Negro

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Indomable.

"Negro"

Ji Yong volvió a suspirar desesperado, hundiéndose más en el amplio sofá de la sala de su hermana, la cual notó aquel gesto y soltó su taza de café humeante en la mesilla de centro.

―De acuerdo, dime que pasa.

Ji Yong finalmente despegó la vista de la mancha extraña sobre la alfombra, fingiendo desinterés.

― ¿De qué hablas? Sólo miro tu horrenda alfombra, es un asco.

Kwon Dami ni siquiera se inmutó, sabía perfectamente que su hermano solía volverse ácido cuando se sentía inseguro, y desde luego que confiaba en su buen gusto.

―Esa horrenda alfombra cuesta más que todo lo que vistes hoy. ―Ji Yong rodó los ojos.

Su hermana era toda una mujer loca de la moda, incluso tenía su propia tienda con cosas igual de locas.

―Estoy vistiendo pijama.

Dami sólo elevó los hombros, dejando el tema de lado. Ella solía ser comprensiva casi todo el tiempo, era la hermana mayor, por lo que se sentía con la responsabilidad de cuidar a su tonto hermano menor, aunque siendo de la policía eso parecía improbable.

A pesar del rudo hombre que era Ji el 90% del día, estaba ahí, refugiándose en su casa. No había preguntado nada cuando éste llego empapado y con la expresión más melancólica que había visto en su vida. Había pasado ya una semana y Ji Yong ni siquiera parecía querer regresar a su casa por ropa, simplemente permanecía ahí, sentado en el sofá, vistiendo su ropa sin importarle si era de mujer o no.

― ¿Tampoco irás a trabajar hoy?

―Dami, si es por el dinero...

―Basta, ¿Desde cuándo debes pagarme por asilo, ah? ―Dami finalmente se molestó. ―Sólo me preocupo por ti ¿entiendes?

―No pasa nada.

Ji Yong abrazó sus delgadas piernas, hundiendo su deprimido rostro entre sus rodillas, y Dami pensó que esa expresión de desamparo estaba lejos de significar "nada".

― ¿Vas a decirme porque fuiste suspendido de tu departamento? ―Entonces Ji puso atención. ―No soy mamá, pero algo debió pasar para que el tío Park tomara esa decisión.

―Dami, te he dicho muchas veces que no le llames al viejo Park para preguntarle cosas de mi vida. ―Dijo hostil.

―Dara me ha llamado para preguntar por ti, ella simplemente lo soltó todo.

Ji Yong bufó, pensando en lo odiosa que era su compañera rubia.

―Soy un hombre, Dami, no un niño.

―Eso mismo digo yo, y sin embargo estás aquí, deprimido y vistiendo el pijama rosado de tu hermana.

Ji Yong pensó en lo cómodo que era el pijama, y en lo amable que era su hermana, ella tenía razón, era un imbécil llorón.

Había pasado una semana desde que le dijo adiós a Seung Hyun, la sola idea de regresar a su solitario apartamento, dónde tendría el tiempo suficiente para pensar en él, le aterraba, al menos en ese lugar siempre escuchaba a Dami parlotear sobre cualquier cosa.

―El trabajo está bien, sólo no he tenido buenos momentos...tuve problemas y falté mucho al departamento. El viejo Park sólo hizo lo que tenía que hacer siendo el jefe, los demás no estaban felices con que yo hiciera lo que quisiera. ―Explicó brevemente, sujetando su respectivo café. ―Metí en problemas al viejo.

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