5.6. Examen

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Título Alternativo: Ni un Príncipe se salva de las evaluaciones escolares.

[...]

La confirmación de que su encierro terminaría eventualmente se confirmó a pocos días de su última conversación con Noche. Denki se levantó como cada mañana, abrazándose sobre su ropa de dormir al salir de su alcoba para encaminarse hacia la mesa en la que el guardia lo esperaba con el desayuno.

—Buenos días, pajarito.

—Buenos días —respondió él luchando contra un bostezo.

Era demasiado temprano para tener hambre, pero eso no le impedía beberse la sopa caliente que le ayudaba a luchar contra ese frío matinal que desaparecería conforme avanzara el día. Todo eso mientras frota los pies bajo la manta que Noche le alcanza apenas se sienta –una manta que ha procurado tener a mano desde el primer día que lo viera encogerse en la mesa sin dejar de bostezar–.

—¿Qué hay para hoy?

Noche sonríe –fresco y limpio– como si fuera la mitad del día y no un amanecer perezoso en el que lo único que quiere hacer es volver en la quietud de su cama. Denki bosteza mientras Noche enlista su rutina: Entrenamientos, patrullas y organización de la guardia, nada fuera de lo común, y como cada mañana también hace un breve resumen de las reuniones que tiene su padre. Gracias a esas conversaciones Denki se había enterado de que tras la supuesta muerte del Príncipe Todoroki, los embajadores de Ame no aceptaron el exilio de Izuku como ofrenda de paz, en cambio se marcharon furiosos y menos de una semana después el Reino de Ame había declarado el cierre de sus fronteras, la respuesta del Emperador había sido imponer sanciones económicas sobre las importaciones, y finalmente el Rey Todoroki había ordenado el encarcelamiento y ejecución de todo oficial de Taiyou dentro de sus tierras. La frontera se había convertido en una zona militarizada y la cosa iba escalando.

—Todo parece indicar que hoy sabremos finalmente si el intento de Lord Hizashi por reabrir la mesa de negociación ha tenido éxito —dice Noche mientras usa sus palillos para revolver su sopa—. Por desgracia para él, el hecho de que tu padre se haya pasado ignorando a los embajadores durante toda su estadía lanza por tierra la idea de que el imperio desea la paz así que es muy probable que tu tío vuelva con las manos vacías —se encoge de hombros, indiferente—. Si lo que se dice es cierto, la única persona capaz de igualar a tu padre en testarudez es el Rey Todoroki, y con la noticia de su hijo muerto dudo que acepte siquiera considerar una tregua.

Una conclusión que no sorprendía a Denki considerando lo que sabía de la familia Todoroki.

—Por cierto, creo que tu hermano vuelve hoy.

Denki asintió con calma. Había resultado asombroso enterarse que a tres días de su llegada el Príncipe Heredero había discutido con su padre tras lo cual decidió dirigir un grupo de búsqueda para ir tras Izuku.

—¿Se fue? —preguntó, ligeramente incrédulo—. ¿Al menos vio a Neito?

—Por supuesto, pero el Segundo Príncipe seguía inconsciente.

—No era razón para que se fuera.

—Quizá el sentido de rectitud del Príncipe Heredero exigiera justicia encontrando al supuesto responsable del ataque a su hermano. O quizá fuera tan solo una excusa para huir de su padre. ¿Quién puede saberlo? En todo caso no dudes que terminará volviendo, siempre lo hace.

—¿Por qué pelearon?

—Por lo de siempre: Su compromiso, sus deberes, su comportamiento. Dada la situación política que enfrenta el Imperio el Emperador considera oportuno que su primogénito se case y engendre un heredero tan pronto sea posible.

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