Indomable.

Valioso

Indomable

"Valioso"

Un estruendoso sonido fue lo que hizo despertar a Ji Yong de inmediato, sabía que aún no amanecía por la oscuridad de la habitación. Se sentó en la orilla de la cama desorientado, palpando con su mano el espacio vacío a su costado.

Kwon podría sentirse aún adormilado, sin embargo seguía siendo un policía honorable, por lo que detectó rápidamente la luz brillante que pasaba a través de la ranura baja de la puerta del baño.

«Seung Hyun»

No supo el porqué, pero repentinamente se sintió aterrado. Se puso de pie y tomó su ropa interior que yacía en el suelo colocándosela de inmediato, caminó hasta tomar la manija de la puerta, sintiéndose extraño.

— ¿Seung...?—Decidió tocar antes, sin embargo no recibió ninguna clase de respuesta.

La noche anterior había sido larga y cansada, además de extraña, no podía volverse presa de su paranoia, por lo que soltó la manija y retrocedió. Seung Hyun estaba en un momento privado, no podía irrumpir de esa manera.

Regresó a la cama a sentarse en silencio, esperando a que Seung diera alguna señal, sin embargo los minutos pasaron y no parecían progresar. El agente meditó al respecto. Seung Hyun podría simplemente querer un momento a solas y entrar de manera brusca al baño sería quitarle ese derecho, por otro lado podía estar inconsciente sobre el frío suelo.

— ¡Ey, hyung! ¿Estás bien? —Ésta vez golpeó la puerta débilmente y espero respuesta.

—No quería hacerlo.

Aunque la contestación fue muy débil, el agente pudo escucharla. La lamentable voz seguida del llanto le alarmó, e intentó girar la manija, sin conseguirlo a la primera, su mano temblaba de sólo imaginarse lo peor.

Sin embargo, ninguna situación que pasó por su mente se parecía a lo que veía.

—Se...Seung...

«No debería ser así...»

Kwon Ji Yong no recordaba haber visto tanta sangre junta, ni siquiera en aquellas desagradables imágenes de su primer caso. Su cabeza punzó, sus ojos desenfocaron la imagen y sus piernas flaquearon haciéndole caer en cuatro, sus rodillas dolieron al impacto, y sus dedos se mancharon de aquel líquido carmesí, haciéndole sentir aún peor.

—Seung...que...—La palabras se atoraban en su garganta.

No estaba bien, nada de eso estaba bien.

—Yo...yo...lo lamento...yo sólo...—La voz de Seung Hyun era agitada, angustiada, mientras desesperadamente abrazaba sus piernas e intentaba detener el sangrado de sus brazos.

Los trazos del espejo roto yacían en el suelo cerca de ellos, a excepción de uno que aún era sostenido por una de las manos de Seung con mucha fuerza, hiriéndole más. Su cuerpo completamente desnudo lucía más pálido de lo normal, casi morado debido al frío, tenía profundos cortes en los brazos y piernas, como si alguna clase de animal lo hubiese rasguñado con intención. Inclusive aquellos rubios cabellos ahora eran matizados de un carmesí oscuro.

Ji Yong agitó su cabeza, él era un adulto, un profesional y no estaba actuando como tal. Debía intervenir rápido, era la única opción. Decidió ponerse de pie velozmente, yendo de prisa por algunas pequeñas toallas que guardaba en las repisas, intentando no pisar ningún cristal. Se arrodilló a un lado de Seung, manchándose aún más.

—Vamos, suéltalo. —Murmuró, tomando la mano de Seung Hyun, esperando que éste relajara sus dedos y así retirar el pedazo de espejo.

Debía ser cauteloso, Seung Hyun no parecía estar bien, sus ojos ansiosamente iban de un lado a otro sin dejar de llorar, podría simplemente lanzarse sobre él en cualquier momento. En cuanto el mayor soltó el cristal, Ji Yong tomó con fuerza sus manos, enrolló las heridas más profundas con las toallas intentando no pensar mucho en el asunto, de ser así se paralizaría de nuevo, y Seung no podía perder más sangre.