¡Intermedio Romántico!: Especial I

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[Advertencia: Esto es un especial. No tiene continuación directa con la trama principal. Contiene escenas LaZr y ZaDr. Originalmente esto se iba a subir en "San Valentín", pero debido a problemas externos pude subirlo recién hoy. Aclaraciones y créditos al final del capítulo. ¡Gracias!~]

Detestaba deambular alrededor de tantos vacíos y monótonos seres humanos, desde que puso un solo pie en esa sombría ciudad, empezó a aborrecer con cada músculo de su ser el fastidioso entorno que lo asfixiaba con trivialidades sin importancia, sob...

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Detestaba deambular alrededor de tantos vacíos y monótonos seres humanos, desde que puso un solo pie en esa sombría ciudad, empezó a aborrecer con cada músculo de su ser el fastidioso entorno que lo asfixiaba con trivialidades sin importancia, sobretodo ahora, que inconscientemente decidió permanecer e habitar en ese mugroso planeta llamado "Tierra". Sabía muy bien que a pesar de todo, con lo que respecta a su planeta natal, su origen y raza eran, en parte, sucesos del pasado, debía lidiar con la pérdida de sus Altos, sus creencias y metas, actualmente estaban en peligro con la reciente exterminación e caída del imperio. La culpa no abandonaba completamente su cabeza al haber fallado drásticamente en proteger lo que veneraba. Sin embargo, ya no había vuelta atrás, su elección natural fue fingir ser otra asquerosa pestilencia terrestre, que a su vez traía serias y problemáticas consecuencias, una de ellas era principalmente molesta: Lidiar con las horribles costumbres humanas. Siendo más específicos, el típico ritual social que consistía en el "contacto físico y comunicativo", demasiado usual para las personas normales, pero para el irken se le dificultaba a montones. Además si sumamos un "ligero" trauma que aún conservaba, esa singular idea de que su entorno estaba repleto de sucios gérmenes, imaginando a los tontos terrícolas revolcándose en su mugre.

Esa curiosa paranoia podía controlarla, solo hasta cierto punto, su odioso dilema estaba desarrollándose en un ambiente totalmente diferente. Actualmente un falso humano estaba sentado en una elegante mesa decorada con una gama de colores azulados junto a un jarrón repleto de rosas blancas que transmitían cierta tranquilidad, reposo la cabeza con su mano derecha mirando desinteresado la peculiar y lujosa cafetería repleta de personas con una alta posición económica, no es como si al irken le importara algo tan insignificante como eso, solo se dedicaba a esperar pacientemente a su extravagante amigo castaño. Habían pasado la mitad del día juntos, hablando entre sus mutuos gustos, intereses, y motivaciones sobre lo que sería enfrentar el futuro, aunque estos temas solo fueron brevemente tocados, a lo que sus risas, y ocurrencias profundizaban cada vez más su relación... Entre algunas actividades comunes como lo eran: recorrer diferentes lugares, conversar y absurdos entretenimientos para matar el tiempo, no le cayó del todo mal al ex-invasor, rápidamente lograba distraerse con la compañía de su esclavo humano, es más, casi podría arriesgarse a decir que era sumamente divertido compartir tiempo con él, aprendió muchas excentricidades, curiosidades y experiencias, resultando ser claramente satisfactorias.

Era extraño, si estaba al lado del de gabardina azulada, cualquier locura que cometieran juntos le parecía fascinante, única, divertida...

Movió repetidamente su cabeza, tratando de alejar esas hilarantes conclusiones sobre sus inconclusos sentimientos, pensar en eso solo empeoraba su condición, aún más al notar el reciente cambio radical, referente a la actitud de su amigo de cabello alborotado, resultando ser mucho más atento, servicial y amigable cuando se trataba exclusivamente del extraterrestre. Incluso en estos últimos días le dio su consentimiento al de ojos azules a que pasara varios días en su base, lo que fue divertido e relajante, hasta llegaron a dormir juntos mirando las incontables estrellas, algo que ambos secretamente disfrutaron. No obstante, soportar todos esos malos recuerdos que le suministraba el espacio aun lo atormentaban. Ahora el falso humano miraba vagamente por la ventana, bastante intranquilo consigo mismo, sintiendo algo muy similar a lo que la humanidad determinó como "Nervios", necesitaba a cualquier costo calmar su malestar, buscar la manera de aliviar ese desagradable ardor que invadía sin piedad sus mejillas. ¿Cual era la razón de experimentar tan severo mal? No lo comprendía, una sensación raramente confortable, como una tenue y agradable caricia que buscaba tranquilizarlo, era como escuchar un breve susurro de "Estarás bien, estoy aquí". Algo así provocaba la sola presencia del de ojeras, sin saber exactamente cuando se hizo tan cotidiano estar siempre a su lado, tenerlo relativamente cerca...

Redención [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora