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Mátame. Si alguna vez fuiste mi amigo, por favor mátame.

-¿De dónde sacaste esto?- le pregunté arrancando el papel de sus manos y releyendolo una y otra vez. Deseando que las palabras cambiaran.

-Newt me lo dio el día que escapamos de CRUEL, me dijo que no lo leyera hasta que sea el momento adecuado, y supise que seria este.

Luego de discutir un rato con Thomas, decidimos que seria mejor no decirles a los demas, ya que, según él, no tenia caso.
La discusión se acabó cuando escuchamos a Alaia llorar, pues se habia despertado con hambre.

Pasamos dos noches más en el Berg.
Descansando y haciendo planes, en el caso de los demas. Yo simplemente me limitaría a hacer lo que me pidieran.

Todas las conversaciones siempre volvían a Gally y al Brazo Derecho. Ese grupo quería detener a CRUEL. Y si era cierto que CRUEL pensaba retomar las Pruebas con nuevos Inmunes, entonces nosotros tendríamos los mismos objetivos, y para eso debiamos buscar a Gally.

El tercer día en el Berg, luego de que todos nos ducharamos y comieramos, salimos.

El plan consistía en ir al apartamento de Gally y empezar desde ahí.

-Dejen que yo hable nuevamente-dijo Jorge, mientras nos reuniamos en la escotilla para salir-Y cuando estemos adentro, buscaremos un taxi.

-Bueno-masculló Minho-Basta se charla miertera y vámonos ya.

Jorge pulsó un botón y la inmensa rampa de la escotilla comenzó a descender.
La puerta no había terminado de abrirse cuando vimos a tres personas delante del Berg.

Dos hombres y una mujer.

Llevaban las mismas máscaras protectoras que tenia el guardia de la cafetería que quiso llevarse a Thomas. Los hombres tenian pistolas y ella un Lanzador.

-¿Qué es esto?-preguntó Jorge.

-Cierra la boca, Muni-contestó uno de los hombres-Bajen con mucho cuidado o se arrepentirán. No intenten nada raro.

Al mirar hacia un costado, descubrí que las puertas que daban paso a Denver estaban abiertos de par en par y dos personas yacían sin vida en el angosto pasadizo que llevaba a la ciudad.

-Idiota, si comienzas a disparar eso, caeremos encima de ti como fieras. Tal vez logres bajar a uno, pero nosotros los agarraremos a los tres-dijo Jorge.

-No tenemos nada que perder-repuso uno de los hombres-Puedes hacer lo que quieras. Estoy seguro de que antes de que alguien logre dar un paso, voy a embocar a dos de ustedes -advirtió levantando el arma y apuntando a la cara de Jorge.

-Está bien-dijo Jorge en voz baja y puso las manos arriba de la cabeza-Por ahora, tú ganas.

-Eres un payaso con agallas-exclamó Minho, levantando una de sus manos, pues con la otra cargaba a Dylan dormido-Les conviene no descuidarse. Es lo único que les advierto.

Thomas y Brenda también levantaron los brazos, y yo no lo hice porque cargaba a Alaia.

Thomas fue el primero en bajar la rampa, y todos los seguimos.
Al estar bajando, me resbale, sin terminar de caerme, lo que hizo que unos de los guardias me apuntara a la cabeza y no dejara de hacerlo hasta que llegué al piso.

Nos condujeron hacia la parte de atras del Berg, donde habia una camioneta destartalada con el motor encendido. Una mujer con máscara protectora estaba sentada al volante y otros dos hombres se hallaban en el asiento de atrás con Lanzadores.

Uno de los guardias abrió la puerta, y con una seña brusca nos indico que emtraramos.

-Adentro. Un movimiento en falso y comenzarán a volar las balas. Como ya les dije, no tenemos nada que perder. Y se me ocurren varias cosas mucho peores que privar al mundo de un par de Munis.

Un Bebé En El Área (Newt y tú) CORRIGIENDO ORTOGRAFÍAWhere stories live. Discover now