Tregua

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Indomable

"Tregua"

Cuándo Ji Yong regresó a su escritorio, encontró a su compañera de oficina mirándolo con escrutinio, casi acusadoramente, sin disimular ni un poco, en respuesta suspiró con pesadez, dejándose caer en la silla giratoria. La charla con la mayor de los Choi le había dejado un gran dolor de cabeza, no quería empeorarlo, así que rebuscó en sus cajones algún analgésico.

―Sabes... ―Comenzó Sandara, rompiendo el silencio que Ji hubiera deseado prolongar, parándose frente a su escritorio y ofreciéndole un par de pastillas. Ji Yong no dijo nada y sólo las tomó. ―Cuándo dije que te ayudaría a deshacerte de los Choi, lo decía en serio, hicimos un montón de papeleo e investigación, serías tan amable de explicarme ¿qué demonios hacen desfilando por aquí como si fuera un club social?

Ji Yong pensó en decirle que no era de importancia, que lo dejara pasar, pero Dara tenía parte del asunto, después de todo había sido gracias a ella que seguían con vida, y había sido la única que se mostró preocupada por su desaparición esos meses. Sandara estaba tan metida como él.

―Es más complicado que eso, pero estoy arreglándolo, Sandara. ―Dijo plano, rogando que la oficial desistiera de sus ganas de pelear. ―Choi Hye Youn no vendrá más por aquí, no te preocupes. ―Agregó, para satisfacción de la rubia.

― ¿Se irá?

Ji Yong simplemente asintió y añadió. ―Necesito los expedientes del caso, todos los registros de Park Bom, Kang Daesung y... de Seung Hyun también.

―Creí que dejarías el caso. ―Le reprochó, aun así rebuscó en las gavetas hasta arrojarle los documentos solicitados sobre el escritorio.

―Yo también, Sandara, yo también. ―Murmuró quedadamente.

Si bien, su decisión de apartarse de todo ese asunto había sido completamente genuina, no podía negar que ahora formaba parte de todo –nuevamente-, hasta el cuello, a punto de ahogarse. No sólo le había prometido a la mayor de los Choi que ayudaría a que Seung Hyun pudiera marcharse del país, sino que tenía al mismo Seung Hyun exigiéndole resultados, y, claramente, sin una tregua de por medio, una que le urgía formar si deseaba que todo saliera cercanamente bien.

Ji Yong estaba cansado, realmente exhausto de toda esa situación, y por primera vez se preguntó porque no había sido capaz de negarse ante la petición de Young Bae y SeungRi, meses atrás.

"Ah, sí, porque soy un jodido justiciero" Se mofó. Abriendo la primera carpeta que había sido arrojada por Sandara. Su estómago se estrujó cuando una fotografía de Seung Hyun apareció a su vista, era reciente, su rostro rebosaba salud, aun si era a escalas de grises, y su cabello negro se encontraba perfectamente peinado.

¿Cómo iba a hacer eso? ¿Cómo iba a ser capaz de enfrentarse a Seung Hyun y cumplir con sus exigencias? ¿Cómo iba a cumplir con la promesa de protegerle, tal como le había dicho a Hye Youn?

―Imbécil. ― Ji Yong escuchó a Sandara pronunciar, y no tuvo ánimos para negarlo, sintiéndose completamente identificado.

...

Decir que Ji Yong sabía hasta la marca de jabón que usaban sus tres protegidos del caso, era poco. Los reportes del seguimiento de toda la investigación eran sumamente específicos, tenían un relato detallado de los sucesos ocurridos en High Club, desde la perspectiva de cada uno, había detalles personales, datos familiares, nombres reales, datos médicos, prácticamente aquellos simples papeles contenían la vida de todos ellos, sin excepciones ni recatos.

Era deber del departamento saber y proteger toda aquella información, manteniendo un registro de cualquier cosa que pudiera darles alguna pista, en caso de que alguno de los protegidos sufriera un atentado. Era cosa del trabajo, aun así, Ji Yong se había sentido tremendamente incómodo adentrándose de ese modo en la vida privada de aquellas personas a las que era su deber proteger.

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