TWD-Carl Grimes.

D e c l a r a n d o l a g u e r r a

ALEX
Después de enterrar a la gente que murió y arreglar un poco las cosas estábamos listos para pelear de nuevo, ya habíamos armado otro plan realmente deseaba que este funcionara.

Bese los labios de Carl por última vez—Todo va a estar bien.—dije yo esta vez.
—Lo sé.—me dijo. Él se quedaría en Alexandria para proteger el lugar junto con Michonne y otros, yo Rick y los demás iríamos al Santuario mientras otros se encargarían de llevar una horda de caminantes hacia allá.
Rick me hizo una seña y nos subimos a nuestros autos.

Nos encontramos con la gente de Hilltop y el Reino. Rick, Maggie y Ezequiel hablaban motivando a la gente que se encontraba ahí.
—Para que te protegas.—me dijo Jerry extendiéndome una cosa que evitaba que las balas te atravesaran.
—No es necesario me iré con Maggie...
—Tómalo.—me interrumpió extendiéndomelo y yo lo acepté de no tan buena gana.

Llegamos al Santuario y todos nos pusimos en posición. Maggie hizo una señal y todos disparamos nuestras armas al aire. Negan salió con su bate en mano.
—¡Mierda!. Perdón, estaba en una reunión.—detrás de él salió Simón, Dwight; quien seguía de nuestro lado y otros más, incluyendo a Eugene—No encuentro una razón sensata por la que tu y tu grupo de patrullas vengan hoy aquí. Yo me preocupo por mi gente.—hablaba en su tan usual acento sarcástico—No los voy a exponer por una tontería, como tú lo estás haciendo.
—Simón, Dwight, Gavin...tu.—Rick señaló a la mujer y está dijo su nombre, Regina—Pueden rendirse ahora y nada va a pasarles.—hablaba ignorando a Negan.
—¿Y qué hay de mi, Rick?.—preguntó Negan.
—Ya te lo dije dos veces.
—Si lo sé, sé lo que pasará. Tú no.—lo apuntó—Así que váyanse todos a sus casas antes de que salgan heridos.
—Es su última oportunidad, aquí y ahora.—hablaba Rick a los otros Salvadores ignorando a Negan pero ellos no se molestaron en decir nada.
Yo quería dispararle al maldito de Negan justo ahí; aunque no era la única que quería hacerlo, pero si lo hacía el plan se echaría a perder así que me contuve.

Todos estábamos esperando para atacar—Me harás contar...Bien lo haré.—dijo Rick burlándose de la vez que Negan también dijo eso—10,9,8,7...—no terminó de contar cuando empezó a disparar tomándolos por sorpresa. Todos hicimos lo mismo, apuntando a todo el Santuario hasta acabar con él. Minutos después empezamos a salir, yo cubriéndome a mi y a Maggie mientras subíamos a un auto para escapar de ahí y que el resto hiciera su trabajo.

Llegamos a Hilltop y yo estaba vigilando junto con Kall, a quien conocí ahí mismo.
Vi algo a lo lejos y alcé los binoculares para ver mejor.
—¡Es él!.—grite al ver el carro donde debía venir Gabriel pero mi sorpresa fue más grande cuando vi al traidor de Gregory bajar de ahí.
—¡Abran!. ¡Sé que pueden oírme!.—él estaba con los Salvadores hace unas horas amenazando a echar familias de Hilltop si atacaban a Negan y a su gente.
Gregory seguía tocando la puerta hasta que Maggie nos hizo una señal de que la abriéramos, pero solo un poco—¿La puerta está rota?.—preguntó—Les dije que le pusieran aceite...Ah, no está rota.—dijo al ver a Maggie del otro lado.
—¿Por que tienes el auto de Gabriel?.—le preguntó ella.
—No lo sé, yo lo encontré ahí.
—¿Y por qué estás aquí entonces?.
—Aquí vivo es mi hogar. Quizá tú no sabías Margaret pero antes de que llegaras yo lo construí.
—No trates de actuar como si no hubieses querido traicionarnos.—le gritó Maggie molesta.
—Todas las cosa que dije haya fueron ideas de Negan. Yo solo fui a tratar de llegar a un acuerdo para recuperar la paz.
—¡Solo fuiste a proteger tus propios intereses!.—estuvieron discutiendo hasta que Maggie se alejó y empezamos a cerrar la puerta.
—¡Está bien fui ahí porque tenía miedo!. Ten un poco de humanidad. De corazón. De misericordia.—decía idioteces con tal de salvar su trasero.
Maggie volteó a verme y supe cuál sería su respuesta—Déjenlo entrar.—y eso hicimos aunque yo no estaba muy de acuerdo.

Mi vista se posó en el nuevo problema que teníamos ahora—Ay no.—susurré—¡Maggie, tienes que ver esto!.—le dije más fuerte. Baje junto con Kall para encontrarnos con el grupo de Jesus quienes traían a Salvadores con ellos.
—De ninguna manera dejaremos que entren.—comenzó a hablar Gregory, todos lo miramos sin entender porque opinaba—Después de lo que hicieron...
—Ya basta Gregory.—dijo Maggie.
—Es inaceptable...
—¡Gregory!. Vete.—le dijo bastante furiosa.
—Lo siento, Jesús pero estoy de acuerdo con él.—llegó Tara a quién desde lejos se le notaba su inconformidad.
—Yo también.—intervine—Maggie no olvides lo que esta gente hizo.—ella analizó lo que acabábamos de decir.
—Jesus, tú sabes lo que nos quitaron.—dijo.
—Lo sé, pero no podemos dejarlos ir y no podemos matarlos. No podemos.—dijo lo último más preocupado al ver que todos tomamos en cuenta su última opción.
—Maggie, Gregory es una cosa, solo es un cobarde nada más pero ellos...—los señale con desprecio—...nos quitaron a personas que amábamos. Tenemos un plan, Rick los quiere a todos muertos.—trataba de persuadirla.
—Son gente, nosotros no ejecutamos.—decía Jesús.
—Maggie.—habló Tara esta vez—Debemos matarlos.
—¿Así nada más?.—dijo Jesús.
—Así como ellos lo hicieron con los nuestros.—dije yo. Todos esperábamos la respuesta de Maggie, al final los dejo fuera en lo que pensaba que hacer.

Llegaron las cartas y todo había salido de acuerdo a lo planeado, a excepción del Reino, toda la gente había muerto debido a una trampa solo Carol, Jerry y Ezequiel sobrevivieron. Pensé en Shiva y en cómo salvó la vida de Carl.

El santuario seguía rodeado, sin posibilidad de que los de adentro salieran y como Rick dijo, cada hora que pasaba los hacía mas débiles, estábamos ganando, ahora él seguiría con lo siguiente, ir con los traidores de la basura para que estuvieran de nuestro lado, una vez más.

Aarón llegó, la sonrisa de Maggie desapareció del rostro al ver que él bajo solo, sacó a una bebé del auto la cual Maggie se encargó de cuidar. Se fue de ahí sin decirnos nada. Eric había muerto.