella también era de afuera. Tómense su tiempo.—¿por qué este tipo estaba tan cerca de Alex y no dejaba de mirarla?. Y lo más importante, ¿¡por qué Alex no decía nada o se alejaba?!.
—Supérenlo.—dijo la chica.
—Cómo tu.—dijo a la defensiva Alex y amabas se dedicaron unas horribles miradas.
—Juguemos videojuegos.—dije yo para romper la tensión.

Estaba acostado pensando en aquella chica, se supone que me gustaba Alex ¿no?, ahora porque lo dudaba.
—¿Cómo les fue?.—entró papá sacándome de mis pensamientos.
—¿Qué opinas de este lugar?.—le pregunté.
—Es bonito.
—Si lo es, pero ellos son débiles. No quiero volverme igual.
—Entiendo.—y se quedó pensando.

La segunda noche dormimos juntos igual.
—Otra vez no puedes dormir.—lo dije más como afirmación porque era obvio. Ella movió su cabeza negando. Me acerqué lentamente a Alex, tenía miedo de cómo podía reaccionar pero hace tiempo que quería hacerlo, ella no se movió pero pude notar como su respiración comenzó a acelerarse, entonces lo hice. Junte mis labios con los de ella, fueron segundos que me parecieron eternos y gloriosos. Cuando nos separamos ella tenía los ojos bien abiertos y se volteó rápidamente, joder ¿que había hecho?.

•••
Holaaa 🤎
por fin  pasó algo entre Alex y Carl, jaja ya era hora.
De ahora en adelante de vienen cosaaas intensas.
Quería contarles que estoy escribiendo otro fanfic sobre Peaky Blinders, vayan a verlo y díganme que opinan.
Espero que se encuentren súper bien, salu2.

TWD-Carl Grimes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora