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Los días después del incidente en la casa de Park Jimin, este no había vuelto a cruzar palabra con ninguno de ellos, Taehyung había sido llevado al hospital y los tres amigos fueron mandados a su departamento, dejando así al mayor de todos rellenando papeles como si él fuera el propietario de dicho lugar.

-¿Cómo está tu nariz?- preguntó al peliverde quien no paraba de removerse sobre su camilla.

-Me dijeron que no fue nada grave, pero que aún así debía guardar reposo. Por ahora solo está roja e inflamada.- bufó cruzándose de brazos.

Jin asintió en silencio sin saber que más decir, dando paso a un incómodo silencio que el tictac de su reloj solo hacia mas evidente. A excepción de SeokJin, nadie más había ido a visitar al pequeño de ojos grandes, poniéndolo triste aquellos dias encerrado en su habitación.

¿Dónde estaban todos sus amigos?

Se preguntaba cada mañana al despertar y cada tarde al anochecer, cuatro días de ausencia y ningún mensaje en la pantalla de su celular.

-Hyung... No tenía que molestarse en venir. Se que soy una molestia para usted.- dijo de repente el menor, rompiendo el silencio que ahora SeokJin quería que este.

-No digas eso, no eres una molestia. A veces eres algo pesado, pero eres un buen chico.- le sonrió con los labios cerrados haciendo que el contrario suspirara.

-¿Y cómo explicas que nadie se haya dignado a mandarme un mensaje de "recupérate pronto" por lo menos?- pronto el menor sintió sus ojos humedecerse, respiro profundamente y aplacó el nudo en su garganta.- No contestes.

Jin apretó los labios sin saber que más decir. No era bueno consolando a los demás, y mucho menos creyó ver a alguien tan eufórico como Taehyung apunto de quebrar en llanto.

-Entonces ellos no son tus amigos de verdad.- se levantó de la cama y acomodó su abrigo.- Es hora de que limpies tu agenda y la rellenes con nuevos nombres.

-Como si eso fuera fácil.- negó mirando sus dedos entrelazados.

-Ya tienes mi nombre escrito en ella. Nos vemos, TaeTae.- Una sonrisa se formó en los labios del menor al tiempo que Jin abandonaba su habitación. Dejándolo otra vez a solas, aunque ahora sin tantos demonios gritando en su cabeza.

***

"¿Jiminie?"

"Hay gelatina en la cafetería, ¡tiene forma de pollito!"

"Dije forma de pollito en el anterior mensaje, no me hagas decir nada más vergonzoso."

"Anda ya, responde"

"Estoy empezando a molestarme."

JIMIN!"

"perdón, no fue mi intención gritarte."

"Ah..."

"¿Quién eres?"

-¿Qué, quién soy? ¡Ah! ¿Cómo se atreve, ese mocoso?- gruñó como por décima vez en el mismo minuto, NamJoon y Hoseok, quienes comían tranquilos su almuerzo, voltearon la vista aburrido hacia el pelinegro quien tecleaba a toda velocidad en la pantalla de su celular.

-¿Qué pa...

-Jimin sigue sin contestar mis mensajes, y ahora que si lo hace me viene con un "¿Quién eres?"- reclamó en voz alta hacia Hoseok.- ¡Ahora me dejó en visto!

-Ya, hombre... Te están mirando raro.- comunicó NamJoon volviendo a comer de lo que antes era un lindo pollito de gelatina.

-Ni siquiera se porqué está molesto conmigo. No es justo.- volvió a decir ignorando la advertencia del moreno.

Penetrame, ¡ahora! [NamJin]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz