⛥Capitulo Cinco⛥

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Un silencio tan profundo y cruel reinaba por todo el salón escolar, los estudiantes se encontraban callados e inertes en su material de lectura, el tenue ruido de las hojas al pasar era lo que se permitía escuchar, acompañado del sonido de las manecillas del reloj que mostraban el tiempo que debían soportar hasta ser liberados de esa condena. 

La disciplina mezclada con el miedo infundado que lograba administrar la profesora era simplemente admirable, nadie en su sano juicio se atrevía a desafiarla, ya que existía la posibilidad de que quien la retara terminaría en el borde de la desesperación, siendo torturado hasta las últimas consecuencias. Incluso los mismos estudiantes podían llevarse la peor parte, advirtiéndoles indirectamente lo que les sucedería si seguían ese rebelde comportamiento.

Aunque el ambiente esté completamente sumergido en una aura de desesperación y soledad, esto no provocó nada en el muy aburrido irken, el cual seguía en la misma posición inicial, recargando su rostro con su mano pero esta vez balanceando un lápiz entre sus labios observando de vez en cuando al recién llegado humano que estaba justamente del otro lado de él. Su presencia era le transmitía algo raro, eso era un hecho.

 Desde hace unas pocas horas atrás, estaba siendo constantemente observado por esa bola de carne, no tardó demasiado en darse cuenta de aquello, lo que provocó un sentimiento extrañamente familiar, como si ya lo hubiese vivido con anterioridad, pero no entendía del todo bien ese concepto, se trataba de una cuestión que no lo dejaba pensar tranquilo. Nuevamente empezó a divagar entre sus pensamientos y recuerdos, era casi inevitable, a la vez que el de gabardina azul miraba con interés al ex-invasor, a lo que él sin ningún miedo le devolvía insistente la mirada, casi como una batalla.

"Dímelo, lo averiguaré todo sobre ti, Zim. Tarde o temprano averiguaré todo."

Ahí estaba de nuevo, esa irritante voz que tanto odiaba. Aquella voz era de su enemigo mortal: Dib.

Repentinamente el fuerte sonido de la campana alertó a todos en el salón, provocando unos gritos sinceros por la liberación bien merecida, finalizando así su interminable cautiverio, lo que causó un sonoro gruñido seguido de un suspiro frustrado de parte de su maestra que dio una pequeña señal que podían retirarse por hoy. Como si de una jauría de perros se tratara, todos sus compañeros salieron disparados del lugar, pisoteando y empujando a cualquiera que se les atravesara, nadie podía culparlos en realidad, simplemente las horas de tortura que soportaron serian duras para cualquiera. Por otro lado, el extraterrestre no tenía ninguna prisa en realidad, simplemente se quedó sentado en su sitio hasta que los monos humanos terminan su acto para poder salir.

Una vez que todo el mundo abandonó el aula de clases, se levantó con mucha tranquilidad de su pupitre, para luego comenzar a caminar de manera orgullosa por los estrechos pasillos del recinto escolar, se sentía solo y aburrido, en cierto modo echaba de menos las peleas cotidianas que tenía con aquel sucio humano, que producía unas sinceras ganas de asesinarlo con sus propias manos. Al darse cuenta de esto, movió su cabeza intentando alejar el constante acoso de aquellos vagos e inútiles recuerdos, apuro su caminar hasta que llegó a la entrada del establecimiento, lo que produjo un gruñido ocultando groserías en su idioma natal irken. Si, para su desgracias estaba lloviendo.

- Odio este planeta... Odio este planeta... Odio este planeta... -

"Entonces deberías irte."

Ahí estaba otra vez esa molesta voz, estaba empezando a fastidiarse. Se recargo en un cimiento de la pared para observar con enojo a la incesante lluvia que al parecer no tenía intenciones de detenerse, así que resignado optó por esperar. Sin ser descubierto, metió sus manos dentro de su pak, para sacar un pequeño artefacto humano, que era sin lugar a dudas, un reproductor de música, acto seguido se puso los audífonos y luego elijo una canción al azar, por lo que cerró sus ojos dejándose caer sentado contra la pared.

Redención [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora