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-Tengo que irme, por favor, muevete.-

-¡No!- el mayor lo miró con los ojos abiertos por el fuerte gritó del menor quien se aferraba a la puerta de el auto que le había prestado Jimin para buscar las cosas que hacían falta en la fiesta que, según NamJoon, sería divertida. Pero más bien resultaba estresante para Jung Hoseok, quien ahora tenía que lidiar con alguien...

-Insolente, ¿Cómo te atreves a gritarme de esa manera?- un puchero se formó en los labios de Taehyung, quien terminó sentándome en el lado del conductor con los pies por fuera.

-Hyung.- lloriqueo frunciendo la nariz.-me prometiste un cita hoy, no puedes irte y dejarme con la sorpresa que te hice.

-Primero, yo no prometí nada y segundo, ¿qué tanto pudiste hacer en un par de horas?

-Muchas cosas hyung. No se vaya.- demandó cruzándose de brazos, Hoseok, ya cansado y sin querer discutir con el odioso de los Kim asintió.

-¿Qué tal si vamos a la fiesta en casa de Park?- propuso logrando borrar esa mueca de insatisfacción en la cara del otro.

-¿¡En serio!? Mochi está haciendo una fiesta y no me invitó.- meditó el solo, pellizcando su labio, un gesto que le pareció agradable al peli-rojo que esperaba la decisión final del quien ocupaba su lugar en el auto.

-¿Y bien?-

-Está bien, acepto. Aunque de todas formas me debes una cita.- repitió saliendo del auto.

-Si, si, como sea. Sube.

-Hyung y yo tendremos una cita~

Un bufido seguido de una risa aburrida salió de los labios Hoseok quien abrochado su cinturón miro al menor.

-Eres un caso...

-¿Especial?

-Espacial.

-¡Oye!

-Ponte el cinturón.- se río por último, poniendo en marcha el auto, cuando el reloj marcaba las cinco de la tarde.

***

Un fuerte gritó se escuchó en la sala luego de el sonido estruendoso de cristales cayendo al suelo.

-¡MIN YOONGI!¿DIME QUE NO ROMPISTE EL JARRÓN DE... ¡ah! ¡MI AMOR!-

-No me digas mi amor, imbécil.- se quejó el nombrado levantándose del suelo, dejando a la vista el desastre de vidrios por el suelo y el perro negro con café que correteaba feliz como si no importará en lo más mínimo que la culpa fuera suya.

-¿Estás bien?- pregunto ignorando su reclamo, mientras se acercaba a revisar sus manos.- vamos, te curaré.

-Estoy bien, solo es un corte.- suspiro quitando su mano.- vamos, se hará tarde y estos vasos no se tiraran solos.

Sumidos en un tranquilo silencio, ambos empezaron a levantar los pequeños trozos de cristal del suelo, mientras el perro, cuyo dueño era desconocido, entraba a la sala sin pudor alguno, incomodando a Jimin, pues los perros no eran de su agrado.

-Quitate, Yoongi. Se hará pipí en el suelo.

-Es solo un perrito, apúrate a recojer esto.- rodó los ojos el pelinegro, ignorando la mirada de temor en los ojos del más bajito, quien aún incómodo y aterrorizado se ocultaba tras el cuerpo en cuclillas de su novio.- Jimin, por favor. Empieza a levantar esto.

-Pero el perro...

-Está cosa no te hará nada. Holly, fuera de aquí.- gruñó Yoongi hacia el perro quien obedeció de prisa, huyendo de la molesta mirada del humano.

-¿Es tuyo?

-No.

-entonces...

-Tenia la placa, vamos, esta casa no se limpiará sola.- tomó su mano guiándolo hacia la cocina de su gran casa solitaria, por comodidad propia más que por abandono paterno.

-Llamare a Hoseok, ¿podrías decirle a Namie que traiga las cervezas? Las dejé en la nevera de tu departamento.- dijo Jimin, ahora más calmado y con el celular en su mano.

-¿Cómo le dijiste?- enarcó una ceja, dejando verse incrédulo, más de lo que creía.

-¿A quien?

-a NamJoon, ¿Cómo lo llamaste?-

-¿Namie?- dijo dudoso, perdiéndose en la mirada de Yoongi, que poco a poco se oscurecía.

-No le digas así, es irrespetuoso e insolente.

-Pero...

-Silencio, estoy hablando con NamJoon.- dicho esto salió de la habitación con el celular en su oreja, dejando atrás a un Jimin confundido por sus cambios bruscos de ideas, algunas veces llegaba a asustarlos, pero era divertido.

Cambiar la rutina, sentirse querido, pertenecer a alguien. Aprovecharse de su tiempo, como le gustaba decir al rubio.

Aprovecharse de las vagas y casi transparentes intenciones de los demás, era fácil. Su especialidad.

-Ya viene. Es muy temprano para dejar la mesa lista, mejor cubramos los sofás.

-Temes que...

-No, no. Silencio, no quiero escuchar a jóvenes fornicar en mi casa, y no lo escucharé en una casa ajena.- bufó tomando una manta de uno de los tantos estantes en su cocina.

-Está casa no es ajena, es mía.

-Por eso mismo, creo saber conocerla pero en realidad, no se nada.

-Ahora hablas de mi...

-Siempre hablo de ti. Mueve el puto sofá, antes de que arruine tu sonrisa.

-Gracias hyung.

-¿Por querer romperte la cara?- comento burlón.

-Por decirme que siempre piensa en mí. Gracias por darme atención.


***

1/?

Valgo verga, lectorsitos. Yo planeando sacar cap. Como pan caliente y la vida pinchando mis globos de ideas y esperanzas. XD

De todas formas, continuaré mañana. Gracias por leer.

Nos leemos pronto. <3

Penetrame, ¡ahora! [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora