TWD-Carl Grimes.

M i s i ó n

CARL
Habían pasado algunos días desde que estaba separado de Alex, otra vez. Tenía que ir por ella pero aún no encontraba el modo sin poner a nadie en riesgo. Tenía miedo de lo que le podían hacer estando con ellos y me enfurecía de solo pensarlo.

Los Salvadores estaban aquí en Alexandria con Daryl, estaba buscando a Alex pero al parecer no la habían traído.
Estaba en casa cuando unos tipo entraron llevándose cosas, pero habían tomado más de lo acordado.
—Eso es más de lo que dijeron.—les estaba apuntando con un arma cuando entraron Negan y mi padre viéndome con sorpresa.
—¿Qué es lo que está pasando?.—dijeron.
—Se están llevando todos los medicamentos.—le expliqué a mi padre—Dijeron que solo sería la mitad de las cosas.
—Yo decido cuánto es la mitad.—Negan se puso enfrente de mi.
—No saben de lo que somos capaces.
—Baja el arma, Carl.—me decía mi padre.
—No interrumpas Rick, estamos teniendo una charla. ¿Estas amenazandome, niño?.—me dijo Negan—Entiendo que lo amenaces a él.—señaló al otro tipo—Pero a mi. Se que me lleve a tu novia y que hice un desastre, pero me caes bien, no lo arruines. No me hagas dar una lección, de nuevo.—sin más remedio baje el arma y él la tomó yendo por todas las otras que teníamos guardadas. Se llevó prácticamente todo lo que teníamos en Alexandria, se llevaron a Daryl de nuevo y se largaron. Entonces se me ocurrió un plan mientras vi a Enid intentando salir.
—¿A dónde vas?.—le dije.
—Tengo que ir a ver a Maggie.
—Pero Hilltop esta muy lejos, ¿irás a pie?.—pero ella seguía trepando—¿Y sí no lo logras?.
—Lo voy a lograr.—me miró feo—Tengo mejor puntería que tú.—me dolió su comentario y ella se dio cuenta—No lo dije por eso.—se disculpó.

Entonces fuimos a pie hasta Hilltop y cuando llegamos los camiones de los Salvadores estaban ahí, mi plan estaba saliendo mejor de lo que creía.
—¿No viniste a dar un paseo, verdad?.—me preguntó Enid—Tampoco viniste por mi.—lo dijo algo desilusionada.
—Yo...tengo que salvarla.
—Carl, es arriesgado. Supongamos que lo logras, ¿cómo saldrás?.
—Eso no importa.—le dije restándole importancia.
—A mi me importa.—dijo—A Alex le importaría.—y me dejo pensando—No deberías ir, pero se que no puedo detenerte. Solo recuerda que ella te quiere vivo.—besó mi mejilla y se alejó. Yo me subí a uno de los camiones intentando que no me vieran y para mi suerte o no, Jesús tenía un plan similar al mío.

Jesús y yo veníamos en la parte de atrás del camión, camino a El Santuario, exactamente no sabía que era lo que iba a hacer, pero le hice creer que iría con él para que pudiera dejarme en paz.
—Creo que ya casi llegamos.—dijo dejando miel en el camino, como marca según él—Debemos bajar.
—Muéstrame primero.—le dije engañándolo y él saltó sin pensarlo. Yo le dije adiós con mi mano y dejé de verlo poco a poco.

Cuando el camión se detuvo me escondí detrás de las cajas con un arma listo para disparar.
—Negan, tenemos un problema.—empezaron a hablar.
—Mierda, creí que lo habían cerrado todo bien.—dijeron y un hombre subió, al verme dijo—¿¡Que mierda?!.—le disparé matándolo y disparando a todos lados y me paré con el arma en alto.
—Vengo por Negan.—comencé a decir—Él mató a mis amigos y yo lo mataré a él, nadie más tiene que morir.—se empezó a escuchar su silbido y lo vi detrás de un hombre, yo me quedé pasmado sin saber que hacer.
—Eres tan adorable. Mierda niño, debo admitir que me espantaste de verdad.—se rió.

Bajé del camión, unos hombres iban a dispararme pero yo fui más rápido y maté a otro pero Dwight se lanzó sobre mi.
—¡Alto, Dwight!.—dijo Negan y él se quitó de encima mío—¿A si tratas a nuestro invitado?.—estaba riendo—Alguien va a estar muy contento de verte, niño.—en eso me percaté de que Daryl estaba por ahí y me veía sin entender nada.
Negan me tendió su mano, pero yo no la acepté—Vamos, levántate.
—¿Por qué?.—le pregunté, pero él sólo sonreía, después de insistirme tomé su mano.
—Eres un chico listo.—me dijo—¡Hey, Daryl!. ¿Cómo va todo ahí?. ¿Te gusta el calor?.—Daryl solo veía sin creer lo que pasaba—Dwight, trae a Daryl y llevamos un poco de fruta. Cambio de planes muchachos, luego descargamos. Vamos a dar un paseo niño.
—¿Que me vas a hacer?.—le pregunté y mi voz sonó más insegura de lo que quería.
—Mierda, no hagas que me decepcione de ti. Vienes aquí, matas a dos de mis hombres y ahora temes de lo que pueda hacerte. Vete al carajo. En serio, vete al carajo.—sin más remedio entramos al santuario y comenzó a enseñarme el lugar.

—Ve esto.—se acercó al barandal y toda la gente que había por ahí, se arrodilló ante él—Respeto, eso es lo que se necesita.—seguimos caminando hasta un cuarto donde había varias mujeres con vestidos cortos—Ella no está aquí, tranquilo.—se refería a Alex—Lo sé, del lugar donde vienes todas son feas, puedes tocarlas. Yo no me molesto, ellas tampoco. Sherry, querida esposa, ¿puedes venir un momento?.—una chica alta que miraba con desprecio a Negan, se levantó y caminó hacia él—¿Podemos hablar un momento a solas?.—le dijo y me dio a Lucille para alejarse con la mujer, no sé de que hablaban.

Me dispuse a observar mejor el lugar, había mujeres que parecían disfrutar de estar ahí, otras en cambio se veían asustadas. Yo solo me preguntaba dónde estaba Alex.
Después de unos minutos Negan se acercó a una chica rubia que lloraba.
—¿Cariño, que es lo qué pasa?.—le hablo levantando su cara—Sabes que nadie esta aquí a la fuerza, puedo mandarte con tu familia y hacerles daño.
—No, por favor no.—dijo ella llorando—Lo siento mucho.
—Bien, sabes que nadie esta aquí a la fuerza y hay muchas que se mueren por estar en tu lugar. Ahora deja de llorar.—y la beso en la frente.
Se levantó y llamo a la tal Sherry de nuevo.
—Ve por lo que te dije.—la besó y yo no sabía a dónde mirar.

Llegaron Daryl y Dwight con un plato de fruta.
Sherry salió de ahí, mirando a Daryl de una manera cómplice.
—Carl, sostén el plato.—dejé a Lucille en otro lado y Daryl me pasó el plato—Dwight dale un trapeador a Daryl y salgan de aquí.—odiaba ver cómo lo trataba—Ahora acompáñame.

Entramos a lo que al parecer era su cuarto, estaba impresionado por la manera en la que vivía, tenía todo tipo de lujos.
—¿Todas esas mujeres son tus...—deje la pregunta en el aire.
—Esposas. Si, si lo son. Siempre quise follar con muchas mujeres y no hay porque limitarse, saltarse las típicas y aburridas normas esta bien.—tocaron la puerta interrumpiendo a Negan, era Sherry—Toma asiento, Carl.
—Aquí está.—dijo ella.
—Hazla pasar.—dijo Negan sonriendo.