Los irritantes gritos de mi padre me despertaron de golpe recordándome que aún seguía en las escaleras.

—¿Y tu madre?— preguntó tan pronto y me diviso.

—Se fue— contesté tallando mis ojos hinchados y rojizos.

Guardo silencio por unos minutos, pero no por mucho.

—¡Esto es tu culpa!— gritó— Todo esto es tu culpa, nunca te lo perdonaré.

Me tomó de mis negros cabellos y jalo de ellos llevándome hasta mi habitación.

No entendía nada, tampoco creo entenderlo a medida que el tiempo pase. Llore sin cesar esa noche y cuando los intensos rayos del sol golpearon mi rostro supe que otro día había pasado.

Levante la mirada y observe a la casa de enfrente, recordé que él estaba ahí. Desde que llegó él siempre estuvo conmigo haciendo que todo esto doliera un poco menos.

Una sonrisa boba se posó en mis labios.

.

.

.

.

.

Hola Doyoung— Sicheng levantó la mirada y me sonrió— ¿Como te fue con Jaehyun?

—No seas tonto, ¡me las vas a pagar!— tomé asiento frente a él— Desperte mas temprano de lo usual solo para venir a reclamarte.

—Por favor, no me digas que te arrepientes— levantó una ceja acompañada de su estupida cara de cómplice— Ambos sabemos que querías...

—C-claro que quería...— me sonrojé— Es solo q-que...

—¿Entonces?— río— No me vengas a reclamar y solo gózalo. Por cierto, tienes que contarme todo lo qué pasó.

—¡Por su puesto que no te contaré nada!— susurré— Te dije que vine directamente a la cafetería a buscarte. Pensando sola y específicamente en cómo reclamarte.

—Espera— le dio una mordida a su sándwich— Primero voy a comer— aclaró con la boca llena mientras migajas de pan salían de esta— después me vienes con tu sermón de papá. ¿Está bien?

—Como digas, pero deberías... Oye, deja de hacer caras raras— dije con extrañeza— ¿Te has vuelto loco? Espera, ¿acaso te estás ahogando?

—Hola Doyoung.

Joder, es él, ¿no es cierto?

Creo que iré a buscar a Yuta— Sicheng me miro entrecerrando sus afilados ojos para después guiñarme el ojo— ¡Te veo en clases!

—¿Me puedo sentar?— preguntó él, yo aún no me atrevía a mirarlo— Doyoung, ¿estás bien?

No estoy para nada bien.

¿Cómo puedes estar bien cuando el chico por el que todas las chicas se mueren esta a escasos centímetros de ti? Puede que Jaehyun y yo hayamos compartido momentos antes, para ser sincero son bastantes. Pero joder, el nunca me había dirigido ni una sola palabra en el instituto. ¡Ni siquiera me miraba!

Aún sonrojado asentí y lo que ví a continuación me sorprendío. En vez de tomar asiento frente a mi lo hizo a mi costado. El calor de su cuerpo rápidamente se mezcló con el mío, era una sensación embriagante, se sentía tan bien. Y ahi estaba él, mirándome con aquellos ojos avellana mientras su hoyuelos se exponían.

—Necesitas ver esto— de su mochila sacó un objeto de madera y lo puso sobre la mesa.

—¿Y esto es...?— lo mire confundido.

—Lo recogí de la habitación de tu madre— lo miré con el ceño fruncido— Estabas demasiado ocupado preocupándote por salir que cayó cuando te diste vuelta. Lo tomé, espero que no te moleste.

Vaya, siempre quedó como un distraído que va por ahí tirando cosas al suelo.

No me molesta— sonreí— Al contrario, deberíamos ver qué hay dentro.

—Ese es el problema, tiene un pequeño candado.

—Podemos forzarlo, no sé, ¿romperlo tal vez?

—¿Y si se daña lo qué hay dentro?

—Es cierto...

—¿Tienes alguna idea de donde pueda estar la llave?— preguntó.

—Sinceramen-

No pude ni siquiera terminar de formular una oración completa ya que fui interrumpido. Dos chicos bastante altos se posicionaron frente a nosotros.

—Hey Jae, ¿por qué no estás almorzando con nosotros?

—Estoy un poco ocupado Lucas, lo lamento— contestó como si nada.

—No seas un completo idiota— bufó— Johnny y yo vinimos hasta aquí por ti.

—Es cierto viejo— dijo el tal Johnny— No creo que quieras estar aquí— me miro de una forma extraña.

—Me quedaré aquí con Doyoung, ¿que acaso no entienden?— dijo un poco frustrado.

—¿Que es lo que no entiendes tú?— un chico con cabello rojo llamativo se acercó.

Oh genial, armen su escándalo aquí, no hay problema.

Taeyong ahora no...

—¿Que acaso no tienes miedo?— dijo Taeyong— Me preocupas.

—¿A que te refieres?— Jaehyun lucia confundido— ¿Miedo a qué?

—A él— me apunto con una mirada intensa— ¿Que acaso no lo notas? Doyoung se muere por ti, lo único que hace es mirarte como una maldito acosador. Seguro y está obsesionado contigo.

Jaehyun se quedó en silencio.

Mis mejillas comenzaron a adquirir un tono rosado debido a la vergüenza que sentía en ese momento. Me mantenía cabizbajo jugando con mis pulgares tratando de concentrarme en otra cosa que no fuera las palabras que salieron de la boca de ese chico.

Y ahí fue cuando el silencio nos invadió y yo me sentí la persona más estúpida del mundo. ¿Por qué seguía esperando una respuesta por parte de Jaehyun? Estaba más que claro, entonces cuando mis mejillas comenzaron a empaparse y la opresión en mi pecho comenzó a sofócarme salí de ahí corriendo.

(∂ + m) ψ = 0 • [JaeDo]Where stories live. Discover now