Capítulo 30. Una espía romántica

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MINA

Bajo mis gafas de sol al ver que he vuelto a llegar a Tokyo. Cierro mis ojos apreciando el olor a ambiente cálido. Solo eso me faltaba, llegar a mi mundo al que pertenezco.  

Me detengo en el mural de croquis solo para poder guiarme a la universidad de mi querido Zafiro Black, aunque prefiero esconderme un rato de él.

Antes de seguir mi caminata tomo una fotografía, me volteó mirando a Artemis que se encuentra a lado mío.

—¿No deberíamos tomar un taxi?.

Niego. 

—Mina, eres pésima para llegar a los lugares. Es más, tiene un año que no esuvimos en Tokyo.

—Hay por favor, eres un gato, un gato vago de noche y un humano de día, así que guiame a la universidad.

—Solo soy humano Mina, está bien que quieras considerarme como el gato de Hermione Granger

Lo imite.

Unos minutos después... Note como Artemis se golpeó el rostro cuando se dió cuenta de mi rostro de confusión.

—Un momento, es por acá —señale el callejón tétrico.

Sentí la mano de él agarrar el cuello de mi blusa, —Te lo dije Mina, mientras sigas viendo el croquis medio borroso nunca saldremos de está, pero eres terca!.

—¡Omo! —chille.

—Tomemos un Uber.

—Jaja —solte una risa nerviosa. —Artemis lo olvidas, me gaste todas mis tarjetas de crédito en ropa y mi efectivo cuando veníamos de regreso —dije.

—Por suerte traigo dinero.

Me digne a seguirlo hasta el uber. Una vez dentro me dediqué a mirar el perfecto otoño de los árboles.

—¿Le dirás a Zafiro que llegaste?.

Negué, —No quiero que sepa que llegue —hice una sonrisa de lado. —Me haré pasar su espía...

Hizo una mueca, —Por aquí está bien.

Baje del auto con todo mi maleterio, puedo observar como hay estudiantes rondando a mi alrededor, es como si fuera mi primera vez llegar acá, pero no es así... por fin luego de un año he llegado a Tokyo.

Puedo escuchar un par de risas varoniles a mis espaldas y entre ella está la de una chica; pero la risa más estúpida es la de Mike Walterson, sin duda alguna para mí no sería irreconocible.

Reacciono inmediatamente al abrir los ojos como plato, sujeto a Artemis por el cuello arrastrándolo a aquel poste de anuncio.

—¡Auch, Mina!.

—Lo siento, guarda silencio.

Pongo mis manos sobre la barra delgada, ya empiezo a sentirme como una detective encontrando las piezas del rompecabezas.

—Espera un momento —barbote con una sonrisa de oreja a oreja. —¡No puede ser!.

—¿Qué no puede ser?.

—Darien definitivamente rompió mi promesa, pero OMG, el tóxico ya tiene a su chica.

—¿!No te estará sustituyendo?!.

—No lo creo, no somos nada, aparte Darien es mi mejor amigo.  Así que ahora podemos ir a la cafetería.

—Bien.

Al llegar a la cafetería de la universidad vi sentada a aquella chica, sonreí de lado al empezar acercarme a ella.

—¿¡Dios, Mina qué rayos estás haciendo?!.

Mi Chico MillonarioTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang