2.13. Desayuno

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Título Alternativo: Denki sigue con los interrogatorios

[...]

Una de las cosas a las que Denki se había acostumbrado en su nueva vida era a tomar baños, a disfrutar del agua caliente a montones y de una bañera alta que le permitiera sumergirse hasta el cuello, y aunque aún tenía problemas lavando la cantidad de pelo que tenía, había comenzado a agarrarle el truco. Por supuesto el baño en el palacio supero sus expectativas con creces pues los sirvientes habían perfumado el agua, habían lavado su cabello con muchísimo cuidado y lo habían dejado languidecer en paz.

Denki aprovechó el momento de calma para pensar. La actitud de Noche seguía confundiéndolo. Si bien su primer encuentro había sido completamente inesperado, todo parecía indicar que el guardia no tenía interés alguno en mostrarle ninguna clase de deferencia pese a que él se había asegurado de recordarle que era un Príncipe. Neito había dicho que el tipo no era estúpido y por cómo se había referido a él era claro que Noche nunca le había dado problemas.

¿Por qué se mete conmigo?

Pero Denki tampoco tenía respuesta para esa pregunta.

¿Qué me convendrá más? Enfrentarme a él como lo hice esta noche o mantenerme al margen y hacerle creer que me da miedo. Lo último no sería tan difícil pues el tipo da miedo, pero mi madre siempre decía que había que plantarse frente a esa clase de gente. Su reacción de hoy me dice que no se lo esperaba, tal vez si consigo hacerle entender que no me va a intimidar me deje en paz.

Al revisar su pantalla y comprobar que el primero de sus objetivos personales había desaparecido (Evitar que Fantasma se una a la guardia de Noche), Denki emitió un suspiro de alivio. El siguiente era neutralizar al Prometido; pero para ello iba a tener que conocerlo y de alguna forma convencer al tipo de casarse con él.

Para eso tendremos que ver quién es. Mi padre ha dicho que él no quiere casarse conmigo, pero también ha dicho que le conviene el matrimonio así que tal vez pueda hacerle entender que no le daré problemas y que me contentaré con tener una casita fuera de su vista donde él no tenga que estar cumpliendo con deberes maritales. Así puede tener las esposas que quiera y no tener que soportarme. Seguro que me deja llevarme a Shinsou y a mis sirvientes, no estaría tan mal.

Acostumbrado a verle el lado bueno al asunto, Denki se hizo a la idea de que el matrimonio no sería tan malo siempre que eventualmente consiguiera tener un espacio para él.

Veamos, ¿qué otra cosa tenemos pendiente? Ah, sí. La alianza real. Suena importante y supongo que aquí es dónde tengo que ponerme a estudiar. Lo mejor será investigar quienes son nuestros aliados y quienes no, seguro que así puedo ir eliminando candidatos.

Con los dedos arrugados, Denki llamó a las sirvientas para que le trajeran una toalla y su bata, después volvió hasta a su cuarto donde un sirviente lo esperaba.

—Buenas Noches, Alteza —dijo él ofreciéndole una reverencia—. Soy el mayordomo encargado de esta ala y he venido para presentarme: Mi nombre es Sekijiro. Cuando necesite algo utilice la cuerda que está junto a la cama, una sirvienta vendrá de inmediato para atenderlo. En su ausencia hemos organizado la ropa de sus baúles dentro de los armarios y los artículos para su pelo están en el mueble que tiene el espejo. Hay una jofaina en la mesa junto a la ventana para su aseo personal, si desea que el agua esté tibia me aseguraré de enviar a alguien temprano.

—El agua fría está bien.

—Como ordene, Alteza. Me complace informarle que su sirvienta se ha instalado en el área de los sirvientes y será ella la encargada de atenderle durante las comidas. El Emperador ha indicado que el Tercer Príncipe asistirá al comedor principal para comer con el resto.

HanamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora