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–Hyung llamó.– dijo JungKook con el semblante preocupado, Hoseok levantó la vista al mismo tiempo que Yoongi entraba a la cocina a su lado.

–¿Por qué la cara de funeral?– preguntó sonriendo aún de buen humor, el más pequeño de todos trago en seco sentándose en una de las silla de la isla y suspiró dispuesto a hablar.

–Estamos en problemas, pero antes de decirles cual es... Necesito contarles una historia.

–Estas asustandome.– dijo Hoseok sentándose frente a él.

–Antes que nada, debemos llamar a Tae y a Jimin.– el pelinegro lo miró sin comprender, mandando igualmente un mensaje a su novio, pidiéndole que viniera rápidamente, pues JungKook parecía tener algo que decir.

–¿Por qué quieres que vengan?, ¿Pasó algo malo?– volvió a insistir el pelirrojo con un semblante un poco más nervioso al ver como el menor mandaba mensajes de texto al chico de sonrisa cuadrada.

–Solo esperemos a que ellos lleguen, nuestras vidas dependen de esto.

****

SeokJin frotó sus manos sobre la tela de su pantalón, mirando celosamente hacia el platinado quién le sonreía muy amablemente a la señorita que atendía en el pequeño súper en el que se habían detenido para comprar algo de comer y beber. Parecía que habían pasado horas desde que su ahora novio había entrado al lugar a por unas papas, sin embargo, y sin vergüenza alguna, SeokJin lo había visto parado frente a la muchacha desde ya mucho tiempo.

–Estupido, me dices que sea tu novio y luego vas a coquetearle a la mugrosa esa.– murmuró sintiendo un tic en su ojo derecho al ver como la castaña besaba la mejilla del contrario. Harto de la situación salió del auto cerrándola de un portazo y camino con pasos firmes hasta las puertas de la pequeña estación, abrió la puerta corrediza y miró directamente a la chica.– Oye, ridícula. Un caballo está comiéndose tu estantería de exhibición.

La chica, primero ofendida por la forma en la que lo llamó salió corriendo buscando espantar al caballo mientras SeokJin la mirada de arriba hacia abajo.

–No tiene culo, sus pecho están caídos, su cabello está seco y las cejas las tienes demasiado oscuras. Tu buen gusto empezó y terminó cuando me dijiste hola. Terminamos.

NamJoon se cruzó de brazos apoyando en la barra en donde cobraban los productos con un sonrisa divertida bailando en su rostro, sabía que Jin lo estaba mirando con enojo hacía mucho rato, pero sencillamente no podía detener el plan que ya había hecho en su cabeza. Si iba a cuidar de SeokJin, debía hacerlo bien y debía hacerlo ya.

–Es la relación más larga que tuve.– murmuró elevando una ceja ante la mirada furiosa del castaño.– Yo te aconsejaría volver conmigo, soy inteligente y follo bien.

–Eres un bastardo.– antes de que el mayor pudiera irse NamJoon tomó su mano atrayéndolo despacio hacia él, mirando por su hombro como la chica de antes intentaba espantar al caballo que mágicamente si había aparecido en sus estantes, sonrió ahora volviendo la mirada alas bajo antes de acariciar su rostro y darle un pequeño beso en los labios.

–No es lo que piensas, ella me obligó.– SeokJin, quién después del tierno beso lo miraba encantado volvió a fruncir el ceño golpeando su pecho con fuerza, haciendo que el menor se sonará realmente lastimado.– Está bien, está bien. No jugaré más...

–No sé porque acepte salir con un niño.

–Yo sé. Me amas.– Antes de recibir otro golpe el tomó sus manos posandolas suavemente sobre sus hombros.– Solo estaba preguntando por algún lugar par alojarnos después de iniciar tu plan de rescate.

Penetrame, ¡ahora! [NamJin]Where stories live. Discover now