Denki ha leído muchas novelas sobre transmigración y su sueño es que algún día le toque transportarse a un nuevo mundo. Cuando se cumple le toca enfrentarse a un reto mucho mayor: El primero y más importante mantenerse con vida, el segundo evitar al...
Reyes o gobernantes no son los que llevan el cetro, sino los que saben mandar – Sócrates
> VII <
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Extracto: "Balada de Dos Espadas Vol 1"
—No hay nada —dijo Izuku esa noche cuando se reunió con Aizawa en sus dependencias privadas. El cansancio se le pintaba en la cara como una sombra negra y la frustración se leía en la arruguita que se formaba entre sus ojos—. He revisado la casa de lado a lado y nada. ¿Estás seguro de que todo sigue exactamente igual que antes?
—Igual desde el momento en que Hitoshi me notifico de la situación. Mis hombres aseguraron el perímetro hasta informar al Emperador y bajo su orden Noche hizo una inspección detallada de la casa. Él tampoco encontró nada.
—Eso significa que nuestro asesino tuvo que deshacerse del veneno después de que Hitoshi viniera aquí y antes de que tú tomaras control de la casa. Eso solo deja a la servidumbre.
—Todas han sido interrogadas —suspiró Aizawa—. Todas han trabajado para el Príncipe desde hace años.
—Cualquiera de ellas podría haber sido comprada.
—Esa clase de contratos dejan rastro: Dinero, encuentros, contradicciones. Nuestro interrogatorio no reveló nada.
—A no ser que alguna de ellas haya sido entrenada en el arte de la mentira y el engaño.
—Tendría que ser profesional.
—¿Y si lo fuera? —pregunto Izuku, absolutamente serio— ¿Qué tal si alguna de ellas es tan buena que ha logrado burlar al Clan Sombra?
—¿Una asesina profesional trabajando como sirvienta?
—Se ha visto antes.
—Sí, pero el Tercer Príncipe no era nadie. No tenía contactos, no recibía visitas, no tenía influencia. Y ninguna de las sirvientas se movió de esa casa. Si era una asesina profesional, ¿por qué quería matar al Tercer Príncipe?
—Pues si no fue ninguna de ellas entonces tuvo que ser Fantasma.
—No —respondió Aizawa con vehemencia—. No. Fantasma nunca lo habría hecho.
Izuku suspiró y se recargo hacia atrás hasta apoyar las manos contra el suelo de madera, dejo caer la cabeza para mirar el techo cubierto de sombras provocadas por la luz de las lámparas.
—¿Qué pasará con ellas?
—El Emperador ordenó su ejecución, pero Noche lo ha convencido de exiliarlas.
