Capítulo 7. ¿PERFECTA.?

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♡Serena♡

— ¿Perfecta? —me pregunté a misma arrugando la nariz. ¿En qué sentido le parezco perfecta?

Puse mi mejilla sobre mi mano mirando a la calle y jugando a la vez con mi bolígrafo. Aún me faltan por contestar los ejercicios matemáticos, Álgebra 1, ecuaciones, simplemente me cuesta trabajo resolver toda una operación, tan solo las aplicaciones me han ayudado, si, suena trampa lo sé.

Tomé mi teléfono mirando la hora, 9:00 a.m. Comenzamos con una mañana rutinaria como fin de semana. Tengo que pasear a Mila, la perrita Golden de mi vecina, una señora mayor que quedo ciega después de la pérdida de su esposo. Dejé mi pluma en mi escritorio, tomé mi mochila y salí de mi habitación.

—Vengo en un rato Luna, no quiero regresar y te hayas escapado o hayas morder mi cable —le advertí estando a punto de cerrar la puerta.

—Miauu.

Al bajar el último escalón, escuche los murmuros provenientes de la sala, solo alcanzó a oír las voces de la televisión. Sin mirar a mis padres, estiré mi pie, pero fui descubierta. Volteé, mis dos hermanas, mis padres están mirando "El conde Drácula".

—¿Te irás? —me pregunto Rini, mi hermana pequeña de 7 años.

—Serena deberías quedarte, es sábado.

—No puedo —cerré los ojos con fuerza —. Dios, el conde Drácula tiene tanta sangre, enserio... quedé con Mimi de sacar a Mila. Ya sabes trabajo.

Mi mamá, en su modo equis:

—Por favor no tardes tanto, llega temprano.

Negué con una sonrisa afligida.

Las voces de los actores se volvieron a oír. Quisiera quedarme mirando la serie con ellos, sé que aman las pelis de terror yo también las fascino, también amo a los vampiros. Es tan raro que los cuatro estén mirando una serie, si, mi familia es extraña, además de que las series a ellos les aburren. Pero, el simple hecho de que una escena se quedé guardada en mi mente o los ruidos, me hace tener sueños profundos, pesados, reales, lo peor me despierto las 3 de la madrugada, lo peor es que ver una silueta parada... A mis dieciocho y con miedo.

Cuando salí fui directo a la casa de Minie, la vecina.

Pase por Mila, la perrita con más fuerza ahh y los perritos pequeños. La primera vez que puedo con diez a la vez, me dan un buen pago por hacer esto los fines de semana.

Pase por la tienda office, Mil avió un gato y fue algo imposible de detenerla por la fuerza y más cuando estaba limpiando las heces de los perrunos pequeños, al principio para detenerla me tropecé llamando la atención de los que rodeaban la banqueta y en los puestos de comida, pero, a mí, eso no me importo. Trate de jalarla y no pude, doble ridículo chocando con la espada de alguien

—¡Rayos Mila! —masculle entré dientes.

—Auchh, maldición ¿Por qué no tienes más cuidado mi acosadora?.

Enarqué una ceja —. ¿Estuviste mirándome?, porque demonios no te acercaste.

Soltó una carcajada —. ¿Disculpa? Yo no estoy en el puesto acosador peculiar. Aparte fue inevitable verte forcejear con la correa de tu perro —dijo, pero su risa bastaba con ironía —. ¿Trabajas como cuidadora?.

Sus palabras me hicieron sentir furiosa, no evite mirarle la frente para incomodarlo, pero ahora que recuerdo me dejo abandonada fuera de mi trabajó, Zafiro, su mejor amigo se ha encargado de pasar por mí, no le negué a que me llevará, bueno el primer día en ausencia de él, lo hice. Para ser honesta, ambos tienen cierto parecido, físico.

Mi Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora