55 "Sin separaciones"

75 9 0
                                    

Vicenta

—Empezando por ir a ver a los angelitos de esta casa.-Dice agarrando mi mano y mirandome con cierta magia.

—Vamos. -Digo muy sonriente.

Caminamos hasta la sala en donde están jugando los niños. Esta vez, está solo Danielito. Seguramente, se lo llevó su mamá. Escucho la vocecita de mi niño.

—¡PAPIIII! -Dice con su hermosa sonrisa y su pelo revuelto. Corre hasta su padre y él lo carga. Nos pregunta:

—¿Dónde estaban?

—Fuimos a hablar, mi amor. Estábamos hablando algo importante.

-Digo ordenando su cabello.

—¿Se pelearon? Mami, yo no quiero que mi papi se vaya.-Dice agarrando mi menton, yo solo le sonrío.

—No no no no no, campeón, no nos peleamos.-Digo rápidamente, y lo miro a Daniel para que me siga la corriente.

—Al contrario, nos dijimos lo mucho que nos amamos y lo mucho que te amamos a ti.-Dice y mi hijo lo abraza, yo le sonrío.

—¿Seguro, mami?-Dice con su puchero mientras abraza a Daniel.

—Seguro, mi amor.-Digo sonriente y beso su frente.

—Los amo, papis. Nunca se separen ni me dejen solo.

—Eso nunca, mi amor.-Le decimos al unísono y él se ríe.

—Siempre nos vamos a amar y a proteger, bebé. Nada ni nadie nos separará.

-¿Ni siquiera el cuco?-Pregunta con un puchero.

-Ni siquiera el cuco le decimos Daniel y yo-Riéndonos. Nos abrazamos los tres.

Llevamos a Danielito hasta su cuarto, le damos su besito de buenas noches y nos disponemos a ir para nuestra habitación pero cuando estamos a punto de salir, escuchamos un:

—¡MAMI! ¡PAPI!

Volteamos y nos mira haciendo un pequeño puchero. Vamos hasta él y nos volvemos a sentar a su lado, en su camita. Daniel le pregunta:

—¿Pasó algo, campeón?-Dice Daniel con su ceño fruncido, le digo que no lo frunza que le saldrán arrugas y no me hace caso.

—Mi cuento.-Dice sonriente como el gato de Alicia en elmpaís de las maravillas

—¡Ay, mi amor! Perdóname ¿si? Se me olvidó comprarte un nuevo cuento y me dijiste que ya estabas aburrido de los viejos—le digo mientras juego con mis dedos.

—¿Y si yo le invento uno? Así, mañana vamos a la librería y le compramos todos los cuentos que él quiera—dice Daniel con una sonrisa.

—¡SIIII! Papi, ¡ERES EL MEJOR!

Daniel
Admito que no sólo estaba celoso de Jack solo por mi mujer, sino también por mi hijo. No soportaba el hecho de que Danielito lo quisiera pero ahora entiendo que ese cariño es de sobrino. ¡Al fin lo comprendo! Mi pequeño siempre me amó, me ama y me amará como su papá que soy. Ahora lo escucho decirme emocionado: "papi, eres el mejor" y sonrío como tonto. De repente, un beso en mi mejilla me saca de mis pensamientos: es Vicenta. La miro y me sonríe mientras me pregunta:

—¿En qué piensas, mi amor?

—En cuanto los amo, baby.

—Yo también te amo, mi vida.

—¡YO TAMBIÉN!—dice Danielito emocionado mientras se para en la cama y me cae encima.

—Dani, ¡cuidado con tu papi! Que lo vas a lastimar—le dice Vicenta entre carcajadas.

—No me lastima—digo mientras tomo el control de Dani y lo cargo, poniéndolo acostado boca arriba en mis piernas—eso es lo que me hace más feliz—acaricio el pelo de mi niño y le hago una cara graciosa mientras le pregunto—¿sabes que es lo que me hace más feliz que nada en este mundo?

—No, ¿qué?

—Estar con ustedes y saber que me aman tanto como yo los amo a ustedes. Así que—miro a Vicenta—no me lo regañes por expresarse.

—No lo regañé.

—¡Sí lo hiciste, mami!-Dice Danielito saltando en la cama.

—Perdóname, mi vida, te lo dije jugando.-Dice viendome con la misma ternura.

—Te perdono, mami, pero solo porque te amo.-Dice Danielito a mi lado.

—¡ALELUYA! Pensé que todos los "Te amo" de hoy eran para su papi—le dice riéndose.

—No, para ti también hay—dice mientras le cae encima a ella—te amo, te amo, te amo, mami.

Veo que empiezan a hacerse cosquillas y a reírse. ¡Yo también quiero! Entro a su mini fiesta y por unos minutos, no paramos de reírnos. Luego, escucho a Vicenta decirme:

—¡Ándele! Invéntale el cuento a Dani, que ya se lo prometiste. Me siento en un lado de la cama, Vicenta se sienta del otro lado dejando a nuestro niño en el medio. Le digo a mi mujer:

—Baby, esta historia la conoces muy bien, así que tú me vas a ayudar a contársela.

—¿Qué historia es? Prometiste inventarle un cuento nuevo.

—Yo quiero saber que historia es, mami—me mira—papi, ¿cuál es?

—Se llama: "Una peculiar historia de amor" y empieza cuando una muchacha iba caminando por el desierto y de repente, conoció a un policía. -Cuando dice eso me voltea a ver con una sonrisa-Ese día, hubo una pequeña confusión ya que ambos pensaron que el otro era malo.

—¿Y quién era el malo?-pregunta mi hijo sonriendo.

—Los malos, mi amor—dice Vicenta algo cabizbaja—hay muchos malos en esta historia, peor también hay muchos buenos—me acaricia las mejillas.

Vicenta
Ahora entiendo por qué dijo que yo conocía esta historia: porque es nuestra historia. Por supuesto, Daniel se la está disfrazando a Danielito para que parezca un cuento de esos que a él le gusta leer. Lo escucho que sigue contando:

—Entonces, el policía agarró presa a la muchacha y ahí ambos se dieron cuenta de que los dos querían lo mismo.

—Los dos querían amor, necesitaban amor en sus idas porque estaban enfermas de tanto odio.

—¿Por qué, mami?

—Porque los malos habían matado a la mamá y al novio de ella. También habían matado a la esposa, al papá y a la hijita de él.

—Y los dos se estaban volviendo malos, pero por suerte, se conocieron mejor y se enamoraron a tiempo, campeón.-Dice y toma mi mano antes de volver a mi hijo.

—¿Se enamoraron? ¿Y qué pasó después?-Pregunta Danielito con una sonrisa

[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]Where stories live. Discover now