Cuestión de fe

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Indomable

"Cuestión de fe"


Cuándo Ji Yong llegó al hospital le fue fácil localizar la habitación de Kang Daesung, pues ésta estaba custodiada por un par de policías y, unos cuantos más, esperaban en las entradas del hospital, seguramente para evitar que aquel que quiso terminar con la vida del testigo cumpliera su cometido.

Con ayuda de su placa policiaca y el reconocimiento de sus compañeros, logró entrar a la habitación. Una estancia de tamaño pequeño, con la suficiente luz artificial y un fuerte olor a antiséptico. Encontró a Daesung descansando sobre una pequeña cama individual, vistiendo la reconocible bata del hospital y siendo cubierto por un par de sabanas. Un pequeño televisor estaba encendido, llenando la estancia de distintos sonidos, sin embargo, notó Ji Yong, Daesung no parecía prestarle atención.

―Ha tardado en venir, agente. ―Pronunció Daesung, siendo el primero en romper el silencio.

―Hola, Daesung, ¿cómo te encuentras? ―Saludó, aproximándose a la camilla.

El paciente le miró profundamente durante unos instantes, hasta que soltó un largo suspiro y perdió la rigidez de su cuerpo, esa que Ji Yong no se había percatado que tenía.

―Si soy sincero, Ji Yong, creo que estoy jodido. ―Aunque su voz poseía un tinte burlesco, estaba lejos de parecer algo divertido. ―El médico que me atendió me explicó que es una suerte que ninguna bala tocara algo verdaderamente esencial, tengo un agujero en una pierna, en un hombro y a un costado del estómago, pero sólo eso.

Ji Yong observó las vendas en el brazo derecho del hombre, debía ser ahí donde recibió alguno de los disparos. Su rostro presentaba algunos cortes, pero no había nada más.

―Me alegra mucho que te encuentres bien, Daesung. ―El susodicho simplemente asintió.

El agente caminó lentamente alrededor de toda la habitación, pensando. Realmente le aliviaba que Daesung no tuviera ninguna herida verdaderamente mortal, pero no podía evitar pensar en lo extraño del asunto.

―Sólo suéltalo, le pertenezco a la policía de esta ciudad, no veo porque tener recatos ahora. ―Ji Yong sonrió ante las palabras del otro, tomando asiento en un pequeño sillón al lado de la camilla.

―Me gustaría saber qué fue lo que ocurrió exactamente, Daesung. ―Afirmó. ―Todo detalle es importante, necesito saber porque uno de mis testigos fue agredido y, más importante, quién lo hizo.

―Primero, voy a preguntarle algo, agente. ―Ji vio claramente una mueca de dolor en el rostro del otro al momento en que se sentó. ―Necesito saber si Bom y Seung Hyun están bien.

Ji Yong asintió de inmediato, sintiendo la conocida opresión en su estómago y las insaciables ganas de correr en busca de Seung Hyun.

―Justo ahora están en compañía de algunos colegas míos, se encuentran en perfecto estado. ―Mintió, rogando que sus palabras fueran realidad, ya que aún no tenía información alguna sobre la situación del resto.

Daesung asintió.

―Todo pasó muy rápido, ni siquiera he podido pensar claramente que ocurrió. ―Comenzó a relatar. ―Me encontraba en la recepción del hotel, cumpliendo mis deberes, cuando varios hombres entraron al hotel, a primera vista no había nada raro en ellos, lucían como cualquier cliente más. Se acercaron y pidieron información sobre las habitaciones, mi compañera les atendió mientras yo terminaba el registro de otros clientes. Uno de los hombres pronunció mi nombre, preguntó por mí, estuve tan sorprendido que me quede pasmado, no pude moverme en ningún momento, mi compañera negó conocer a alguien con ese nombre, ella me conoce por mi nombre falso, por supuesto. ―Ji Yong intentó no perder detalle de cada palabra y expresión del joven. ―El hombre siguió insistiendo, afirmando que sabía que yo me encontraba ahí. Debí alejarme, lo sé, debí marcharme, pero estaba tan impactado que no pude hacer nada de eso. Otro hombre entró al hotel y...y pareció reconocerme, lo sé, no dijo nada, pero en sus ojos...yo pude verlo, vi ese gesto de reconocimiento, entonces fue cuando mi cuerpo reaccionó y comencé a correr. Los hombres en algún punto sacaron sus armas y comenzaron a disparar, las personas gritaban y corrían, no fui consciente de que me habían herido hasta que mi pierna falló y caí entre cristales, mi camisa también estaba llena de sangre de un costado. ―Sus manos se habían vuelto un puño, con nudillos blancos. ― ¿Alguna vez ha pensado que va a morir, agente?

Indomable.Where stories live. Discover now