III

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Capítulo III

–¿Qué tal durmió la mujer más bella de este mundo? – Preguntó Viktor al verme bajar por las escaleras de la casa de mis padres.

—Como un tronco – Me senté a su lado en la mesa en lo que mi madre me servía el desayuno, habían pasado dos semanas desde que había ido con el obstetra y como dijo, las náuseas fueron disminuyendo un poco, al menos ya podía mantener algo ligero en mi estómago sin vomitarlo a los dos minutos. —Se me antoja comer unos Waffles con mantequilla...

—¿Estás segura? Hace unas semanas odiabas la mantequilla, cariño.

—Si, madre, tengo que aprovechar ahora que no tengo tantas náuseas y subir algo de peso, quiero que todo vaya bien con mis bebés.

Algo desconfiada mi madre preparó los Waffles, era un aroma delicioso el que impregnaba él aire de la cocina. Recargue la cabeza en el hombro de Viktor en lo que tomaba el jugo de arándano que él me había acercado.

–Por cierto, quería compartir con ustedes la nueva noticia – Viktor se aclaró la garganta y todos nos giramos para verlo.– Se hicieron algunos arreglos y ahora oficialmente soy el entrenador de la Liga Inglesa de Quidditch.

–Esa es una noticia increíble, hijo, seguro que con tiempo y dedicación podrás llevar a Inglaterra la victoria en el Mundial de Quidditch. — lo felicitó mi padre mientras se levantaba y le dio un abrazo típico de hombres: con fuertes palmadas en la espalda.

–Gracias por su apoyo Señor... –Viktor se detuvo unos segundos al notar la ceja alzada de mi padre, fué inevitable no sonreír un poco ante eso, papá es un terrón de azúcar con todo mundo, pero si se lo propone puede ser intimidante.– Patrick, gracias por su apoyo... También tengo otros proyectos en puerta que me gustaría compartir con ustedes.

–Y estaremos ahí con gusto, cielo – le dijo mi madre mientras ponía el plato con Waffles frente a mi con un un cubo de mantequilla derritiéndose lentamente para después abrazarlo con fuerza. – Siempre que tú quieras, todos estaremos ahí para apoyarte, eso es lo que hacen las familias... Y tú eres como un hijo para nosotros.

–De verdad que les agradezco demasiado y como muestra de ello, permitanme llevarlos a cenar esta noche

Y así fue como Viktor sedujo a mis padres para llevarlos a un caro restaurante muggle.

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–Entonces ¿de verdad compraste la mansión de los Greengrass? Es demasiado garande solo para ti ¿no lo crees? — comencé a acariciar el cabello de Viktor que estaba en mi regazo. El día era precioso y estábamos sentados en el jardín trasero de la casa de mis padres.

—La mansión fué prácticamente una ganga, según las escrituras no lleva ni 5 años en pie, la confiscó el Ministerio hace 3 años cuando encerraron a los Señores Greengrass por ser partidarios de Quien Tú Sabes y según Daphne sólo fue usada unas vacaciones de verano. –Viktor se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa. — Después de que Astoria se suicidó y los padres murieron por el Beso del De mentor, Daphne no quiere nada que le recuerde a su pasado, quiere iniciar de nuevo y me vendió su casa.

— Pero es gigante –volví a insistir —Solo serias tú y tus visitas.

–No es gigante, sólo son 7 habitaciones con baño cada una, sala, cocina, comedor, un baño en la planta baja, una piscina techada, baño y 3 regaderas en la zona de la piscina. Mandé a construir un garage por que ya le agarré gusto a los autos muggles...

—Y tú solo eres una persona...

—Pues algún día me casaré y llenaré esa casa. — interrumpió — No toda la vida seré soltero, tendré que sentar cabeza y me estoy preparando para ello. No quisiera casarme y no tener donde llevar a mi futura mujer. — Extendió el brazo y acarició un mechón de mi cabello mientras yo jugaba con el suyo.

Mayor Que YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora