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-Yoongi... Tráeme una manta y algo de chocolate caliente. Rápido.- chasqueó los dedos subiendo mis piernas a la mesita de centro en donde Hoseok comía su sopa instantánea.

-Baja los pies, imbécil.- farfarulló molesto mientras de un manotazo quitaba mis extremidades.- y deja de darnos órdenes. Por tu culpa estoy cometiendo sopa fría hace dos días.

Rodé los ojos mientras esperaba por mi chocolate que claramente nunca sería preparado pues cuando Yoongi llegó a la sala me golpeó con su taza de café en la cabeza y luego se sentó en el sofá a mi lado.

-Eso de seguir tus órdenes se fue a la mierda cuando tuvimos que trabajar para pagar la comida en el restaurante.- rodé los ojos de nuevo ganándole dos manotazos al mismo tiempo.

-Ya, perdón. Yo qué iba a saber que ustedes no traerían suficiente dinero.- me queje por tanta violencia hacia mi.- Además, ese dinero era mío. Se supone que no pagaría de todas formas.

-Encima regalaste el abrigo que te compre con tres mese de trabajo, NamJoon. Nunca más te vuelvo a dar nada en tu cumpleaños.- dijo esta vez, Hoseok, quien aún tomaba su para nada apetitosa sopa.

-Ese hombre estaba con frío y encima con un problema financiero. No podía dejarlo así sin más.- me levanté del sofá algo hastiado por el mismo regaño de siempre.

-¿A dónde vas?- tomé otro de mis abrigos y me senté de nuevo.

-Solo quería esto.- saque una pequeña caja blanca y tomé el mechero, encendiendo en seguida un cigarrillo que lleve a mi boca.

-Claro, envenenate con tabaco.- Hoseok frunció el ceño, pero al cabo de unos minutos termino pidiéndome uno.- odio fumar en casa, pero estoy estresado.

El silencio inundo la sala luego de aquel comentario. Era cierto, estábamos estresados, el dinero que nos mandamos al cenar, y que encima fue insuficiente, era el ahorro para el alquiler que teníamos que pagar en dos semanas.

Dos semanas eran insuficientes para ahorrar de nuevo, así que la única opción que teníamos era, o reducir gastos o prostituirnos. Claramente elegimos la primera.

Desde hace tres días no tomábamos un taxi hacia la secundaria, no cenábamos platos grandes, el desayuno era una galleta y un vaso de agua, el almuerzo lo robabamos de nuestros amigos en la cafetería y los focos de las otras habitaciones, incluyendo el televisor, estaban apagados siempre.

-Esto es horrible. Justo ahora iban a pasar una nueva película y me estaba interesando.- gruñó Yoongi pegado a su celular, cosa que nos parecía raro pues el nunca tomaba enserio aquel aparato.

-¿Con quién hablas?- pregunté apagando el cigarrillo en su cenicero. Me acomode en el sofá recostandome mi cabeza sobre sus piernas mientras intentaba ver los mensajes que mandaba.- quiero ver.

-Salte idiota, no es nadie. Solo... Un virus se le metió.

-¿Un ParkVirus?- voltee hacia Hoseok con el ceño fruncido.

-¿Park que...?- eleve una ceja confundido.

-Ya te lo había dicho, Yoongi y el están saliendo.- abrí la boca indignado.

-Es una estupidez, no es verdad.- dijo Yoongi sin ponernos atención. Frunció el ceño y tiró el celular al otro sofá.- Es exasperante. Lo odio.

-Hablaba de...

-Si, si... Jimin. Ese hijo de pu... Ahg.- se levantó casi haciéndome caer de sus piernas.- me voy a dormir.

Dicho esto se fue a su habitación cerrando la puerta de un portazo, Hoseok y yo nos miramos al mismo tiempo, decidiendo ignorar su comportamiento. Hoseok tomó su tazón de nuevo y se recostó en el sofá, tomando lentamente su cosa esa.

-Perdón por regalar el abrigo.- murmuré luego de unos minutos en silencio, el me miró y sonrió brevemente.

-Esta bien, NamJoon. Solo te molesto con eso, estuvo bien que se lo dieras.- sonreí de vuelta y me levanté del sofá.

-Gracias.- caminé hacia mi habitación y antes de entrar grité un "buenas noches" que Yoongi me contestó con un "vete a la mierda" tan cálido como solo el podía dar.

Me tiré en la cama boca arriba y cubrí mis ojos con mi ante brazo, suspirando ante el pesado día que tuve. Era jueves, y pensar en que tenía que soportar el viernes más antes de dormir todo el día me estresaba. Más aún ahora que no sabía nada de Jin, me había acostumbrado a molestarlo de vez en cuando, a ponerlo nervioso cuando me acercaba, a acorralarlo en su oficina. Y ahora simplemente no estaba.

Y eso me estaba matando.


***

Otro día... otra tortura. Ese sería el lema de vida que adoptaría por el momento, pues al levantarme, y como hace algunos días ya, me espero un vaso de agua y las galletas saladas de desayuno de siempre.

-¿No creen que exageramos con esto?- pregunte levantando la vista hacia ambos chicos quienes aún adormilados negaban.

-Si reducimos esto podemos pagar totalmente dos meses. Y luego, a ahorrar y despilfarrar como siempre.- bostezo Yoongi.

Dicho esto terminamos en silencio la estupidez de desayuno que servimos ese día y subimos al bus para al fin  ir a estudiar algo que nos daría  un mejor trabajo, con un mejor sueldo y una mejor vida... o al menos ese era el plan.

Al llegar no me moleste en pasar por la oficina del presidente antes de clase, tampoco me moleste en buscarlo con la mirada en la cafetería, ni mucho menos en el receso de dos horas que tenía y que justamente coincidía con el suyo. Kim SeokJin. Ya no me molestaba en buscarlo luego de dos semanas sin noticias de el. Estaba cansado de mi propia actitud. ¿Que se supone que estaba haciendo? Buscándolo, que estupidez. No tenía por que, no me preocupaba. No lo hacía. El y yo no teníamos nada así que no tenía que preocuparme con el. No.

No.

No...

No llegaba, ¿por qué?

-Quiero follarte, joder.- gimoteaba en las sombras de aquel inmenso árbol en una esquina del patio. Apenas habían pasados treinta minutos desde el receso y yo ya sentía insoportable el ambiente a mi alrededor.

No quería admitirlo pero extrañaba molestarlo, ponerle nervioso, desatar la tensión sexual entre ambos. Aunque eso no llegara a más, deseaba escucharlo jadear con mis besos, besos que era insignificantes pues nunca teníamos tiempo ni momentos largos para darlos.

-¿A quién quieres follar?- abrí los ojos de golpe cegandome por la luz del sol que cubría una cabeza mirándome desde arriba. Parpadee un par de veces aclarando la imagen, notando un ceño fruncido en aquel rostro.- creí que solo era yo en tu mira, que decepción Kim NamJoon.

-Jin.

-Respeto niño.

-Idiota.




























Feliz Navidad.

Penetrame, ¡ahora! [NamJin]Where stories live. Discover now