3. Once

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Narra _______

Llevábamos buscando una hora, pero los demás no aparecían por ningún lado.

La Rata y los guardias ya no estaban.
Todos los lugares donde buscábamos estaban vacíos.

-Chicos, mientras yo estaba encerrado en una habitación blanca ¿Ustedes podían andar libremente por el edificio?-preguntó mi hermano- ¿Están seguros que no nos queda algún sitio por registrar?

-No que yo sepa. Pero no me asombraría que hubiera habitaciones secretas-respondió Minho.

-Muy bien. Caminaremos de manera zigzagueante hasta el hangar. Entretanto, estén alerta por si ven a los chicos. O a algún guardia.

Llevábamos un buen rato caminando cuando Minho se detuvo bruscamente y se señaló el oído. Era difícil ver alrededor ya que el pasillo sólo era alumbrado por la débiles luces rojas de emergencia.

Todos nos detuvimos haciendo el menor ruido posible para poder escuchar.
De inmediato escuchamos un gemido débil; provenía de un punto a unos metros delante de nosotros, donde había una ventana con los vidrios rotos que daba hacia un gran salón.

El gemido se volvió a escuchar.

Minho se llevó un dedo a los labios indicando silencio mientras se descolgaba los lanzadores con mucho cuidado.

-Quédate aquí y has silencio-susurró Thomas mientras dejaba a Dylan detrás mío, eh imitó a Minho; Brenda también se descolgó el lanzador.
Newt puso la caja de municiones en el piso, mientras tomaba su lanzador. Yo simplemente puse mi mano en el arma que tenía en mi bolsillo por las dudas, ya que era obvio que no podía disparar teniendo a los dos niños.

Los chicos se fueron desplazando hacia el origen del ruido.
Minho se detuvo junto al marco de la ventana, con la espalda contra la pared. Thomas se posicionó a su derecha con el lanzador más que preparando y Brenda a su izquierda, con Newt a su lado.

-Listo-susurró Minho-¡Ya!

Abrieron la puerta, y cuando pensé que iban a empezar a disparar, no sucedió nada.

Desde donde estaba, pude alcanzar a distinguir un montón de bultos negros en el piso

-¡Son guardias!-exclamó Brenda.

De la habitación escapaban un montón de gemidos y exclamaciones de dolor que hacian que un escalofrío recorriera mi espalda.

-De modo que aquí estaban todos-cometó Minho.

Newt se inclinó un poco para ver mejor.

-Al menos no están colgando del maldito techo con la lengua fuera como la última vez.

-Tenemos que hablar con ellos y preguntarles qué pasó-dijo Brenda intentando entrar, pero mi hermano la sujeto del brazo.

-No

-¿Qué quieres decir? ¿Por qué no? ¡Ellos pueden contarnos todo!-se soltó de la mano de mi hermano, pero se quedó frente a él.

-Tal vez es una trampa o quien hizo esto podría regresar pronto. Tenemos que marchamos de aquí.

-Si-apoyo Minho-No hay discusión posible. No me importa si hay Cranks, rebeldes o gorilas rondando por aquí. Estos garlopos guardias no son nuestro problema actual.

-Bueno, sólo pensé que podríamos extraerle información-luego de una pequeña pausa señaló a otro lado-El hangar esta en esa dirección.

Newt volvió a tomar la caja, mientras los demás se acomodaban los lanzadores.
Thomas se acercó a mi y volvió a tomar a Dylan entre sus buscar, acariciando su cabecita.

Caminamos por el pasillo, atentos a cualquier cosa, y buscando al responsable de lo que le hicieron a los guardias.

Llegamos hasta una puerta doble hoja.
De inmediato, Minho y Newt se ubicaron a ambos lados de la puerta y prepararon sus lanzadores, Thomas, que volvió a dejar a Dyl a mi lado, tenía su lanzador preparado; Brenda sacó su pistola, y apuntando a la puerta, colocó su mano en el picaporte.

-Ábrela-ordenó Minho. Brenda empujó la puerta, todos estaban preparados para disparar.

Thomas entró al hangar moviendo su lanzador hacia todos lados. Pero no había nadie.

El hangar parecía haber sido construido para tener tres naves gigantescas, pero sólo había dos Bergs en su plataformas de carga. Tenían el metal chamuscado y los bordes gastados.

Thomas avanzó inspeccionando el hangar, mientras los otros tres también entraban e inspeccionaban otras partes.

Tomé la manito de Dylan y avance lentamente, porque él aún no caminaba muy bien, dentro del hangar, estando alerta ante cualquier cosa.

-¡Ey!-gritó Minho-Aquí, hay alguien en...- no terminó de hablar, pero se había detenido frente a unas cajas enormes, y apuntaba su arma a algo detrás de estas. Mi hermano fue el primero en llegar a su lado, y su cara de asombro no pasó desapercibida.-Tranquilo amiguito-advirtió Minho-Cuidado, sin movimientos bruscos o quedarás achicharrado antes de que puedas reaccionar-en ese instante, yo había llegado al lado de ellos.

El hombre se apoyó en un brazo, y cuando apartó la mano de su rostro, Brenda soltó un grito, corrió hacia él y lo abrazó. Jorge.

-¿Qué ocurrió? ¿Cómo te lastimaste? ¿Dónde? ¿Quién se llevó el Berg? ¿Donde están todos?-Brenda comenzó a bombardearlo con preguntas.

-Tranquila, hermanita. Tengo la cabeza como si me hubieran pisoteado los Cranks. Dame un segundo para aclarar la mente-Brenda se distanció un poco de él y se sentó a su lado.
Jorge cerró los ojos con fuerza, parpadeó varias veces y luego empezó a hablar-No sé cómo lo hicieron, pero tomaron el complejo, se deshicieron de los guardias, robaron un Berg y salieron volando con otro piloto. Yo me comporté como un idiota e intenté hacerlos esperar hasta averiguar qué estaba sucediendo. Y ahora mi cabeza está pagando las consecuencias.

-¿Quiénes?-preguntó Brenda-¿De quiénes estás hablando? ¿Quiénes se fueron?

Jorge miró a mi hermano antes de responder.

-Esa chica, Teresa. Ella y el resto de los reclutados.

Los amodoro♥♥♥

*Belu

Un Bebé En El Área (Newt y tú) CORRIGIENDO ORTOGRAFÍAWhere stories live. Discover now