W o o d b u r y

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ALEX
—¡¿Hacia donde vamos?!.
—¡Cállate y corre!.—me dijo Andrea. Odiaba que me hablaran con el mismo tono que yo hablaba todo el tiempo.
Estábamos cansadas habíamos corrido toda la noche.
—Andrea, ya no puedo.—le dije con la voz entre cortada.
—Ya no tengo balas.—me dijo preocupada.
—Mierda. ¿Y ahora que?.—se acercaban unos caminantes.

Horas antes.
—¿Que es lo que pasa papá?.
—Lo qué pasa es que quiero que te encierres en la casa y no salgas. Iremos a buscar a Randall.—me dijo.

Glenn y papá habían vuelto. Randall ya estaba muerto, lo encontraron convertido. Al parecer fue Shane quien lo había matado.
—¿Puedes ir a buscarlos?.—le preguntó Lori a papá refiriéndose a Rick y Shane.
—Si.—le dijo él.
—Gracias.
Salimos porque el granero estaba incendiándose y una manada de caminantes rodeaba la granja, algunos salieron para matarlos.
Subí a la habitación y Carl no estaba.
—¡Carl no está!.—le grité a Lori mientras bajaba las escaleras.
—¿Que?.—me preguntó—Pero estaba contigo.
—No lo sé, debió haber salido cuando fui al baño.
—¡¿Y ahora que hago?!.
—Hay que buscarlo.—dijo Carol tratando de tranquilizarla.
—No esta ni en el ático ni en el sótano.—le dije preocupada.
—Debemos irnos.—decía Carol.
—¡No podemos irnos sin mi hijo!.
—Quizá se fue con Rick. ¡Pero debemos salir ya!.—le dije.
Beth, Patricia, Carol, Lori y yo salimos de la casa.
—¡Hershel!. ¡Debemos irnos!. ¡Hershel!.—le gritaba Lori al mayor de los Greene pero él se aferraba a defender su granja. Jale a Lori del brazo y corrimos hacia la camioneta donde estaba T- Dog.
Habían mordido a Patricia—¡Dios Beth ya suéltala!.—le decía mientras la jalábamos.
Estábamos a punto de subir. ¿Y mi papá?.
—¡Papá!. ¡Papá!.—y corrí a buscarlo.
—¡ALEX!.—me gritó Lori.
—Yo voy por ella.—escuché que dijo Andrea.
Mierda estaba rodeada de caminantes.
—¡PAPÁ!. ¡PAPÁ!.—volteaba a todos lados pero solo veía caminantes y fuego.
Un caminante se acercaba a mi, nunca había matado uno, había visto cientos pero nunca los había matado. Vamos Alex no es tiempo de ser cobarde, me dije. Saqué mi arma de la bota y se la clave en la cabeza pero había un montón alrededor mío. Alguien me jaló del brazo, era Andrea.
Y fue así como terminamos corriendo por el bosque ya que el idiota de Rick se alejó sin darse cuenta de nosotras.

Ahora.
Cada una tenía un caminante encima. Íbamos a morir, era un hecho. De pronto una espada cortó sus cabezas y había una persona encapuchada con dos caminantes a su lado. Cuando se quitó su capa puede ver que era una mujer con rastas, agradecí que no hubiese sido un hombre porqué sabe Dios que cosas nos hubiera hecho.
Y fue así como terminamos las tres, tratando de sobrevivir al invierno. No había un solo día que no pensara en papá o en Carl o en si habían sobrevivido.

Michonne; era su nombre, había ido a buscar unas pastillas para Andrea que se había enfermado.
—No quiero.—decía la rubia.
—Escucha Andrea si no le das un trago yo misma haré que te tragues toda esa agua.—le dije desesperada de que no hiciera caso.
—Déjenme aquí yo solo las retrasaré.—solté un bufido rodeando los ojos.
—No te dejaremos. Ahora levántate iremos a buscar un lugar para pasar la noche.—le dijo Michonne.
Resulta que Michonne traía esos caminantes encadenados a su lado para que los otros no la olieran, les cortó los brazos y les rompió la mandíbula. Ingeniosa, ¿no?.

—¿Qué es eso?.—les pregunté señalando el humo que se veía a lo lejos.
—Averigüemos.—dijo Andrea caminando con dificultad.
Michonne y yo nos miramos y la seguimos.
Era un helicóptero que había chocado. Los cuerpos estaban destrozados. Estaba analizando el escenario cuando Andrea me vomito encima. Cerré los ojos tratando de ser paciente y no poner su cara en su propio vomito.
—Lo siento.—me dijo débilmente y Michonne me miró preocupada a lo que le fuera hacer, respire y la miré, ¿qué más podía hacer?. La mujer se estaba muriendo.
—Iré a revisar quédense aquí.—nos dijo Michonne y amarró a los caminantes en un árbol cuando se dio cuenta que no le haría nada a la rubia.
—Tranquila, Andrea.—le decía mientras seguía vomitando.
—Vienen unos autos, escóndanse.—nos dijo la morena volviendo a su lugar—Hay dos muertos y él otro no sé, no alcancé a ver.
Se bajaron varios hombres de las camionetas y se acercaron al accidente.
—Hay que pedirles ayuda.—dijo Andrea.
—Aun no.—dijo Michonne.
Les clavaron cuchillos en la cabeza. A todos. Nosotras nos miramos sorprendidas.
Los caminantes empezaron a hacer ruido y Michonne les cortó la cabeza para evitar que nos descubrieran. Íbamos a irnos cuando una voz que hizo que casi llorara dijo—Hola tetitas de azúcar.
Me lancé a sus brazos y él me recibió con el mismo gusto. Andrea se desmayó.

El tío Merle nos llevó a un lugar donde revisaron a la rubia.
—Creyeron que estaba muerto, ¿no es cierto?.—dijo cuando entró a la enfermería.
—Papá fue a buscarte, Rick lo acompaño.—le dije animadamente.
—Rick eh, el que me hizo esto.—señaló su mano que ahora era un cuchillo.
—Cuando regresaron no estabas.—le dije.
—Y luego pasaron muchas cosas.—intervino Andrea—Murieron muchos Jakie, Dale, Jim, Sophia...Amy.
—¿Tu hermana?.—ella asintió—Era buena chica.—dijo mi tío.
—Luego nos fuimos de Atlanta, estuvimos en una granja pero igual la atacaron y ahí nos separamos.—dije con un tono triste.
—Daryl era muy importante en el grupo.—dijo Andrea.
—Pero murió.—dijo Merle, yo lo volteé a ver.
—NO.—le dije—No sé.
—¿Qué quieres?.—le preguntó Andrea fastidiada.
—Ja.—rió mi tío sarcástico—las salvé. Tal vez un gracias.
—Nos apuntaste con un arma.—habló Michonne por primera vez.
—Si habla.—dijo mi tío divertido—Sí no las maté fue por ella.—y me señaló—Además quien no va armado desde hace un año eh. Alex.—me llamó.
—¿Si?.—le dije.
—Cariño, finge que no me conoces.
—¿Que?. Pero ¿por..?.
—Shh.—me calló.
Entró un hombre alto y le susurró algo al oído a mi tío. Michonne me jalo a su lado.
—Hola.—nos saludo el hombre alto y me miró.
—Queremos irnos.—le dijo Andrea.
Él hizo una mueca de desagrado—están aquí como invitadas no como prisioneras.
—Con guardias en la puerta.—le dijo la rubia sarcástica.
—Eso sólo por protección. No las conocemos. Podrán irse mañana.
—Les disparaste a esas personas.—dijo Michonne.
—Se habían convertido.
—No las mordieron.—le dije yo.
Me miraron sorprendidos.
—Mueras como mueras te conviertes.—dijo el hombre alto.
¿Que?. Estaba en shock, no podía creer lo que había dicho, necesitaba tiempo para asimilar eso.
—Queremos nuestras armas.—le dije. Él y mi tío me miraron sorprendidos.
—Mañana se las daré.—me dijo él.
Abrieron las puertas de la casa o lo que sea que fuera y había un montón de casas alrededor, era como una pequeña ciudad. Andrea estaba sorprendida con lo que veía. Michonne y yo solo nos mirábamos con desconfianza a lo que nuestros ojos veían.
—Bienvenidas a Woodbury.—nos dijo el "gobernador".

TWD-Carl Grimes.Where stories live. Discover now