Especial 3

2.4K 131 63
                                    

Aiden

Corría lo más rápido que podía, mirando hacia atrás cada tanto para que no me atraparan.

-AAH-Un gritó se me escapó cuando sentí unos brazos rodearme y ambos caímos rodando por el piso.

-Te atrape-río.

-¡Eres un idiota! Me golpeaste-miré mi brazo raspado.

-Pobre bebé-se burló mientras se sentaba en el pasto, aún sin soltarme. Flexionó las rodillas separando un poco las piernas e hizo que me sentará en medio de ellas.

Con sus manos tomó mi largo cabello acomodandolo, ya que por la caída se había alborotado.

-¿No deberías estar trabajando?-pregunté, mientras lo sentía jugar con mi cabello.

-Si, y tú también deberías estar trabajando-Sé burló-de todas formas me tomé un rato libre para poder comer contigo, ya casi termino el mueble en el que estoy trabajando, me falta muy poco, así que no hay problemas.

-¿Y qué es?-pregunté emocionado. Minki trabajaba con los constructores, y todas las cosas que hacía eran muy bonitas y resistentes. Mi cama y un par de muebles que tenía habían sido hechas por él.

-Es una sorpresa.

-Anda, dime.

-Ya lo verás. Pero dime ¿por qué tú no estás trabajando?

-Por ahora no queda mucho trabajo en la huerta y mi papá dijo que podía irme a descansar.

-Oh, que bueno. ¿Quieres ir a comer ya?

-Si, vamos.

Minki se levantó y luego estiró sus brazos hacia mi para que tomará sus manos y me ayudará a levantar.

Comenzamos a caminar hacía el comedor, una vez adentro saludamos a mi madre que estaba sirviendo la comida junto al tío Carl, o Sartén, como le llaman todos.

Una vez con nuestra comida, nos sentamos en la mesa donde estaban mi papá, mi tío Minho y mis hermanos, comenzando a comer, no pasó mucho tiempo para que mi madre se nos uniera.

Comimos tranquilamente, escuchando hablar a nuestros padres sobre que todo andaba bien y no había falta nada por el momento.

Claro que habíamos escuchado, miles de veces de hecho, la historia de todo lo que pasaron nuestros padres hasta llegar al hermoso lugar donde estábamos, pero aún habiendo llegado aquí, no todo fue felicidad y tranquilidad, pues en un principio no tenían comida, ni nada, y tuvieron que trabajar muy duro para poder tener comida, y más aún, para tener todo lo que teníamos hoy.
Incluso, recuerdo que cuando yo era pequeño, en los días que hacía mucho frío, aún había problema con el tema de la comida, pues la huerta no funcionaba debidamente, con el tiempo aprendieron como conservar esos alimentos para que no hiciera tanta falta.

Al terminar de comer, dejamos los platos donde había que dejarlos para que luego los laven, y salimos del comedor.

-Ven-Minki tomó mi mano comenzando a caminar.

-¿A dónde vamos?

-A mi lugar de trabajo.

-¿Para qué?

-¿No querías ver en qué estaba trabajando?

-Si-comencé a dar saltitos emocionado.

Caminamos hasta llegar al lugar donde los constructores trabajaban, había un montón de muebles, algunos aún en proceso y otros prácticamente terminados.

Caminamos hasta algo bastante grande y alto, tapado con una manta blanca.

-¿Qué es eso?

-Mira-tomó lentamente la manta y la sacó.

Un Bebé En El Área (Newt y tú) CORRIGIENDO ORTOGRAFÍAWhere stories live. Discover now