Capítulo 35. Pelea de chicas.

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ღ𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐚ღ.

Ha pasado de todo. Desde una nueva vecina, desde que Abi, mi hermana dejó de hablarme solo por ir a recogerla a la escuela, ahhh y si, desde que mi Absolem se olvidó un poco de mí, ya que tiene entrenamientos todos los días de ambos deportes. 

Aunque no solo eso, nos espera mucha desgracia hoy.

Entonces.

—Dios, estoy tan abrumada, ubiese deseado quedarme en la escuela NYU —añadió Mina con un puchero, mientras patalea y hace algo de ruido con el piso de metal sobre las gradas. 

—¿Mucha tarea? —le pregunté para curosear un poco, ya que yo estoy haciendo el proyecto de contabilidad.

—La verdad es que si, parece como si estuviera enferma y las clases a distancia con trabajos extra.

—Entiendo.

—¿Y dime, muñeca qué estás haciendo?.

—La tarea para contabilidad.

—¿No te aburre?.

—Si y muchoo. Solo la escogí por que no sabía bien a que dedicarme, de hecho mi padre dijo que sería una buena opción por que uno de mis primos podría ayudarme... —exhalé aquel aire que abundó en mí. Exceso de estrés. Debe darme un ataque de ansiedad —. Pero...

Me interrumpe:

—Desde que vi que Darien se metió a estudiarlo solo por que su padre se lo ordenaba, se la pasaba horas en el computador lograr terminar el asiento contador.

—¿Salía?.

—De vez en cuando. Pero supongo que cuando acabe está  tortura, ¿estudiaras diseño o artes plásticas?.

Aveces me llaman tanta la atención muchas cosas pero, me haré vieja por estudiar y aparte de lo aburrido que es la escuela, tener que hacer amigos para luego no encajar en ese canal... realmente odio la socialización. Por que me cuesta.

Agregué —: Son cinco años de diseño, así que probablemente estudié eso.

Marina me sonrió con una sonrisa afligida, casi esforzada por lo dicho, pudo haber sido que me quedé pensando que decir. La vi beber de su arizona de té verde y luego centrar la vista a los que rondan por el lugar.

—¿Pensaste en estudiar veterinaria? —me preguntó, para cortar el silencio y no matar la conversación.

Asentí.

—Si, de hecho si, pero, le tengo un gran pavor a la sangre entonces si muere un perrito muero con el y no quiero —añadí patidifusa.

—Entiendo, ¿Y... Darien y tú son algo?.

Tragué grueso, aún no lo somos, nos estamos conociendo más, pero, que pensar sobre aquel beso en el Merguro sin respetar el contrato.

Negué.

—¿No te parece arrogante algunas veces, serio o con cara de pocos amigos?.

—La verdad es que no...

Quizás tenga la cara fría cada día.

—Bien, no  tengo clases hoy así que no sé si irme o esperarlos. No recuerdo como llegar sabes —soltó ua risa boba —. Mejor me quedaré.

Sonreí.

—¿Y Camille? —indagó, vi que la gente empezaba hacer bullicio por la llegada de la estrella rompe botones —. A veces es un caso tedioso, en sí ella no se merece a Darien, tú sí —me guiñó el ojo de manera divertida —. Me enteré de que es vecina nueva — señaló mi mano y pie vendados.

Mi Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora