33 "El deseo del atardecer"

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Vicenta

—Está bien.-Digo algo cansada, y esperando que asi pueda cumplir su deseo.

Nos ponemos de frente al horizonte que se refleja desde el jardín de la casa,y él me tom de la mano,supongo que es parte de la leyenda que me contó, así que dejo que lo haga,luego de dos o tres minutos llega la hora.

—Ya es hora, Vicenta, cierra los ojos y pide tu deseo—Me dice apretando su agarre en mi mano y acariciándola lentamente.

Ambos cerramos los ojos y siento que sigue apretando fuerte mi mano como aferrándose a ella...

Yo deseo una señal o algo que me ayude a definir mis sentimientos.

—Deseo pedido—digo abriendo los ojos y observando los colores rojizos que se reflejan en el cielo de esa ciudad.

—Pedido—Me dice él con un tono de positivismo en su voz.

Lo volteo a ver y me sonríe,me pregunto ¿qué estará pasando por esa cabecita ahora mismo? .

—¿Qué pediste, Daniel?—Lo cuestiono mirandolo a los ojos, que con la luz del atardecer cambia el color de sus iris.

—Si lo decimos, no se cumple—Me responde con una sonrisa de lado.

—Ah ya—Respondo para no quedar como boba al perderme en el color de sus ojos con la luz del atardecer.

Nos quedamos mirándonos fijamente por unos segundos,de repente reaccionó,no debo de estar mirándolo así y digo:

—Este... ya deberíamos irnos,se hizo de noche y hay mosquitos— digo nerviosa.

—Si—me dice Daniel bajando la mirada.

Volteo pero al hacerlo, me tropiezo con una piedra y caigo al suelo,como Daniel estaba agarrado de mi mano, cae también, encima mío,para ser más concizo empiezo a sentir algo extraño. Su olor, su cuerpo contra el mío,veo como las venas de sus brazos se brotan más de lo usual, puedo sentir su perfume fuerte y masculino, mientras sus manos se posicionan a los costados de mis caderas, dando pequeños toques, alejandonos del exterior, simplemente no tengo explicación, es un sin fin de emociones. Sólo sé que sus labios se acercan a los míos, lentamente y no puedo cerrar los ojos, necesito verlo, nuestras respiraciones se vuelven pesadas, su mirada está clavada en la mía, observo el verde aqua de sus ojos y siento que me llaman,con su dedo, empieza a rozar mi mejilla,me regala una sonrisa.

—Vicenta, te amo con todas mis fuerzas y quiero recuperar la familia que la vida me quitó por un tiempo.-Me dice y puedo sentir su corazón latir rápido en mi pecho.

Veo que nuestra distancia se acorta y sus labios rozan los míos provocando un escalofrío que recorre todo mi cuerpo y nos besamos.Cierro mis ojos y siento que es un beso necesitado me expresa toda la falta que le hacía lo mucho que me extrañaba, lo siento en la forma en que su boca se une con la mía, y como nuestros rostros se acoplan el uno con el otro,pero no es solo cuestión de bocas, su mano sostiene mi cadera y la otra agarro una de mis manos libres con firmeza, con miedo a que escape de esto, y siento como mi alma se alegra, mi corazón se acelera y la paz llega...

Daniel
¡Al fin! Estoy besándola como quería hacerlo desde hace más de un mes como quería hacerlo desde que la volví a ver estoy aquí besando al amor de mi vida saboreando su aliento una sensación de alegría salta en mi corazón ¡Cuánta falta me hizo! Sonrío en medio del beso y siento que ella también lo hace pero no quiero abrir mis ojos tengo miedo de que esto sea solo uno de esos sueños que he tenido en donde la beso y al abrir los ojos, ya no está o que xuando abra los ojos simplemente se desvanezca y que la oscuridad me rodee entonces con los ojos cerrados agarró su nuca y vuelvo a pegar sus labios a los míos queriendo que ese beso nos haga olvidar todo el dolor que hemos pasado, pero que también le recuerde nuestro amor, un beso que borre lo malo y que solo tenga memoria para lo bueno.

Vicenta
Paro el beso porque necesitamos respirar, yo necesito pensar, entonces nuestros labios se separan... empiezo a acariciar su cabello pero él sigue con sus ojos cerrados.

—Vicenta—Me dice en un leve susurro.

—Si—le digo en voz baja, como si alguien nos pudiera escuchar.

—Dime que esto no fue un sueño—Me dice con la voz temblorosa.

—Ya puedes abrir los ojos—Le digo mientras le acaricio una de las mejillas.

Él los abre y me mira,yo estoy con una sonrisa pero lo veo a él con una lágrima resbalando por su mejilla.

—Me hacía falta esto, gracias por hacerme sentir completo de nuevo—Me dice con una sonrisa sin despegar su vista de la mía.

—Mira, gringo... yo...—Digo insegura y desviando la mirada hacia la casa, para ver si alguién nos observó, pero no veo a nadie, Uff, estamos bien,creo.

—Aún quieres tiempo, lo sé. Te conozco y solo me hace falta mirarte para descifrar lo que me quieres decir.-Dice mientras agarra un mechon castaño de mi cabello, pero yo ya no lo puedo mirar, no se que hice,osea si sé pero no se si es lo correcto- Te voy a dar tu tiempo, pero este abreboca ha hecho que lo que siento por ti se intensifique—Dice y yo volteo para mirarlo.

—M...me tengo que ir—Digo bajando la mirada.

Hago un intento de incorporarme pero él me da un ligero empujón y una mirada pícara.

—Por si no estás segura.

Agarra mi rostro suavemente y me besa con amor, se separa de mí y me da un beso en la mejilla.

—Ahora ¡levántate!—Me dice mientras se reincorpara y me extiende la mano, yo la tomo y me levanto, sin embargo su mirada no se despega de mi.

—Te amo, Vicenta, no lo olvides—Dice con voz dulce.

Me da un cálido beso en la mejilla,se gira ya en dirección a la casa..

¿Qué fue eso?

[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]Where stories live. Discover now